Amor de ¡®Copy, Paste¡¯

Mother G. siempre dice que, antes de que conociera la escena Ballroom, se sent¨ªa atascada en la categor¨ªa de Realness en su d¨ªa a d¨ªa, intentando ocultar su disidencia sexual, su raza, su feminidad. Realness es una categor¨ªa del Ballroom que se basa en la capacidad de pasar como un determinado g¨¦nero o sexualidad, en su caso, pasar como un hombre cis, intentando performar lo m¨¢s heteronormativo posible. Como muchos de nosotros, lo hac¨ªa por miedo.

En un art¨ªculo de OUT, Mic Oala, productora cultural dec¨ªa lo siguiente: "Si practicas Pretty Boy Realness, puedes caminar a casa por la noche como un heterosexual para al menos evitar que te discriminen. Aunque no puedas pasar por blanco, Realness puede ser un salvavidas". Muchos hemos hecho Realness en alg¨²n punto de nuestra vida, por miedo a ser distintos, para ocultar nuestra identidad...

Lo habl¨¦ hace poco en otra columna, sobre c¨®mo correg¨ªa mi forma de andar reduciendo el movimiento de mis caderas, o mi forma de gesticular las manos por miedo a ser distinto, pero hoy me gustar¨ªa enfocarlo m¨¢s a los l¨ªmites impuestos hacia c¨®mo nos relacionamos sexo-afectivamente y construimos v¨ªnculos sociales como disidentes sexuales. Hasta hace poco empec¨¦ a cuestionar los l¨ªmites que impon¨ªa sobre mi cuerpo. Muchas veces lo entend¨ªa desde la imitaci¨®n de las relaciones entre hombres y mujeres cis, no solamente por el miedo a cuestionar los supuestos e instituciones heteronormativas dominantes, sino porque era la m¨¢s expuesta en t¨¦rminos generales y cre¨ªa que no exist¨ªan alternativas a la cishomonormatividad.

Como dice Elisa Coll Blanco en su fanzine ¡ªMitos del Amor Rom¨¢ntico e ilustrado por Gema Mar¨ªn M¨¦ndez¡ª lo que hac¨ªa yo era un "copia-pega de los patrones rom¨¢nticos heterosexuales. Tener una pareja mon¨®gama, preferiblemente casada, colocando a la pareja en la c¨²spide de la pir¨¢mide jer¨¢rquica de sus v¨ªnculos sociales". Mi entorno no facilitaba el proceso. Siempre buscaban analog¨ªas para ajustarse lo m¨¢s cerca posible a las relaciones heteronormativas t¨®xicas. Por ejemplo, me acuerdo de un amigo que insist¨ªa en la importancia de identificar qui¨¦n era el activo y qui¨¦n era el pasivo de la relaci¨®n, y que una relaci¨®n no funcionar¨ªa si no siguiera esa estructura: "Tienes pinta de ser pasivo porque eres delgadito, eres un poco m¨¢s afeminado y eres asi¨¢tico".

Este discurso pone en evidencia la idea de que muchos siguen concibiendo las relaciones como una interacci¨®n entre un sujeto dominante y otro que le complementa, creando una relaci¨®n cimentada sobre desigualdades, fomentando la idea de que la relaci¨®n heteronormativa es y sigue siendo el est¨¢ndar, el medidor de la calidad de una relaci¨®n tanto disidente sexual como no DS.

A¨²n me queda mucho por aprender sobre los v¨ªnculos sociales y c¨®mo no tiene por qu¨¦ existir una jerarqu¨ªa tan marcada entre los diferentes v¨ªnculos sociales; sino que existe una escala de grises, que existe una relaci¨®n mucho m¨¢s compleja, y c¨®mo nos queda un largo camino para definir nuestro propio lenguaje como disidentes sexuales, sin querer pasar por nadie, sin querer hacer Realness por obligaci¨®n a integrarse, o por miedo a no estarlo.