El deseo de ser la metr¨®poli del Sur de Europa
Sevilla busca conjugar su reclamo patrimonial con la apuesta por el desarrollo sostenible y la innovaci¨®n
¡°Sevilla es bella porque siempre es nueva¡±. As¨ª describ¨ªa Manuel Chaves Nogales a la ciudad que lo vio nacer, una ciudad que ha ido reinvent¨¢ndose a lo largo del tiempo, acompa?ada siempre de la inercia de los sevillanos, lo que le ha permitido ser permeable al turismo pero sin perder sus esencias. Sevilla ha hecho de su riqueza patrimonial el gran reclamo, pero pugna por sacudirse la autocomplacencia y consolidarse como una ciudad del siglo XXI, diversificando sus l¨ªneas de crecimiento. ¡°Ya somos la capital del Sur de Espa?a, pero queremos ser la metr¨®polis del Sur de Europa¡±, explica Miguel Mu?oz, concejal de H¨¢bitat Urbano, Cultura y Turismo.
Para ese empe?o, el Ayuntamiento, dirigido por el socialista Juan Espadas, quiere continuar la apuesta por una Sevilla verde y sostenible, que en la d¨¦cada pasada inici¨® otro alcalde del PSOE, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, de la mano de IU, ampliando los kil¨®metros del carril bici (tiene 190 kil¨®metros) y apostando por la econom¨ªa circular, y afianzarse como vanguardia de la innovaci¨®n: la designaci¨®n de la ciudad como capital europea del espacio o el parque tecnol¨®gico de La Cartuja, son ejemplos de esas l¨ªneas de actuaci¨®n. Sin embargo, esta vertiente es la menos conocida, quiz¨¢s porque el recinto de La Cartuja vive de espaldas a los ciudadanos. ¡°Es necesario integrarlo en la ciudad, que sea un barrio m¨¢s¡±, dice Juan Ruesga, arquitecto sevillano y uno de los mejores conocedores de la localidad.
El PCT Cartuja, que alberga casi medio mill¨®n de compa?¨ªas, es un ejemplo de ciudad inteligente. Adem¨¢s de empresas, all¨ª tiene su sede el Joint Research Center de la Comisi¨®n Europea, encargado de apoyar a sus distintas direcciones generales a trav¨¦s de investigaci¨®n interna y trabajos para dise?ar y monitorizar las pol¨ªticas europeas. Entre sus ¨¢mbitos se encuentra el departamento de Pol¨ªticas Territoriales que se sirve de Sevilla para extraer conclusiones y aplicar iniciativas. ¡°Sevilla tiene mucho potencial y recursos: tiene patrimonio, un puerto, polos de innovaci¨®n, industria aeroespacial, turismo¡ Es un gran laboratorio para poner en marcha pol¨ªticas de integraci¨®n, para concebir sus recursos no de manera aislada, sino como una suma¡±, explica su responsable Alessandro Rainoldi, verbalizando el destino que la ciudad aspira a conjugar.
El Ayuntamiento ha llevado a cabo una pol¨ªtica agresiva de posicionamiento en el exterior para, adem¨¢s de visitantes, atraer inversiones. ¡°Hemos querido ser ambiciosos y quitarnos los complejos¡±, se?ala Mu?oz. Esa estrategia ha llevado a Sevilla a convertirse en una capital de convenciones. En 2018 se celebraron 68 congresos. Esta semana ha albergado unas jornadas de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y espera con ilusi¨®n que llegue abril, cuando tendr¨¢ lugar el World Travel & Tourism Counsil, un foro que aglutina a los l¨ªderes de la industria del sector.
Y es que, su incuestionable riqueza patrimonial y bagaje hist¨®rico obligan a Sevilla a no dejar de abrazar la industria tur¨ªstica. El Ayuntamiento ha hecho una apuesta por volver a hacer de su oferta cultural un aliciente para el visitante. Las sinergias que ha logrado crear con el A?o Murillo, donde adem¨¢s de las inexcusables citas culturales, se ha buscado imbricar la gastronom¨ªa o las nuevas tecnolog¨ªas, han convertido a la capital andaluza en un apetecible reclamo no solo para el turista extranjero, sino para el nacional. Precisamente, el A?o Murillo fue uno de los elementos que decant¨® a la gu¨ªa Lonely Planet a designar a Sevilla como el mejor destino tur¨ªstico de 2018. ¡°La expectaci¨®n que gener¨® la exposici¨®n, unido a la calidad-precio o la revitalizaci¨®n de la ciudad fueron los puntos de inflexi¨®n¡±, explica Javier Zald¨²a director de Lonely Planet Espa?a. Sevilla quiere tomar el A?o Murillo como ejemplo y persigue un ¨¦xito similar con el V centenario de la primera vuelta al mundo de Magallanes y El Cano.
Con una media de 250.000 visitantes al mes (3.002.230 en todo 2018, seg¨²n las cifras facilitadas por el Ayuntamiento), Sevilla no es ajena al fen¨®meno de la turistificaci¨®n. A diferencia de otros destinos como Barcelona o Venecia, la ciudad ha tratado de mantener casi intacta su personalidad y sus costumbres, cediendo apenas a la inercia de los viajeros. ¡°Sevilla no tiene m¨¢s remedio que contemplar el fen¨®meno tur¨ªstico y asumirlo¡±, se?ala Ruesga. Hay quienes son menos complacientes y lamentan el cambio en la fisonom¨ªa del casco hist¨®rico de la ciudad. ¡°La conversi¨®n de viviendas en apartamentos tur¨ªsticos ha convertido al centro hist¨®rico en un museo. Las reformas de los edificios entregadas a promotoras y constructoras est¨¢n terminando con la arquitectura regionalista t¨ªpica, el comercio tradicional est¨¢ siendo desbancado por franquicias y tiendas de souvenirs¡ Si la ciudad no conserva su est¨¦tica y su vida propia se la va a matar¡±, advierte Joaqu¨ªn Egea, historiador y portavoz de la Asociaci¨®n de Defensa del Patrimonio de Andaluc¨ªa.
Sevilla, como dec¨ªa Chaves Nogales, se renueva. Busca sacar a la luz valores ocultos. ¡°En Sevilla hay una punta del iceberg, la m¨¢s visible, la Sevilla m¨¢s t¨®pica, pero por debajo hay otra tremendamente competitiva y emprendedora¡±, asegura Mu?oz.
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