¡°En Madrid el campo deber¨ªa ser una oportunidad¡±
La gallega Teresa L¨®pez preside Fademur, una federaci¨®n de asociaciones que cobija, representa y ayuda a las mujeres que viven y trabajan en el entorno rural para impulsar sus propios negocios
Teresa L¨®pez (Cabanas, Coru?a, 45 a?os) busca hacer real la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el mundo rural. Preside la federaci¨®n estatal Fademur, desde donde se asesora y acompa?a a todas aquellas emprendedoras que deseen convertir sus ideas de negocio en un proyecto floreciente sin salir de sus pueblos. La plataforma Ruraltivity, creada en 2018, es una de sus herramientas para conseguirlo. "Necesitamos reescribir la relaci¨®n con el campo. En el caso de la Comunidad de Madrid, como en otras partes, las mujeres son el presente y se convertir¨¢n en el freno del despoblamiento", asegura. Pese a los problemas de financiaci¨®n o la brecha salarial que sigue golpe¨¢ndolas m¨¢s que a los hombres, L¨®pez es optimista y apuesta por una formaci¨®n continua, haciendo hincapi¨¦ en los errores que otras, en el pasado, ya han sorteado en su camino: "Sacar adelante sus propios negocios es el mejor regalo".
Sin mujeres emprendedoras, ?el campo se morir¨ªa?
Sin duda. Las mujeres siempre han estado en el campo y el trabajo que desarrollan es imprescindible. Lo que reivindicamos desde Fademur es que se visibilice esa labor y se dote de derechos porque las mujeres se est¨¢n marchando y el campo no tiene futuro si no se cuenta con su presencia. Cuando ellas se marchan, los pueblos se masculinizan, envejecen y desaparecen.
?La Comunidad de Madrid cuida la importancia del entorno rural?
En la regi¨®n el campo deber¨ªa ser una oportunidad porque precisamente hay un centro de consumo enorme, con una poblaci¨®n dispuesta a ello pero est¨¢ infraprovechado. Adem¨¢s, nos encontramos con much¨ªsimas mujeres emprendedoras que tienen ganas de quedarse en sus pueblos y apostar por ellos, pero no pueden. Se da la paradoja de que en la Comunidad hay numerosos pueblos pr¨®ximos a grandes n¨²cleos urbanos, pero cuentan con los mismos problemas en el ¨¢mbito rural que en cualquier otra parte del pa¨ªs: d¨¦ficit en las comunicaciones, en los servicios, en la accesibilidad...
?Un ejemplo de ello?
El otro d¨ªa estuvimos conversando con una emprendedora que vive en la Sierra de Guadarrama. Ella comercializa cerveza artesanal, pero afirma que tiene muchos obst¨¢culos con el transporte de los pedidos a trav¨¦s de Internet. Su competitividad se ve muy afectada porque las empresas de paqueter¨ªa tienen horarios reducidos en los n¨²cleos m¨¢s peque?os frente a las grandes ciudades, donde operan las 24 horas.
Por obst¨¢culos como este surgi¨® Ruraltivity, ?verdad?
La plataforma ha cumplido un a?o de vida y nace de la experiencia que hemos acumulado acompa?ando a mujeres emprendedoras. Estamos muy satisfechas porque hemos conseguido sumar 118 proyectos de hasta 12 comunidades distintas. Al principio, poca gente confiaba en nosotras aunque hemos superado con creces las previsiones. Cada uno de los proyectos se circunscriben en tres etapas: la fase semilla, la de germinaci¨®n y la de floraci¨®n. En esta ¨²ltima, las mujeres ya han echado andar su negocio y se plantean mejoras en su comercializaci¨®n o, incluso, internacionalizar su producto.
?Cu¨¢ntos proyectos provienen de la regi¨®n?
Disponemos de al menos una decena en la actualidad. Es una comunidad con un peso importante. Desde Fademur notamos que hay muchas ganas y un buen esp¨ªritu para poner en marcha sus propios negocios. Tenemos claro que las oportunidades laborales en los pueblos se asientan en el autoempleo y el emprendimiento.
?Qu¨¦ tipo de mujeres se atreven a dar el paso?
Hay de todo, pero la mayor¨ªa de ellas viven en los pueblos. Tambi¨¦n existen las denominadas "neorurales", las cuales est¨¢n saturadas del ritmo de vida de la ciudad. Hay un tercer grupo, que son aquellas personas que emigraron de los pueblos, recorrieron mundo y ahora regresan con un mayor conocimiento.
?Cu¨¢l es la mayor barrera con la que se encuentran estas emprendedoras?
La financiaci¨®n por parte de las entidades financieras. No sabemos cuales son los motivos, pero los planes de viabilidad de ellas tienen m¨¢s dificultades. En ocasiones se les pregunta sobre el benepl¨¢cito del marido, algo muy sorprendente en los tiempos que corren. Por eso, muchas recurren a una primera financiaci¨®n del entorno familiar.
?Ellas tienen una mentalidad m¨¢s abierta?
Las mujeres emprendedoras est¨¢n demostrando que son m¨¢s imaginativas a la hora de buscar las oportunidades que ofrece el territorio. Fomentan m¨¢s proyectos vinculados con la innovaci¨®n social y en vertebrar sus comunidades. Un ejemplo es el nacimiento de una cooperativa de comida a domicilio que busca paliar las consecuencias del envejecimiento de la poblaci¨®n en pueblos de la sierra.
?Sigue habiendo un rechazo en los propios pueblos hacia estas iniciativas?
Todav¨ªa se escuchan frases del tipo: "?Buah!, ya ver¨¢s hasta d¨®nde va a llegar"; pero bueno, los proyectos van saliendo y terminan por hacerse rentables. Ese es el mejor ¨¦xito y nuestra mayor gratificaci¨®n.
Una regulaci¨®n "con siete a?os de retraso"
Teresa L¨®pez considera que la Comunidad de Madrid est¨¢ "atrasada en materia legislativa". Es la ¨²nica regi¨®n que no ha desarrollado la ley de titularidad compartida, aprobada en 2011. "Gracias a ella, las mujeres que trabajan en explotaciones ganaderas familiares ver¨ªan reconocidos sus derechos y aparecer¨ªan en los papeles como gestoras de las mismas". Esta demora las obliga a depender de sus maridos en muchas gestiones y les impide hacer su propia declaraci¨®n de la renta.
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