Reina Patata
He recordado diferentes momentos en los que la gente compar¨® o identific¨® la comida con mi disidencia sexual y mi raza
Hace unas semanas habl¨¦ sobre el t¨¦rmino banana, y, sintiendo la redundancia, me pareci¨® gracioso c¨®mo, a lo largo de mi vida, la comida fue usada para identificarme en mi d¨ªa a d¨ªa. Despu¨¦s de que mi t¨ªa me llamase banana, amarillo por dentro y blanco por fuera, hil¨¦ diferentes momentos en los que la gente compar¨® o identific¨® la comida con mi disidencia sexual y mi raza. Pasaron 14 a?os y comenc¨¦ un proceso de deconstrucci¨®n y descubrimiento de mi cuerpo e identidad, proceso que sigue a d¨ªa de hoy.
Estaba en un restaurante chino y una de las personas me pregunt¨® si en China se ali?aba la comida con salsa agridulce como lo hac¨ªan aqu¨ª. Si eso era acaso un invento occidental. Contest¨¦ que no lo sab¨ªa realmente. Nunca hab¨ªa visto tal cosa en Taiw¨¢n. Y descubr¨ª, a ra¨ªz de esa conversaci¨®n, lo poco que sab¨ªa de mis ra¨ªces. Que yo era como esa botella de salsa agridulce, de apariencia china. Migr¨¦ a los 11 meses a Espa?a y siento que no viv¨ª suficientes experiencias como para decir que era taiwan¨¦s. Pero tampoco me sent¨ªa espa?ol, porque siempre me ver¨¢n como un extranjero, fen¨®meno conocido como el extranjero perpetuo.
Recuerdo c¨®mo un profesor de matem¨¢ticas nos dijo que era importante comer pescado porque nos har¨ªa m¨¢s inteligentes y se nos dar¨ªan mejor las matem¨¢ticas. Recuerdo c¨®mo compa?eros me dec¨ªan que yo no tomase porque no quer¨ªan que se me dieran a¨²n mejor. Y no s¨¦ de d¨®nde ven¨ªa esa preocupaci¨®n: se me daban fatal y fue gracias al esfuerzo y cari?o de mis padres que se me dieron un poco mejor. Descubr¨ª que muchos asociaban ser asi¨¢tico con buen nivel de matem¨¢ticas, con ser sumisos o introvertidos por naturaleza (n¨®tese el capacitismo).
Se nos asociaba err¨®neamente como la minor¨ªa mod¨¦lica, un grupo cuyos miembros perciben que logran un mayor grado de ¨¦xito socioecon¨®mico que el promedio de la poblaci¨®n. Un ¨¦xito que suele medirse por ingresos, educaci¨®n, criminalidad baja y alta estabilidad familiar/matrimonial. El concepto es controvertido ya que se ha usado hist¨®ricamente para sugerir que no es necesario que el gobierno tome medidas para ajustar las disparidades socioecon¨®micas entre ciertos grupos, bas¨¢ndose en que los asi¨¢ticos han sido la minor¨ªa que se ha ¡°adaptado¡±, a pesar del racismo institucional que vivieron los asi¨¢ticos americanos por la ley de exclusi¨®n de chinos en el siglo XIX. Esto es peligroso ya que discrimina otros grupos racializados y a la vez homogeniza a la comunidad asi¨¢tica.
Uno de los primeros chicos con los que sal¨ª me llam¨® potato queen y me identific¨® con una patata. En la comunidad gay blanca, a los asi¨¢ticos se les llama reina patata cuando solo salen con hombres blancos, y cuando solo salen con hombres asi¨¢ticos son sticky rice (arroz glutinoso). A los blancos atra¨ªdos por asi¨¢ticos rice queen (reina arroz). Esta forma de etiquetar las relaciones racialmente jerarquizadas muestra el racismo, la cosificaci¨®n y la fetichizaci¨®n de los cuerpos racializados desde la mirada hegem¨®nica blanca.
El primer chico con el que sal¨ª se fij¨® en m¨ª no porque se sintiera atra¨ªdo hacia m¨ª sino porque yo era asi¨¢tico. Esto muestra que nuestros cuerpos son desechables y que pueden ser sustituidos. Por lo tanto, las violencias ejercidas hacia los cuerpos racializados no ocurren solamente fuera de grupos oprimidos sino dentro de ellos tambi¨¦n.
S¨ª, gran parte de mi identidad fue forjada desde la comida y form¨® gran parte en mi deconstrucci¨®n. Descubr¨ª m¨¢s tarde que, aunque me hubieran comparado a todas las frutas, las comidas, los postres posibles, yo no era ninguno de los que hab¨ªan mencionado. Que compararme con algo comestible era fetichizar y demonizar nuestros cuerpos racializados. Ni siquiera los papeles ni documentos me identifican.
Ni siquiera los papeles ni documentos me identifican; las hojas para liar me representan mejor que cualquier t¨ªtulo universitario o certificado que intentaba etiquetarme como algo que no era o que no me sent¨ªa reflejado. Y lo ¨²nico que s¨¦ es que, yo soy, y con todo el orgullo del mundo, asi¨¢tique, amarillo por fuera y amarillo por dentro.
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