El oscuro culto global al asesino del metro

Ocurri¨® bajo tierra. Un crimen a sangre fr¨ªa. La pu?alada inesperada de un soldado profesional a un chico antifascista de 16 a?os. M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, el nombre de quien bland¨ªa el pu?al es objeto de culto por supremacistas blancos de todo el mundo. Como Brenton Tarrant, que antes de matar a 50 personas la semana pasada en dos mezquitas de Nueva Zelanda, hab¨ªa escrito con tinta blanca su nombre en el fusil: Josu¨¦ Est¨¦banez.

Han pasado 12 a?os desde que el neonazi asesin¨® a Carlos Palomino en el metro de Madrid , pero su crimen no ha ca¨ªdo en el olvido. En foros en ingl¨¦s o espa?ol, en las cloacas de Internet y en redes sociales como YouTube, Est¨¦banez es tratado como un "¨ªdolo" por usuarios que mandan sus "respetos" desde Holanda, Ucrania o Australia. El crimen pervive en buena parte porque existe un v¨ªdeo de 4:20 minutos de las c¨¢maras de seguridad que muestra la pu?alada mortal que asest¨® en el t¨®rax del antifascista.

Era 11 de noviembre de 2007. Aquel d¨ªa Est¨¦banez se dirig¨ªa a una manifestaci¨®n contra la inmigraci¨®n convocada por el partido xen¨®fobo Democracia Nacional (DN) cuando se top¨® en el vag¨®n con un grupo de simpatizantes antifascistas que acud¨ªan a protestar contra el acto. Esteb¨¢nez fue condenado a 26 a?os de prisi¨®n por el asesinato, al que se le a?adi¨® el agravante de discriminaci¨®n ideol¨®gica.

En un principio el crimen de Est¨¦banez tuvo un alcance medi¨¢tico local; ahora el asesino espa?ol es admirado por extremistas de cualquier parte. Se trata de un movimiento que se ha internacionalizado en la Red. "Esto ya no es un asunto local, se ha convertido en una inspiraci¨®n para radicales de todo el mundo", dice sobre los cr¨ªmenes ideol¨®gicos Jacob Davey, investigador de ISD, una organizaci¨®n con sede en Londres que monitorea el odio en Internet.

Aunque Est¨¦banez es mucho menos conocido, comparte protagonismo con autores de otros cr¨ªmenes ideol¨®gicos y masacres como los de la escuela de secundaria de Columbine, en Estados Unidos, una matanza de hace 20 a?os que ha sido citada como inspiraci¨®n por decenas de adolescentes de EE UU y otros pa¨ªses.

Es una cultura t¨®xica de clara incitaci¨®n a la violencia que hace temer a autoridades y expertos por un efecto contagio. "Todo el mundo quiere saber por qu¨¦ est¨¢n ocurriendo m¨¢s actos violentos de este tipo y uno de los factores que pueden estar motiv¨¢ndolos es Internet", dice Peter Langman, psic¨®logo estadounidense que cree que existe un peligroso fen¨®meno de imitadores.

Por lo que se sabe de momento, el sospechoso de la reciente masacre en Nueva Zelanda no pertenec¨ªa a ning¨²n grupo violento. Era un lobo solitario que aparentemente se radicaliz¨® en foros de Internet en ingl¨¦s como 8chan, considerado uno de los espacios m¨¢s an¨¢rquicos de la Red, donde abunda el odio y los usuarios an¨®nimos. Su due?o, el empresario estadounidense de Internet Jim Watkins, que vive en Filipinas, donde se dedica a la crianza de cerdos, se ha preciado de su permisividad en entrevistas: "Es libertad de expresi¨®n". Buena parte del contenido son memes ofensivos, v¨ªdeos o im¨¢genes con tono de s¨¢tira. Seg¨²n el medidor de audiencia online Alexa, 8chan es la p¨¢gina 4.036 con m¨¢s tr¨¢fico del mundo.

Consciente del valor de los v¨ªdeos impactantes en la era online, el autor de la masacre en Nueva Zelanda grab¨® su v¨ªdeo con una c¨¢mara GoPro y lo difundi¨® en directo por Facebook Live. Los equipos de monitoreo de las redes sociales han luchado para eliminar el v¨ªdeo. Facebook, que no impidi¨® que casi 200 personas vieran la masacre en directo, inform¨® de que en las primeras 24 horas borr¨® de su plataforma 1,5 millones de v¨ªdeos relacionados con la matanza.

En 8chan, en cambio, no hay control alguno a pesar de que en la secci¨®n de preguntas m¨¢s frecuentes de la p¨¢gina aseguran que eliminan todo lo prohibido por la ley de EE UU, como la pornograf¨ªa infantil. Desde el atentado, usuarios an¨®nimos han publicado decenas de versiones del v¨ªdeo. En uno el ataque aparece ambientado en Matrix y el terrorista de Nueva Zelanda como si fuera Neo.

Postales a la celda

Brenton Tarrant admiraba a otros autores de matanzas medi¨¢ticas motivados por ideolog¨ªa supremacista blanca. Cree que existe un genocidio de la raza blanca. Lo dej¨® dicho en un escrito de 74 p¨¢ginas, similar al manifiesto de Unabomber, el cient¨ªfico-terrorista que mand¨® cartas bomba en Estados Unidos en los a?os ochenta. Adem¨¢s, estamp¨® el nombre de criminales que le hab¨ªan inspirado. Ah¨ª es donde aparece Josu¨¦ Est¨¦banez (Estabanez, por error) junto a otros personajes hist¨®ricos como el rey Pelayo o Carlos Martel, que lucharon en tiempos medievales en guerras religiosas contra los musulmanes.

?C¨®mo lleg¨® el nombre de un asesino de las catacumbas de Madrid a Nueva Zelanda, el punto m¨¢s alejado de Espa?a? El culto maldito a la figura de Esteb¨¢nez comenz¨® a fraguarse poco despu¨¦s del crimen. Su impacto fue nacional pero usuarios de foros xen¨®fobos en ingl¨¦s como Stormfront se hicieron eco del caso. En algunos mensajes compart¨ªan datos de una cuenta de banco del BBVA para hacer donaciones y en otros piden enviar postales de apoyo a su celda.

En un art¨ªculo en la web neonazi en ingl¨¦s The Daily Stormer escrito con ocasi¨®n del aniversario del crimen, en 2013, el autor, Alfred Heisenberg, lo presenta como "un soldado valiente" acorralado frente a "terroristas rojos". The Daily Stormer, que se llama as¨ª en referencia al tabloide preferido de Hitler, Der St¨¹rmer, es una de las webs de referencia para supremacistas blancos del mundo anglosaj¨®n. Desde agosto de 2017 ha luchado por permanecer accesible en Internet despu¨¦s de que varios dominios como ".com" la bloquearan. Actualmente es accesible bajo el dominio ".name".

Los admiradores de Est¨¦banez consideran excepcional que actuara solo en el metro. "No puedo imaginarme la adrenalina que debe haber bombeado por el cuerpo de este h¨¦roe al abrirse las puertas del vag¨®n y ser rodeado por la multitud", dice el art¨ªculo. En un v¨ªdeo de los hechos subido a YouTube, el titular remarca esa misma idea: "50 AFA (antifascistas) versus un nacionalista en Espa?a", dice en ingl¨¦s. El usuario que subi¨® esa versi¨®n le puso una m¨²sica que recuerda a la de un videojuego. En YouTube hay versiones en distintos idiomas pidiendo la libertad para el asesino. En espa?ol una versi¨®n tiene la m¨²sica del grupo de rock nacionalista Estirpe Imperial.

De prueba a apolog¨ªa

En 2009, cuando EL PA?S public¨® en exclusiva el v¨ªdeo, las im¨¢genes ten¨ªan valor informativo porque desmontaban la tesis de que Esteb¨¢nez actu¨® en leg¨ªtima defensa justo en un momento en que el caso estaba siendo juzgado. Las im¨¢genes muestran al militar sacando una navaja de 25 cent¨ªmetros mientras el tren frena al entrar en la estaci¨®n. En ese momento ya ha visto a los antifascistas, entre los que se encuentra el chico al que est¨¢ a punto de matar. Al abrirse las puertas, Est¨¦banez los espera en actitud desafiante. Ellos le rodean. Palomino se acerca y agarra con dos dedos la sudadera que lleva, de la marca Three Stroke, fetiche de los ultras de derecha. Es entonces cuando le clava el pu?al en el coraz¨®n.

De ese momento se ha hecho m¨¢s de una lectura. La de los neonazis es la prueba irrefutable de un bravo soldado que enfrent¨® a una multitud que lo quiso linchar, aunque los hechos le desmientan en parte. En foros de ideolog¨ªa nazi se le considera una personificaci¨®n de su lucha.

La difusi¨®n de contenido extremo en la Red supone un desaf¨ªo para autoridades, medios de comunicaci¨®n y compa?¨ªas que ofrecen servicio de Internet. Uno de los temas en discusi¨®n es cu¨¢nta influencia ejerce sobre la mente de los asesinos el ejemplo de anteriores criminales ya que las motivaciones de cada autor son complejas. El caso de los asesinos de Columbine es uno de los m¨¢s estudiados y parece respaldar la tesis del contagio criminal. Desde esa masacre de 1999 en la que dos estudiantes mataron a 13 compa?eros y se quitaron la vida, han surgido sucesores que se autodenominan columbiners.

El psic¨®logo Langman ha identificado m¨¢s de 30 asesinos en escuelas de Estados Unidos y el extranjero que han citado expl¨ªcitamente Columbine como una influencia o han hecho referencias orales o escritas que suger¨ªan que influy¨® en sus propios ataques. El autor advierte en conversaci¨®n telef¨®nica que su estudio accesible en la web y actualizado en 2018 ya ha quedado desfasado porque los autores de la masacre de ocho estudiantes en Brasil la semana pasada tambi¨¦n hicieron menci¨®n a Columbine.

En la ¨²ltima semana han crecido voces que piden poner control en foros donde todo vale, como 8chan. Pero en Estados Unidos, donde la libertad de expresi¨®n es un valor m¨¢s protegido que en pa¨ªses europeos, muchos expertos creen que ser¨ªa m¨¢s efectivo restringir el control en el acceso a las armas, aunque este es otro derecho muy arraigado, protegido por la Constituci¨®n.

DN, un partido minoritario, xen¨®fobo y hom¨®fobo, estaba tras la manifestaci¨®n antiinmigraci¨®n a la que acud¨ªa Est¨¦banez cuando se cruz¨® con Palomino. La formaci¨®n se encarg¨® de difundir por toda Espa?a una campa?a llamada 3J: Juicio Justo por Josu¨¦. Apenas tuvo repercusi¨®n en la vida cotidiana pero en los foros radicales, a?os despu¨¦s, todav¨ªa tiene eco. "Va a cumplir 26 a?os por defenderse de un ataque comunista. Sinti¨® un miedo irracional (lo que argument¨® su defensa) que le llev¨® a actuar as¨ª", defiende Pedro Chaparro, el presidente.

El partido reparti¨® por todo el pa¨ªs autoadhesivos de gran tama?o con la cara estampada de Josu¨¦, con un filtro como si fuera el Che, pero Chaparro no contempla al asesino como un mito. Cree que fue una desgracia para Est¨¦banez "y el adversario que result¨® fallecido". En su particular an¨¢lisis, sostiene que su nombre ha trascendido porque hay "un auge de la violencia de la ultraizquierda". El asesino, bajo este prisma, es la v¨ªctima.

Y esa tesis se comparte en algunos en algunos rincones del mundo. Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, sostiene que en la guerra racial global hay grupos neonazis espa?oles, muy peque?os, de escaso n¨²mero, pero activos y de ideas muy radicales. Ibarra destaca, por ejemplo, que el autor de la masacre en Noruega en 2011 ten¨ªa un conocimiento muy profundo de la ultraderecha espa?ola, como mostr¨® en su memor¨¢ndum escrito antes del ataque.

"Hay una trama que se conecta en Internet. Aparentemente son lobos solitarios pero est¨¢n en contacto con el resto, en foros secretos. Hay una conexi¨®n ideol¨®gica. Y viajan bastante", sostiene Ibarra, que lleva 25 a?os dedicado al estudio y la denuncia de los grupos radicales de derechas.

Una muestra de esa movilidad es el viaje que hizo Brenton Tarrant a Espa?a en 2018, cuando visit¨® ocho provincias. ?Fue ah¨ª cuando conoci¨® la historia de Est¨¦banez? La polic¨ªa trata de averiguar qu¨¦ hizo durante esos d¨ªas y a qui¨¦n visit¨®.

Los elogios al asesino espa?ol siguen llegando. Hace siete meses un grupo nazi n¨®rdico, The Nordic Resistance Movement, present¨® a Est¨¦banez en un podcast como "un campe¨®n". Difundieron el programa con los hashtags en espa?ol #estebanez y #libertad. En Internet el culto no envejece.