Una escuela en la que se aprende a vivir

Es la hora de la lectura en la escuela Encants de Barcelona. Dedican 15 minutos diarios a esta tarea. Los alumnos se desperdigan por todas las instalaciones: unos se sientan en las mesas, otros en la terraza, algunos en el suelo de los pasillos. Cada uno elige el libro y el espacio donde leer. La entrada por la ma?ana y la salida de la tarde se hace con m¨²sica relajante. Los alumnos calzan zapatillas de casa. Los zapatos o las deportivas se dejan en unas estanter¨ªas a la entrada. ¡°Todo genera bienestar. Si est¨¢s bien puedes conectar bien con el aprendizaje. Detr¨¢s de muchos fracasos escolares hay ni?os que no son felices¡±, destaca Agn¨¨s Barba, directora del centro.

Con estos principios afronta el d¨ªa a d¨ªa la escuela Encants, uno de los referentes de innovaci¨®n educativa. Nacida hace diez a?os y con casi 500 alumnos, aqu¨ª se rompe con los espacios, la visi¨®n por edades, los deberes, los libros...

¡°Ve¨ªamos que la escuela tradicional no funcionaba y ten¨ªamos claros dos aspectos: trabajar con las emociones es fundamental para que los alumnos tengan ganas de descubrir lo que les rodea; y que el profesor debe dar respuestas individuales a cada alumno porque no hay una ¨²nica manera de hacer las cosas¡±, abunda la directora del centro Escants, Agn¨¨s Barba. Explica que el espacio lectivo se organiza en tres tiempos: el personal, donde hay libre circulaci¨®n y ellos deciden qu¨¦ hacen y con qui¨¦n; el de grupo, donde se comparten relaciones, emociones e intercambian opiniones; y el de la investigaci¨®n y el trabajo cooperativo, en el que realizan investigaciones y proyectos en peque?os grupos. ¡°A la escuela no vamos a aprender conocimientos, sino a vivir, a crecer como persona, aportar el m¨¢ximo a la sociedad y a ser felices¡±, resume.

En el ¨¢rea infantil, se mezclan los ni?os de tres a cinco a?os. ¡°Es interesante el rol que adoptan los ni?os, de peque?os y mayores. Para los de P3 es m¨¢s motivador estar con los mayores, aprenden m¨¢s r¨¢pido. Y los de P5 aprenden a ser m¨¢s responsables¡±, explica Sandra, una de las profesoras, que antes trabaj¨® en una escuela m¨¢s tradicional.Els Encants es uno de la treintena de centros pioneros del movimiento de renovaci¨®n pedag¨®gica que la entidad Escola Nova 21 est¨¢ ayudando a extender a muchos otros desde hace tres a?os. De momento ya son casi 500 los que trabajan en esta direcci¨®n. Eduard Vallory, responsable de la entidad, explica que dicho cambio se basa en cuatro pilares: qu¨¦ deben aprender los alumnos, c¨®mo lo aprenden (m¨¢s creatividad y menos memoria), que la avaluaci¨®n no sea sancionadora y que la escuela est¨¦ organizada para promover este cambio continuo.

Con el acompa?amiento de Escola Nova 21 y la visita a otros centros, el instituto Costa i Llobera de Barcelona impuls¨® hace tres a?os una serie de cambios para favorecer el trabajo cooperativo y global, eliminando parte de la estructura por asignaturas. ¡°Con el trabajo cooperativo aprenden a trabajar en grupo, de manera que si un alumno hace la mayor¨ªa del trabajo debe saber dar un paso al lado y dejar que el resto participe¡±, explica Abraham de la Fuente, miembro del equipo que impulsa la transformaci¨®n.

Para los alumnos con dificultades han emprendido el proyecto Som com som, que les permite durante unas horas optar por otra actividad, como monitor del comedor o en el rinc¨®n de lectura con los peque?os. El camino hacia la innovaci¨®n topa con dificultades. Seg¨²n Vallory, las principales son la formaci¨®n del profesorado, que no ha sido preparado para la ense?anza por competencias, y la evaluaci¨®n. Con todo, administraciones y escuelas saben que el cambio es necesario e imparable y en ello trabajan otras entidades como Rosa Sensat, los movimientos de renovaci¨®n pedag¨®gica o Educaci¨®n 360.

La Secundaria sigue siendo la asignatura pendiente en cuanto a la innovaci¨®n pedag¨®gica. Uno de los problemas que encuentran muchos alumnos es que el modelo innovador que segu¨ªan en primaria se esfuma en el instituto. ¡°Lo que m¨¢s les cuesta es estar tres horas seguidas sentados escuchando a una persona¡±, explica la directora del Encants, Agn¨¨s Barba. ¡°Pasan de tener en primaria dos o tres maestros que los conocen y que saben c¨®mo aprenden, a tener diez profesores, cada uno con su materia, que no les hacen un seguimiento individual¡±, a?ade Josep Antoni Garcia, jefe de estudios de secundaria del Costa i Llobera, que tambi¨¦n imparte primaria. En este centro apuestan por reducir el n¨²mero de profesores y que estos impartan una ense?anza m¨¢s global. ¡°Se gana en calidad y el paso de la primaria a secundaria ya no es un corte¡±, zanja Garcia.