Buscarse la vida tras el sueldo p¨²blico

Percival Manglano ha sido consejero de Econom¨ªa de la Comunidad de Madrid y concejal en el Ayuntamiento. Despu¨¦s de 15 a?os en pol¨ªtica, lo deja todo para ser becario, con 46 a?os, una hija y otra en camino. En 2014, cuando trabajaba en la Unesco en Par¨ªs, empez¨® a estudiar Derecho en la UNED y sigui¨® cuando en 2015 se incorpor¨® al Grupo Municipal popular. Ahora estudia en ICADE, cuatro tardes a la semana, el m¨¢ster obligatorio para colegiarse y ejercer la abogac¨ªa. "Desde el principio te piden que busques una empresa para hacer las pr¨¢cticas obligatorias", cuenta. ?l se empez¨® a poner nervioso al ver que a sus compa?eros veintea?eros les llamaban para entrevistas y a ¨¦l no. Cuando por fin le convocaron a una, le preguntaron si estaba seguro de que quer¨ªa ser becario a su edad. "La respuesta es tan evidente que no dud¨¦", dice. Vive "con naturalidad" saber que ser¨¢ el m¨¢s mayor y tendr¨¢ jefes m¨¢s j¨®venes. "Una cosa es estudiar Derecho y otra ejercer", se?ala, y sabe que tiene mucho que aprender.

Manglano asegura que ve la pol¨ªtica "m¨¢s como hacer que estar". "Tienes una misi¨®n, la cumples, y no por ello tienes que quedarte", insiste el todav¨ªa concejal, que opina que "en Espa?a tiene que ser m¨¢s natural que la gente entre y sobre todo, salga de la pol¨ªtica". Como "liberal ejerciente", defiende que "el poder pol¨ªtico tiene que ser contenido". ?l quiere tener m¨¢s experiencia en el sector privado. "Me quedan 25 a?os de vida profesional y es mucho tiempo", se?ala. Aunque empiece de cero, cree que tiene tiempo para desarrollarse. Es un giro radical a su carrera y reconoce que siente "v¨¦rtigo", pero cree que hace lo correcto "aunque afecte a las cuentas familiares y haya que abrocharse el cintur¨®n" y cuenta con el apoyo de su esposa. "Es un salto, pero espero que no uno al vac¨ªo".

El suyo no es un caso ¨²nico. Concejales capitalinos y diputados auton¨®micos que no han entrado en listas (por voluntad propia o ajena) buscan ahora un horizonte profesional. Los ediles lo hacen con la tranquilidad de haber cobrado 5.484,29 euros brutos al mes, 8.297,64 si pertenec¨ªan al equipo de Gobierno. Y los representantes regionales, con el colch¨®n que hayan generado a trav¨¦s de los 3.503 euros brutos mensuales que han cobrado a lo largo de la legislatura, m¨¢s extras que van de los 508,18 a los 1.825,23 euros mensuales en funci¨®n de sus puestos en los respectivos grupos parlamentarios y comisiones.

Por si acaso, la Mesa de la Asamblea, que regula la vida interna de la C¨¢mara, decidi¨® que los diputados no devolvieran los iPad que se les entregaron a principios de la legislatura. En el Ayuntamiento todav¨ªa no han decidido si pueden quedarse los m¨®viles, las tablets y los port¨¢tiles que recibieron. El de la Asamblea es un gesto de complicidad en un momento de m¨¢xima frialdad. Cuando llega el momento de elaborar las listas electorales, en los partidos nadie conoce a nadie. Es un s¨¢lvese quien pueda en el que est¨¢ en juego la carrera pol¨ªtica, pero tambi¨¦n el pago del alquiler o la hipoteca.

¡°Yo lo dejo por decisi¨®n propia¡±, dice Pablo Padilla, que seguramente podr¨ªa haber encontrado acomodo en las filas del partido de ??igo Errej¨®n y Manuela Carmena. ¡°Voy a echar una mano en la campa?a electoral y luego voy a echar curr¨ªculos. Lo tengo que actualizar. Como cualquier joven, har¨¦ varios: uno m¨¢s centrado en la formaci¨®n espec¨ªfica, y otros para curros precarios¡±, sigue este exdiputado regional que logr¨® sacar tiempo durante su paso por la Asamblea para estudiar un posgrado de agente de igualdad por la UNED. ¡°Vengo de hacer encuestas telef¨®nicas¡±, recuerda Padilla, de 30 a?os, que recalca que ¨¦l seguir¨¢ haciendo pol¨ªtica, aunque sea fuera de las instituciones. ¡°Me gustar¨ªa no tener que volver a hacer eso. Pero no se me caen los anillos. Habr¨¢ que ir buscando trabajos. Y lo puedo hacer con tranquilidad, no como cualquier joven: incluso con nuestras limitaciones salariales, por primera vez, como no tengo obligaciones familiares, ni hipoteca, he conseguido ahorrar¡±.

¡°Yo doy el paso porque he disfrutado una barbaridad en la pol¨ªtica, me ha gustado mucho, pero me ha restado tiempo de mi vocaci¨®n que es pintar¡±, explica Anka Moldovan, que cerr¨® la legislatura como diputada del PP y ahora se muda a Asturias, donde ya ha puesto en marcha su sue?o de convertir un granero en taller para seguir iluminando lienzos. ¡°Mi tema es el factor humano¡±, cuenta la exrepresentante, de 43 a?os. ¡°Por eso el paso por la pol¨ªtica me ha enriquecido mucho, por mis compa?eros, y por los adversarios, entre los que he hecho amigos. Me llevo mucho bagaje que quiero ver c¨®mo canalizar y expresar¡±, argumenta. ¡°?V¨¦rtigo? Siempre. Pero tambi¨¦n lo tuve cuando tom¨¦ la decisi¨®n de coger el esca?o. Es una aventura todo. Pero ha llegado el momento. Conf¨ªo en que salga bien. Tengo muchas ganas de pintar. No tengo hipotecas. Tengo libertad para dar este paso¡±.

Otros, como la concejal Celia Mayer, que no ha entrado en las listas de M¨¢s Madrid, se quedar¨¢n en paro hasta que dejen su cargo en junio. La edil, de 36 a?os, aprovechar¨¢ para descansar unos meses. Y despu¨¦s buscar¨¢ trabajo en su ¨¢mbito, la investigaci¨®n social. Tambi¨¦n hay otros representantes que se guardan las espaldas por si la inestabilidad pol¨ªtica acaba por afectarles: estudian para opositar si no logran el acta deseada, tan apretadas ser¨¢n las elecciones de mayo.

L¨®pez, por su parte, ultima estos d¨ªas el lanzamiento de su nuevo libro, Microcracia (Clave Intelectual). ¡°Gano aqu¨ª, en la pol¨ªtica institucional, un 40% menos de lo que ganaba fuera, y vuelvo a un mercado que paga en esos t¨¦rminos¡±, explica este ingeniero agr¨®nomo, de 52 a?os. ¡°Nunca me mov¨ª por dinero, y saliendo fuera s¨¦ que me va a ir mejor en eso¡±, cuenta para recalcar que su ilusi¨®n es seguir en la gesti¨®n de lo p¨²blico, porque, sostiene, Espa?a vive un momento clave. ¡°Despu¨¦s de estos a?os me quiero dedicar a la pol¨ªtica p¨²blica, a cosas concretas: qu¨¦ va a pasar con las ciudades, con la energ¨ªa en las casas, con la movilidad, con el empleo¡­ Si puede ser desde dentro de una Administraci¨®n, bien. Y si es desde fuera, tambi¨¦n. Hay consultor¨ªas, organizaciones sociales, varias posibilidades. Una vez sabido que no vas en las listas, la gente te llama. El tel¨¦fono son¨® desde el primer d¨ªa¡±.