¡°Nada de estad¨ªsticas: hay que mirar a la cara a la gente¡±

En la terraza del caf¨¦ Barbieri de Lavapi¨¦s, Pepu Hern¨¢ndez pasa m¨¢s o menos desapercibido. Llega de Mercamadrid, donde se ha prestado a servir de interlocutor a quien haga falta. Va estudiando la ciudad sobre el terreno y planificando qu¨¦ hacer tanto si gana como si pierde la alcald¨ªa como cabeza de lista del PSOE. Pedro S¨¢nchez le convenci¨® para formar equipo en una federaci¨®n de perdedores, como la socialista madrile?a. El campe¨®n del mundo de baloncesto cree que puede revertir ese destino.

Pregunta. Si hay una palabra que le obsesiona desde que entrenaba al baloncesto es equilibrio. ?C¨®mo lo traslada a la pol¨ªtica?

Respuesta. Pues que Madrid, para m¨ª, es una ciudad desequilibrada, de salida. No muy organizada, aunque eso est¨¦ en su ADN. Debemos pensar en corregir eso. Una cosa es que aceptemos c¨®mo somos y otra que nos anclemos en ello. M¨¢s cuando representa desorganizaci¨®n y caos. Puede cambiar en ese sentido. Sobre todo, socialmente. Las 21 peque?as ciudades que conviven en el total, divergen demasiado entre s¨ª. Por ejemplo, las mujeres. Tenemos 1.720.000 mujeres, un porcentaje muy superior al de hombres, que parten de una desigualdad¡­

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P. Sale usted al ataque, en tromba. No ha dado tiempo ni de encender la grabadora.

R. A m¨ª me da igual el on que el off. Puede ser un error o no. Yo no entiendo la diferencia y creo que no la voy a entender nunca.

P. En su experiencia como ciudadano, ?usted es de los que sufren la ciudad o la disfrutan?

R. Sobre todo, la he disfrutado, pero hay momentos para sufrirla tambi¨¦n. Llevo 61 a?os viviendo aqu¨ª, salvo periodos muy cortos. Yo nac¨ª en la calle Hortaleza [n¨²mero] 75 y al a?o y medio me fui a Canillejas. Luego me mud¨¦ cerca del Ramiro de Maeztu, cuando entrenaba a Estudiantes, ahora tengo una visi¨®n mucho m¨¢s completa. He visitado todas las circunscripciones del PSOE.

P. ?Y ya le quieren? Porque en su partido, desde hace mucho, ven a los candidatos a la alcald¨ªa como paracaidistas: otro que se viene a estrellar.

R. S¨ª, bueno. Yo he votado a varios, a veces con m¨¢s ganas que otras. Pero creo que se ha pacificado. Entiendo que es un buen momento para meterme en este proyecto desde una perspectiva aut¨®noma, porque ser independiente dentro de un partido pol¨ªtico es la cuadratura del c¨ªrculo. Lo que s¨ª me siento es idealista, a mi edad.

P. ?Eso le viene por haber estudiado en un lugar como el Ramiro de Maeztu, heredero de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza (ILE)?

R. No me cabe ninguna duda. Admir¨¦ siempre la ILE. Mi padre me llev¨® all¨ª porque ¨¦l hab¨ªa estudiado en el Instituto Escuela, tambi¨¦n en esa ¨®rbita. Mi abuelo, tambi¨¦n. Fue tesorero de una asociaci¨®n llamada de la clase media, cuyo presidente era Santiago Ram¨®n y Cajal, de aquel grupo de la Instituci¨®n Libre. Yo fui tremendamente feliz en toda mi etapa escolar. Mi mujer no, por ejemplo, que fue a uno de monjas. Yo percib¨ª esos valores, no por las notas que sacaba. No era ni bueno ni malo, pensaba mucho en el baloncesto.

P. No le fue mal en ello.

R. No, pero tambi¨¦n pienso que me hubiera gustado ser profesor. De historia.

P. Un entrenador en cierta forma lo es.

R. Es verdad. A un jugador que est¨¢s formando no solo puedes hablarle de t¨¦cnica. Necesita otras cosas con qu¨¦ formarse: valores. Un entrenador, por otra parte, debe ser sobre todo justo. En mi programa aplico muchas f¨®rmulas derivadas de esto. Pienso en una ciudad educada y educativa. En una aportaci¨®n constante de conocimiento entre viejos y j¨®venes y viceversa, porque los j¨®venes, ahora, tienen mucho que ense?ar a nuestros mayores.

P. ?Dedicarse al baloncesto en Espa?a es ir contracorriente?

R. Para m¨ª, s¨ª. Aunque tambi¨¦n nos gustaba el f¨²tbol. En nuestro barrio ¨¦ramos del Atl¨¦tico, pero yo he sido socio del Real Madrid 41 a?os porque mi padre me sacaba el carn¨¦. Con ese carn¨¦ entraron unos cuantos amigos, se lo tir¨¢bamos desde dentro y pasaban.

P. Como se entere Florentino¡­

R. Ya se lo he dicho.

P. Eso le ha tenido que crear a usted un conflicto serio en la cabeza.

R. No, porque si me preguntan de qu¨¦ equipo soy siempre digo: Estudiantes. Sin duda.

P. ?C¨®mo le convenci¨® Pedro S¨¢nchez para presentarse?

R. Doy el paso porque me dicen que puedo ayudar en lo que creo que tengo m¨¢s experiencia: la formaci¨®n de equipos para competir, poner proyectos en marcha y comunicar. Intento mejorar eso y transformar un grupo en un equipo, que son cosas distintas. Creo en la fortaleza de los partidos pol¨ªticos m¨¢s que en determinadas plataformas cuya eficacia es dif¨ªcil de mantener. Creo m¨¢s en la puesta en com¨²n que ofrecen los partidos.

P. ?C¨®mo quiere que act¨²e su equipo para no perder?

R. Dando propuestas y soluciones para mejorar y facilitar las cosas en la ciudad. En temas de igualdad, medio ambiente, econom¨ªa, movilidad... Madrid se parece poco entre las distintas zonas que la componen. No solo geogr¨¢ficamente, tambi¨¦n entre grupos de distintas edades. Si trazamos una raya, la desigualdad es manifiesta entre el sureste y el noroeste. Falta de equipamientos, trabajo, apoyos sociales. Yo creo en la igualdad de oportunidades. Madrid siempre se examina desde el centro. Hay que mirarla tambi¨¦n desde la periferia.

P. Pero tampoco sin dejar de su mano mayor al centro, que se ha convertido en un campo para la explotaci¨®n de ese espejismo que llaman econom¨ªa colaborativa. ?No lo ha arrojado esto a ser presa de desigualdades?

R. S¨ª, es verdad. No solo en la vivienda, por el predominio de las tur¨ªsticas. Pero hay que desviar muchas cosas de ah¨ª y crear focos de atracci¨®n en otras zonas. Madrid debe ser reconocible en lo que ya lo es, pero debe multiplicarse.

P. ?Ampliar¨¢, como ha anunciado, Madrid Central?

R. Es aplicable a otras zonas. De esta forma, no. Fue una idea perfecta, por cierto, del PSOE, pero implementada de aquella manera. Sin comunicaci¨®n apenas con los afectados directos, dentro y fuera. Madrid no es una isla, est¨¢ rodeada por un cintur¨®n y pertenece a una comunidad. Los ciudadanos de Madrid no son solo los que viven en el centro, tambi¨¦n quienes trabajan all¨ª. El tema de medio ambiente es prioritario. Pero vamos a ver qu¨¦ pasa con los comercios y otras actividades que pueden sufrir consecuencias.

P. ?Es muy distinto el Madrid en que creci¨® y el de ahora?

R. Hay muy pocas ciudades como Madrid en el mundo. Pero me siguen dando envidia esas que sin problemas de movilidad, ya los han resuelto antes de que se produzcan. En eso, energ¨ªa o medio ambiente, vamos atrasados respecto a otras. Hay que aprender sin dejar de conservar la esencia. No deseo que en ese aspecto se transforme radicalmente.

P. Me dicen que es usted un hombre con mucha suerte. ?Le toc¨® la quiniela?

R. S¨ª, en el 96.

P. ?Cu¨¢nto?

R. Algo aceptable. Pero solo con suerte no se gana el campeonato del mundo.

P. ?Por qu¨¦ cree que vencieron?

R. Porque hicimos una muy buena preparaci¨®n y pensamos en todas las posibilidades antes de que se produjeran. Desde las claves de la plantilla a los contrarios. Planificaci¨®n y preparaci¨®n. No hubo conflictos. Hubo franqueza y confianza para disentir. Cada ma?ana parec¨ªa el d¨ªa de la madre. Lo m¨¢s importante no fue ganar sino c¨®mo se gan¨®: con valores, comport¨¢ndonos. Cuando a los jugadores les preguntaron por qu¨¦, muchos contestaron lo que les dije en el primer entrenamiento: respeto, confianza y generosidad. Valores. Nada de estad¨ªsticas, sino mirar a la cara a la gente.