Un nuevo bloque de votantes que aborrece la palabra izquierda

Cesta Rep¨²blica es aparentemente un nombre inocente para un local de artesan¨ªa en una callecita del muy madrile?o barrio de Chueca. En realidad esconde un gui?o pol¨ªtico solo apto para los opositores venezolanos m¨¢s atentos. La clave es que los venezolanos pronuncian cesta seseando, igual que sexta, y Venezuela vive desde la irrupci¨®n del chavismo en la Quinta Rep¨²blica. Aqu¨ª se re¨²nen por las tardes los intelectuales venezolanos para escuchar a escritores y charlar con una copa de vino.

Uno de los socios fundadores es Guillermo Barrios, de 67 a?os, el antiguo decano de arquitectura de la universidad m¨¢s grande de Venezuela, la Central. Dice que a pesar del nombre, Cesta Rep¨²blica no es un espacio pol¨ªtico, sino m¨¢s bien art¨ªstico, pero trat¨¢ndose de venezolanos es inevitable que en las conversaciones se hable mucho de pol¨ªtica, la de all¨¢ y la de ac¨¢, sobre todo ahora que se acercan las elecciones municipales y auton¨®micas del domingo.

?l se declara ¡°muy carmenista¡± porque aprecia que la alcaldesa haya contribuido a devolver la ciudad a los peatones. Pero advierte que es un caso raro. Lo m¨¢s a la izquierda que suelen votar los venezolanos de Espa?a es a Ciudadanos. Hay que entender, dice, que los inmigrantes venezolanos han vivido una experiencia muy traum¨¢tica y tienen una relaci¨®n complicada con los partidos que se dicen de izquierda en Espa?a.

Muchos de los 90.220 inmigrantes venezolanos en la regi¨®n de Madrid tienen pasaporte espa?ol porque llegaron con ¨¦l a Barajas gracias a que son los hijos de los espa?oles que durante el franquismo se exiliaron o emigraron al pa¨ªs sudamericano. Casi 49.500 tienen pasaporte espa?ol o de otro pa¨ªs europeo, seg¨²n el INE; muchos votar¨¢n el domingo. Son quiz¨¢s un bloque de nuevos votantes a¨²n algo infravalorado. Venezuela es tema de campa?a como arma arrojadiza, pero no tanto porque los pol¨ªticos espa?oles se hayan dado cuenta de que hay una comunidad de inmigrantes que crece a ritmo de v¨¦rtigo y vota mucho.?

¡°No vas a encontrar a un solo venezolano que no vote¡±, dice Ligia Triana Contreras, una inmigrante venezolana de 50 a?os que una tarde de esta semana visitaba Cesta Rep¨²blica. Le muestra al periodista los selfies que guarda en su m¨®vil con los principales candidatos en las listas del PP al Ayuntamiento. Las ha tomado durante actos de campa?a: aparece con el n¨²mero seis, el cuatro y c¨®mo no con n¨²mero uno, Jos¨¦ Luis Almeida, a quien le tiene un gran cari?o: "Me gusta c¨®mo ¨¦l te escucha", dice Contreras, que lleva 15 a?os en Espa?a.

Contreras dice que siempre ha sido "una mujer del PP¡±, pero ¨²ltimamente est¨¢ un poco decepcionada. Pide que los l¨ªderes tengan m¨¢s en cuenta a la calle.

Laura Silva, de 32 a?os, advierte a los aut¨®ctonos de su pa¨ªs de acogida que votar es una cosa muy seria porque ¡°puede cambiarte la vida¡±. Ella vota a Ciudadanos, igual que su padre, hermanos y t¨ªos.

Ha venido a Cesta Rep¨²blica con una amiga de Caracas que la visita y hab¨ªa o¨ªdo mucho sobre este local. Desde que abri¨® en octubre de 2016 se ha convertido en lugar de paso obligatorio para intelectuales y artistas venezolanos. Como conseguir un pasaporte en el consulado del r¨¦gimen en Madrid es un suplicio, Cesta Rep¨²blica expide sus propios pasaportes, unos documentos de fidelidad que tienen sus clientes m¨¢s especiales. ¡°Es nuestro consulado¡±, dice la artista pl¨¢stica Nela Ochoa.

En el ambiente bohemio de este local a veces algunos opositores venezolanos suspiran anhelando ¡°volver a ser de izquierdas¡±, dice el socio fundador, Barrios. Podemos es anatema para esta comunidad. En cuanto al PSOE, a muchos se les revuelven las tripas cuando escuchan las siglas desglosadas y descubren una palabra maldita, ¡°socialista¡±. La br¨²jula ideol¨®gica de la comunidad ha dejado de funcionar, creen algunos.

Pero Barrios, fan de la alcaldesa, opina que la soluci¨®n est¨¢ en dejar de considerar al chavismo como un movimiento de izquierdas. ¡°No creo que lo que pase en Venezuela se pueda entender con el marco de la derecha o izquierda¡±, a?ade. ¡°sino m¨¢s bien como una cuesti¨®n de democracia contra opresi¨®n¡±.