¡°El sexo es mi forma de rezar¡±
La periodista Noem¨ª Casquet acaba de publicar ¡®Mala mujer¡¯, un alegato a favor de la libertad individual, el amor a uno mismo y la necesidad de replantear estructuras sociales
Posa con descaro en una plaza del centro. Habla de su ¨²ltima org¨ªa con la normalidad con la que protesta por el precio del alquiler. Analiza el feminismo moviendo las manos en el aire, como una maestra frente a sus alumnos. Calza sombrero negro y una camiseta de Pink Floyd. Lenguaraz, atrevida, cari?osa. ?Ser¨¢, acaso, una ofensa para el g¨¦nero femenino? Puede. Al menos as¨ª es como ha titulado su primer libro, Mala mujer?(Lunwerg). Noem¨ª Casquet atraviesa un momento dulce. Despu¨¦s de algunos proyectos sin cuajar, esta barcelonesa de 27 a?os ha escrito un alegato a favor de la libertad, del amor a uno mismo o de la necesidad de replantearnos las estructuras sociales. Va camino de la tercera edici¨®n en un mes. S¨ªntoma de que las an¨¦cdotas personales o los devaneos sobre poliamor promueven la lectura.
?Por qu¨¦ crees que est¨¢ funcionando tan bien?
Porque es muy humano. Hablo mucho de m¨ª, pero no de forma endiosada sino como un reflejo de lo que se puede conseguir. Este libro es una excusa para escuchar la voz que tenemos dentro y decir ¡®esto es lo que quiero hacer¡¯. Tambi¨¦n triunfa porque durante mucho tiempo se nos ha negado a las mujeres el empoderamiento o la libertad sexual. Adem¨¢s, intent¨¦ usar un lenguaje coloquial, cercano, para que no hubiera una barrera con la escritura, sino que diera la sensaci¨®n de que se te est¨¢ escuchando.
Recuerda, a veces, a una charla con colegas
Es lo que quer¨ªa. Parto de m¨ª porque he experimentado mucho y para que haya alguien con quien identificarte. Creo que est¨¢ muy bien contar lo que has sentido y luego apoyarte en fuentes documentales o personales ajenas. Participo en una orgia y, al salir, digo: "Os voy a contar qu¨¦ pasa ah¨ª dentro". Aunque luego lo pruebe otra persona y lo vea diferente. Porque esos sentimientos distintos nos humanizan.
Haces mucho hincapi¨¦ en el sexo. ?Qu¨¦ te ha ense?ado?
?Buah, todo! C¨®mo soy a d¨ªa de hoy es gracias a ¨¦l. Le doy mucha importancia porque es algo que te aboca a lo desconocido y te hace vulnerable. Eso te hace perder la verg¨¹enza e ignorar el qu¨¦ dir¨¢n. Y como sigue siendo un tema pol¨ªticamente incorrecto, hace que aprendas a tirar para adelante y que te la sude todo. Es mi gu¨ªa para conectar conmigo misma a un nivel muy profundo y, sobre todo, con el universo. Es algo sagrado. El sexo es mi forma de rezar y, adem¨¢s, es mi trabajo.
?Qu¨¦ te supone ser tan directa?
Hay dos vertientes. Una negativa y otra positiva. La primera es que te llaman de todo o te mandan mensajes para quedar contigo. La segunda es que cada vez que estoy en un sitio con gente desconocida y hablo del sexo, se abren y se nota que quieren exteriorizar sus dudas, lo que piensan o lo que les ha pasado. Al tratar algo natural de forma natural se logra m¨¢s aproximaci¨®n que incomodidad.
?Siguen los mismos tab¨²es en las nuevas generaciones?
S¨ª, porque las estructuras del sistema se perpet¨²an. No importa la edad. La generaci¨®n millenial tiene internet y muchas m¨¢s cosas a su alcance. Ha perdido un poco el pudor, pero la educaci¨®n sexual sigue siendo la misma. Parece que da miedo educar pronto por si se empieza a practicar antes. Es muy triste que no lo veamos como algo instintivo. Nos ense?an a poner un cond¨®n en un pl¨¢tano cuando ya sabemos hacerlo con la boca.
Y cuando tienes porno en todas partes...
Claro. Antes lo ve¨ªas de forma escondida, con una revista o una pel¨ªcula de un amigo. Era algo oculto. Ahora est¨¢ en nuestra mano, en el m¨®vil. En un segundo hay acceso a todas nuestras fantas¨ªas. Pero no estamos explicando que eso es ficci¨®n, que es una representaci¨®n del placer, igual que decimos que imitar a Spiderman es peligroso. Eso genera mucha presi¨®n y nos acostumbramos al usar y tirar, al consumo r¨¢pido, no a una gesti¨®n correcta de las emociones.
Insistes en la necesidad de la empat¨ªa. ?C¨®mo va de eso Madrid?
Fenomenal. Desde que me mud¨¦, hace un a?o, me ha enamorado. Ca¨ª rendida la primera noche en que fui a un bar y vi un concierto de blues. Era algo que se sent¨ªa, que se improvisaba, que se iba creando con la gente. Se suele decir que aqu¨ª tienes a muchas personas para quedar a tomar algo, pero que luego es dif¨ªcil entablar amistad. Y qu¨¦ va: algunas de mis mejores amigas son de Madrid.
Movidas filos¨®ficas
Noem¨ª Casquet estudi¨® periodismo por equivocaci¨®n. Iba para publicista, pero rellen¨® mal la matr¨ªcula. Eso la tuvo un a?o sab¨¢tico que dedic¨®, entre otras cosas, a abrir un blog. Se llamaba 'De todo y nada'. Lo usaba para volcar "movidas filos¨®ficas". Hasta que colg¨® una entrada sobre masturbaci¨®n y vio que interesaba m¨¢s que sus et¨¦reos pensamientos. Ampli¨® contenidos con entrevistas a actrices de cine para adultos. As¨ª se especializ¨® en lo que hoy constituye la matriz de Santa Mandanga, la plataforma de educaci¨®n sexual que dirige, o de sus canales en Youtube e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.