Pintura y arte ef¨ªmero para redecorar Malasa?a

Carmen Esp¨ª lleg¨® al barrio a Malasa?a en 1939, con 13 a?os. Vivi¨® en un cuarto piso en la calle Corredera Alta de San Pablo. Media vida en el barrio. Hoy cuenta 93 a?os y vive en Carabanchel. Su nieta, la artista Luc¨ªa Guti¨¦rrez, la homenajea con una foto en blanco y negro en la que aparece sentada en la plaza de Barcel¨® en 1954. La imagen, expuesta en la misma calle donde se cr¨ªo, cubierta de papeles rosas con fragmentos de una conversaci¨®n entre las dos, se va descubriendo a medida que los transe¨²ntes se llevan sus di¨¢logos favoritos. Adem¨¢s, un reproductor de m¨²sica digital permite escuchar la charla entre nieta y abuela. Es una de las obras que luce en la cuarta edici¨®n de Pinta Malasa?a, evento organizado por el peri¨®dico local Somos Malasa?a y el colectivo Madrid Street Art Project, en el que m¨¢s de 100 artistas tomaron ayer las calles del barrio de Universidad -m¨¢s conocido como Malasa?a- para redecorar escaparates, puertas de edificios y persianas de comercios.

La idea surgi¨® en una conversaci¨®n en la que ojeando la fotograf¨ªa en blanco y negro, la abuela le cont¨® Guti¨¦rrez que el vestido que luc¨ªa era ¡°rosa fuerte¡± y los zapatos blancos. ¡°Es un homenaje a ella y al barrio. Mi madre aprendi¨® a andar en bici en la plaza del Dos de mayo¡±, cuenta la artista. En el certamen tambi¨¦n hay espacio para la denuncia social. El colectivo ?rtida, cuatro chicas de valencia que participan por primera vez, lo hace con un mapa pintado de los barrios del distrito centro que denuncia la turistificaci¨®n y el problema de la vivienda. ¡°Afecta a todas las ciudades. Los barrios centrales son centro de atracci¨®n para los turistas y terminar afectando a los barrios perif¨¦ricos. Ya no son para los vecinos, son para especuladores¡±, apunta la artista Marta del R¨ªo.

El m¨ªtico bar Freeway, ubicado en San Vicente Ferrer 7, fue pintado por el colectivo de grafiti Petronza, formado por cuatro artistas que repiten la jugada de hace dos a?os d¨¢ndole color a la fachada del mismo local. Cada uno dibuja con su estilo, atendiendo a una composici¨®n com¨²n sobre una base de rojo. ¡°Para nosotros es como un pasar un domingo pintando un muro abandonado, pero en el centro de Madrid¡±, apunta Nacho Su¨¢rez, alias Son3k. En la exhibici¨®n, el 50 % de los participantes han sido chicas y el 15 %, extranjeros, de pa¨ªses como M¨¦xico, Italia, Francia o Argentina. Adem¨¢s, en el evento de Facebook donde se han apuntado m¨¢s de 10.000 personas, dos de cada tres han sido mujeres. Una de ellas es la artista italiana Chiara Capo Bianco, que participa por primera vez y ha pintado un escaparate con un dibujo que refleja a la gente y los edificios del barrio con formas geom¨¦tricas.

Al certamen se presentaron casi 600 artistas y colectivos. ¡°Cada uno propuso y se les asigna el espacio adecuado para su idea. Depende 100 % de la propuesta art¨ªstica. Los comerciantes ceden su negocio a ciegas¡±, cuenta Diego Casado, fundador del peri¨®dico local Somos Malasa?a y coorganizador de Pinta Malasa?a. ¡°La prueba piloto fue hace 10 a?os, juntando permisos de los comerciantes y artistas. Llegaron entre 300 y 400 propuestas, pero sin patrocinios. Ahora llegan casi 600. Malasa?a es un barrio en el que viven muchos artistas y vimos que no se hac¨ªan eventos para exponerlos. Tambi¨¦n reivindicamos la vida diurna del barrio¡±, a?ade Casado. Desde hace cuatro a?os cuentan con el apoyo de la marca de pintura PEBEO, que aporta 200 euros en material a cada participante y la cervecera Mahou. El presupuesto del certamen es de 60.000 euros. Cada comercio decidir¨¢ si quiere conservar su obra, aunque la mayor¨ªa ya ha mostrado su disposici¨®n de dejarla el tiempo que dure y podr¨¢n ser visualizados en www.pintamalasana.com/.