El navegante de los mares del sur de Madrid

Hay personas tan importantes en la vida de uno que consigues recordar el momento y hasta los detalles m¨¢s peque?os de cuando las conociste. Es el caso de Juanjo Garc¨ªa Espartero, Juanjo el del Hebe para todo Vallecas, al que me encontr¨¦ una noche de 1978 en un barrizal de Palomeras. El aguacero era tan intenso que no hab¨ªa rastro humano en aquellos descampados de Vallecas donde, sin embargo, crec¨ªan a diario espacios de fraternidad y de lucha. Afortunadamente, surgi¨® en la noche, como una sombra, su figura menuda, en la que sobresal¨ªa su melena rizada, la barba lampi?a y un bolso de tela al hombro que le acompa?¨® durante muchos a?os. Me hab¨ªa perdido irremediablemente en aquel mar de chabolas y el personaje estaba all¨ª para orientarme en el camino correcto hacia mi punto de destino.

Su imagen se me qued¨® grabada y, enseguida, le reconoc¨ª, cuando poco tiempo despu¨¦s coincidimos en una reuni¨®n de asociaciones juveniles, donde Juanjo era el puto amo. Entonces ya hab¨ªa fundado Los Hijos del Agobio, un grupo juvenil que marc¨® aquella ¨¦poca de efervescencia pol¨ªtica. Dotado de una capacidad de liderazgo y de una intuici¨®n poco comunes, decidi¨® orientar la rabia de aquellos hijos de la penuria hacia un movimiento juvenil unitario y logr¨® aparecer en programas de televisi¨®n como lo que era: el l¨ªder de una generaci¨®n de vallecanas y vallecanos que empezaban a ser adultos en el marco de una transici¨®n convulsa.

Con la victoria de la izquierda en el Ayuntamiento de Madrid, se dio cuenta de que se abr¨ªa una gran oportunidad para que las demandas del movimiento juvenil fueran atendidas. As¨ª compartimos el alumbramiento de la Casa de la Juventud, donde se unificaron grupos juveniles de distinta procedencia y logr¨® dar un fuerte impulso al Festival Rock de Vallecas, que llev¨® al estadio del Rayo Vallecano. Surc¨® todos los mares de la utop¨ªa y, gracias a personas como ¨¦l, naci¨® la Batalla Naval de Vallecas, a cuya organizaci¨®n ha dedicado esfuerzo y cari?o durante d¨¦cadas. Luego, en medio de La Mancha, surgi¨® nuestra querida Cofrad¨ªa Marinera de Vallecas.

As¨ª se forj¨® una amistad que ha permanecido inalterable durante m¨¢s de 40 a?os. Hemos visto crecer y desarrollarse a nuestros hijos respectivos, los biol¨®gicos y esos otros hijos que han sido las construcciones sociales que hemos parido en todo este tiempo. El Hebe, la m¨ªtica sala de conciertos vallecana a la que Juanjo entreg¨® los mejores a?os de su vida, un proyecto esencial defendido y luchado por toda su familia con su madre Carmen a la cabeza. En su escenario tuvieron su primera oportunidad bandas como Ska-P. All¨ª naci¨® Tele K, otro proyecto vallecano, que no habr¨ªa perdurado en el tiempo sin su generosidad. El Hebe, adem¨¢s de ser punto de reuni¨®n de generaciones vallecanas, era tierra de promisi¨®n que se ced¨ªa cuando cualquier causa justa necesitaba un empuj¨®n econ¨®mico.

En su sentido m¨¢s profundo, Juanjo Garc¨ªa Espartero ha sido el personaje m¨¢s importante y respetado de la historia moderna de Vallecas. No me sorprendi¨® verle en el movimiento del 15-M y que diera el salto a Podemos dejando atr¨¢s una larga militancia en el Partido Socialista y anteriormente en el MC y en el PCE. Para m¨ª fue una suerte que aceptara formar parte del equipo que ha gobernado las juntas municipales de Vallecas, hasta que hace apenas unos meses las fuerzas empezaran a fallarle. Su paciencia e inteligencia a la hora de resolver los conflictos m¨¢s arduos, su capacidad de generar equipo y sus consejos han sido determinantes en estos cuatro a?os duros e inolvidables. Recuerdo su insistencia para que decisiones en las que evidentemente me hab¨ªa precipitado las reconsiderara nuevamente. Mi simbiosis con ¨¦l ha sido tal que en una ocasi¨®n dije p¨²blicamente que yo solo sab¨ªa comunicarme por escrito, de palabra o por medio de Juanjo.

Una ma?ana, poco antes de caer enfermo, vino a verme con el firme prop¨®sito de convencerme para que me volviera a presentar a las elecciones. Me dijo que en lo ¨²nico que ten¨ªa que pensar es en Vallecas y en la necesidad de ganar y frenar la amenaza del regreso de la derecha que ya se atisbaba. Lamentablemente no ha sido posible. Pero Juanjo llevaba raz¨®n y hab¨ªa que intentarlo, hab¨ªa que luchar como ¨¦l ha hecho hasta su ¨²ltimo aliento. En realidad, querido hermano, siempre hiciste conmigo lo de aquella noche de aguacero: orientarme para encontrar el mejor camino hacia la meta. Con tu ausencia nos hemos sentido perdidos en Vallecas.

Paco P¨¦rez es concejal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.