¡°Hay que saber convivir con quienes no nos gustan¡±

Fernando Gom¨¢ (Bilbao, 56 a?os) consigui¨® la plaza de notario en 1991 y, desde entonces, no ha dejado de trabajar por los dem¨¢s. Forma parte de varias organizaciones, entre ellas la Fundaci¨®n Toro de Lidia, de la que es vicepresidente. Hace una d¨¦cada cofund¨® Hay Derecho para promover la regeneraci¨®n democr¨¢tica de las instituciones p¨²blicas. Madrid, donde lleg¨® siendo un ni?o, le parece una de las ciudades m¨¢s acogedoras del mundo, aunque ha dejado un trozo de su coraz¨®n en los destinos por los que ha pasado, especialmente C¨¢diz.

?Qu¨¦ tiene la vida de Carnaval?

Todos llevamos una careta. Eduardo Mendoza dice que somos ¨²nicos, pero que en sociedad usamos cinco o seis m¨¢scaras.

?Se ha disfrazado Espa?a?

Deber¨ªamos valorar m¨¢s nuestro pa¨ªs. Se pueden mejorar muchas cosas, pero la Espa?a actual es la mejor de la historia.

?Es patriota?

La palabra enreda y no nos permite avanzar. No debemos discutir sobre t¨¦rminos, sino sobre realidades.

?Hemos superado eso de rojos y azules?

Creo que somos un pa¨ªs mucho m¨¢s moderado y tolerante de lo que dice nuestro lenguaje, que es m¨¢s agresivo. Los pol¨ªticos son m¨¢s extremistas que la sociedad.

?Es optimista?

Soy realista. Cualquier cr¨ªtica debe partir de la realidad. Si lo hacemos desde un supuesto ideol¨®gico, el an¨¢lisis estar¨¢ mal.

?Los nacionalismos son un problema?

Hay una tendencia a la simplificaci¨®n. Este pa¨ªs, desde su concepci¨®n, ha sido una conjunci¨®n de culturas. Nos ir¨ªa mejor si acept¨¢ramos a los dem¨¢s como son. Desconf¨ªo de los nacionalismos porque tienden al populismo, que es uno de los enemigos de la convivencia.

?De qu¨¦ da fe?

De que intento mejorar cada d¨ªa, entender a las generaciones posteriores. Creemos que nuestras concepciones son las mejores. Si me tuviera que definir con una sola palabra ser¨ªa la de padre. A los hijos se les educa con lo que haces, no con lo que dices.

Hay Derecho tambi¨¦n es hijo suyo¡­

Hace nueve a?os era un blog donde cuatro notarios y una abogada del Estado explic¨¢bamos conceptos jur¨ªdicos. Luego se convirti¨® en una fundaci¨®n que hace informes sobre el funcionamiento de las instituciones.

?Por ejemplo?

Las diputaciones. Algunos partidos defend¨ªan que hab¨ªa que suprimirlas, pero nadie se hab¨ªa preocupado de por qu¨¦ hab¨ªa que hacerlo. Demostramos que no todas son iguales. Los pol¨ªticos hablan sin datos.

?Qu¨¦ informes le llamaron m¨¢s la atenci¨®n?

Los que hablan del bajo cumplimiento de la ley, los privilegios de los pol¨ªticos y su falta de conexi¨®n con los ciudadanos.

?Hay dedocracia en Espa?a?

Nuestra ¨²ltima campa?a investiga si los nombramientos se producen por meritocracia o a dedo. Tenemos la percepci¨®n de que hay m¨¢s dedocracia de la necesaria. Es un problema end¨¦mico de nuestra sociedad: el ascensor social est¨¢ estropeado.

?Qu¨¦ soluci¨®n propone?

Hace falta una segunda transici¨®n. La Constituci¨®n de 1978 es el mayor avance en 300 a?os, pero cada generaci¨®n necesita una evoluci¨®n.

?Qu¨¦ hay que mejorar?

La divisi¨®n de poderes. Hay que conseguir que los partidos no est¨¦n detr¨¢s de todas las instituciones.

Con lo que cuesta formar Gobierno¡­

No somos h¨¢biles para cerrar acuerdos. Los pactos requieren ceder, discreci¨®n y menos declaraciones. Aqu¨ª ocurre todo lo contrario: ponen l¨ªneas rojas y hacen declaraciones sin parar.

?Se puede pactar con Vox?

Tenemos que exigir a los partidos que est¨¦n dentro de las reglas de juego. Vox tiene propuestas muy discutibles, pero no son antidemocr¨¢ticos. Los herederos de HB tampoco son santos de mi devoci¨®n, pero debo admitirlos porque, si no, la democracia no es fuerte. Hay que saber convivir con quienes no nos gustan.

?Est¨¢n protegidos quienes denuncian la corrupci¨®n?

En absoluto. El denunciante sufre acoso y amenazas. Estamos en un Estado con una estructura clientelar.

?Hay que prohibir los toros?

Los toros forman parte de nuestra cultura. Siempre hubo antitaurinos, pero ahora el debate est¨¢ por encima. Hay instituciones internacionales que quieren imponer una ideolog¨ªa extrema.