¡°Los orgasmos, como la tierra, son de quien los trabaja¡±
La artista Mireia Sallar¨¨s presenta este viernes en el CCCB su documental ¡®Las muertes chiquitas¡¯ sobre el tab¨² del placer femenino
Mireia Sallar¨¨s naci¨® en Barcelona, hace 46 a?os, pero tuvo una atracci¨®n con M¨¦xico desde su infancia. La artista gan¨® una estancia en ese pa¨ªs y emigr¨® con una idea en la cabeza: hablar sobre el orgasmo femenino. La catalana proyecta este viernes y s¨¢bado, en dos partes, su documental Las muertes chiquitas en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea (CCCB), un filme que aborda la relaci¨®n de la mujer con el placer. La obra presenta las historias de una treintena de mexicanas, con perfiles variados, que vinculan la estimulaci¨®n sexual con temas como el poder, la violencia o los feminicidios.
¡°Los orgasmos, como la tierra, son de quien los trabaja¡±. La curiosa frase que dice la directora es una variaci¨®n de una expresi¨®n del revolucionario mexicano Emiliano Zapata. Muchas de las historias del proyecto surgieron por su labor de investigaci¨®n, pero la mayor¨ªa de los contactos los obtuvo gracias a las entrevistadas ya que ¡°una la fue llevando con la otra¡±, reflexiona Sallar¨¨s, en un encuentro en su domicilio en Badalona. Prostitutas, portadoras del virus del sida o ind¨ªgenas fueron algunos de los perfiles.
¡°Yo no quer¨ªa que se viera como algo realizado por una mujer desde el privilegio para dar voz a las mexicanas. ?C¨®mo logr¨¦ que esto no fuera as¨ª? Siendo yo una de las entrevistadas, contando tambi¨¦n mi historia, y compartiendo con ellas mi testimonio¡±, asegura la artista, quien dedic¨® cuatro a?os de su vida ¡ªdel 2006 al 2009¡ª para la elaboraci¨®n de su documental, que tambi¨¦n fue presentado en formato de libro.
El filme, de cinco horas de duraci¨®n, es el resultado de decenas de entrevistas con medio centenar de mujeres de diversas edades, profesiones y estratos sociales que relatan sus vivencias. Ella vinculan el placer con temas como el poder, las luchas armadas, el feminicidio, la prostituci¨®n y las enfermedades sexuales, entre otros problemas. La catalana comenta que muchas no le cre¨ªan que estuviese realizando una obra audiovisual y que pensaban, en realidad, que era una periodista. La directora detalla, con una sonrisa discreta, que su soluci¨®n fue cargar con un letrero de ne¨®n, por todo el pa¨ªs, con el nombre del proyecto para fotografiarlas.
De norte a sur, de este a oeste. El trabajo la llev¨® a muchos rincones del pa¨ªs norteamericano. Sin embargo, hubo una historia que se le qued¨® clavada como una espina. En Chiapas intent¨® hablar con alguien del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN). ¡°Recuerdo que me recibi¨® una mujer que se re¨ªa debajo del pasamonta?as¡±, afirma. La artista present¨® su proyecto en la junta de autogobierno local y le respondieron que si alguna aceptaba deb¨ªa ser una integrante del mismo comit¨¦. El vocal le respondi¨® que las personas que la escucharon ¡°eran mayores¡± y que ¡°les daba verg¨¹enza¡±, por lo que no accedieron.
Sallar¨¨s describe su documental ¡°como una metodolog¨ªa de trabajo del chisme¡±. La creadora expone que ella no iba con una ¡°hip¨®tesis que quer¨ªa corroborar¡± y que investigaba porque ¡°necesitaba saber si las dem¨¢s tambi¨¦n sent¨ªan que la dificultad de tener un orgasmo tiene que ver con factores socioculturales¡±. La proyecci¨®n de algunos fragmentos del filme es parte de la exposici¨®n Coreograf¨ªas del g¨¦nero, comisariada por Marta Segarra, que estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 6 de enero en el CCCB. La obra fue presentada hace una d¨¦cada en Ciudad de M¨¦xico, sin embargo, esta ocasi¨®n es una de las pocas oportunidades que hay de visionarlo completo ya que la directora asegura que es dif¨ªcil encontrar un museo que se interese en proyectarlo entero por su duraci¨®n.
La relaci¨®n con la muerte
Sallar¨¨s explica que ella tiene una dif¨ªcil relaci¨®n con la muerte y hace una analog¨ªa con los orgasmos. No solo como una manera f¨ªsica de abandonar un cuerpo sino como una manera de ser, de irte a otro lugar. ¡°Cuando descubr¨ª que en Francia le llaman la petite morte (al placer femenino) me di cuenta que por eso me costaba tenerlos, porque le tengo p¨¢nico a la muerte¡±, se?ala. Un miedo que, seg¨²n comenta, se atenu¨® con su viaje a M¨¦xico por la relaci¨®n que tienen en ese pa¨ªs con el duelo, ligado a tradiciones y fiestas populares como el D¨ªa de Muertos.
La elecci¨®n del nombre del documental, aparte del agrado del t¨¦rmino franc¨¦s para la artista, proviene de la letra de una canci¨®n del grupo de rock mexicano Caf¨¦ Tacvba, llamada del mismo modo que el filme. La realizadora dice que el texto vincula el placer con ¡°un lugar que no solo es luminoso¡± sino tambi¨¦n con un espacio de ¡°violencia y agresi¨®n¡±. Tambi¨¦n se refiere a la idea de ser due?o de alguien, pero solo por un segundo, por haber logrado darle un orgasmo¡±. Enrique Rangel, autor de muchas canciones de la banda, autoriz¨® el uso de estas composiciones para el documental.
Entre las frases que la directora ha escuchado durante sus cuatro a?os de intenso trabajo y que no puede sacarse de la cabeza destaca: ¡°El ¨²nico pecado de mi vida ha sido mi ignorancia¡¯, que me dijo una prostituta. La segunda, me la coment¨® una madre tras preguntarle por qu¨¦ hab¨ªa educado a sus hijas igual que a ella y no de forma m¨¢s abierta en relaci¨®n al sexo. ¡®Es que si no nos las matan¡±, concluye.
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