La zona de bajas emisiones deja en el limbo la T-Aire

La T-Verda y la T-Aire son la cara y la cruz de las tarjetas de transporte creadas para aparcar el coche y fomentar el uso de medios m¨¢s sostenibles. La primera ¡ªque permite viajar gratis si se desguaza un veh¨ªculo contaminante¡ª crecer¨¢ en pr¨®ximos meses con la puesta en marcha, en enero, de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que prohibir¨¢ circular por Barcelona a los veh¨ªculos sin distintivo. Pero la ZBE no ayudar¨¢ a despegar a la T-Aire, que se activa cuando el Govern limita el tr¨¢fico si hay un episodio de poluci¨®n; algo que a¨²n no ha ocurrido.

Casi 5.000 personas viajan gratis por la red de transporte p¨²blico gracias a la T-Verda, que naci¨® en 2017 para fomentar la retirada de la circulaci¨®n de los veh¨ªculos contaminantes a cambio de transporte p¨²blico gratuito durante tres a?os. Para poder beneficiarse de ella, es necesario acreditar que en los ¨²ltimos seis meses se ha desguazado el veh¨ªculo sin distintivo ambiental ¡ªdel cual se debe ser propietario. El usuario no puede comprar ning¨²n otro veh¨ªculo durante tres a?os, que es el periodo de validez de la tarjeta. A cambio, podr¨¢ viajar de forma gratuita por toda la red integrada de transporte p¨²blico (las seis coronas tarifarias).

Desde su puesta en marcha, se han emitido 4.948 tarjetas, lo que se ha traducido en dos millones de validaciones, seg¨²n datos de la Autoridad de Transporte Metropolitano (ATM). En 2017 se emitieron 523 t¨ªtulos (entr¨® en vigor en octubre), una cifra que creci¨® a los 2.887 al a?o siguiente. Este a?o llevan 1.538 tarjetas. Seg¨²n el ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB), se est¨¢n cumpliendo las previsiones y aumentar¨¢ la demanda durante el ¨²ltimo trimestre ante la activaci¨®n de la ZBE, que abarca gran parte de la ciudad de Barcelona (el ¨¢rea comprendida por las dos rondas, pero que excluye estas dos v¨ªas r¨¢pidas y la Zona Franca).

Eduard Molas, de 31 a?os, es usuario de la T-Verda desde el a?o pasado, cuando tuvo que desguazar su viejo Micra de 1996, que no ten¨ªa distintivo de la DGT. ¡°Se rompi¨® la caja de cambios y la reparaci¨®n era cara y no val¨ªa la pena viendo que pronto no podr¨ªa entrar en Barcelona¡±, explica. Molas ahora est¨¢ en paro pero ayuda a su madre en su tienda de zapatos. Vive en Montcada i Reixac y cuenta que viaja mucho a Barcelona para hacer gestiones para la tienda. Molas no se pas¨® a la T-Verda por convencimiento, sino por necesidad. Asegura que se ahorra dinero respecto a otros abonos de transporte, pero critica el baremo para restringir el tr¨¢fico. ¡°Se mira la edad del coche, no los gases que emite. Hay coches nuevos circulando que contaminan m¨¢s que mi antiguo Micra, que ten¨ªa un motor peque?o. No me parece l¨®gico¡±.

Una realidad muy diferente vive la otra tarjeta ambiental, la T-Aire, que todav¨ªa nadie ha llegado a usar. Se trata de un t¨ªtulo de dos viajes con un precio de entre 1,85 y 7,75 euros seg¨²n la zona tarifaria, que solo se puede adquirir cuando se declara un episodio de alta contaminaci¨®n atmosf¨¦rica con restricci¨®n de tr¨¢fico. Pero esto no se ha producido nunca.

La Generalitat declara un episodio de alta contaminaci¨®n atmosf¨¦rica cuando se superan los l¨ªmites de di¨®xido de nitr¨®geno o de part¨ªculas PM10. Pero solo en el primer caso se proh¨ªbe circular por Barcelona a los veh¨ªculos contaminantes. Desde hace dos a?os, cuando entr¨® en vigor la medida, no se ha declarado ninguno de este tipo, mientras que s¨ª se han decretado tres episodios por niveles elevados de part¨ªculas PM10 (en abril de 2018 y en marzo y julio de este a?o).

Si la tendencia se mantiene, los expertos creen que la T-Aire no ver¨¢ nunca la luz. ¡°Perder¨¢ valor porque con la ZBE es posible que no se produzcan estas puntas de contaminaci¨®n¡±, apunta Manel Ferri, vicepresidente de la asociaci¨®n Promoci¨®n del Transporte P¨²blico (PTP), quien no considera que la T-Aire haya fracasado. ¡°Lo que ha fracasado es la voluntad pol¨ªtica de decretar restricciones de tr¨¢fico, sabemos que a los pol¨ªticos les cuesta aplicar este tipo de medidas¡±.

No obstante, los expertos coinciden en relativizar la importancia de este tipo de medidas puntuales. ¡°El problema es la contaminaci¨®n a largo plazo. Las restricciones puntuales, aunque son importantes, no solucionan el problema. Son necesarias medidas permanentes y estructurales que se apliquen todos los d¨ªas¡±, defiende Xavier Querol, investigador del CSIC experto en contaminaci¨®n atmosf¨¦rica.