Juego de tronos en la civilizaci¨®n de las hormigas
Un grupo de mirmec¨®logos aficionados se re¨²ne semanalmente en MediaLab Prado
Si usted ve una hormiga perdida por casa lo m¨¢s probable es que la aplaste con el dedo pulgar, sin preguntarse nada m¨¢s all¨¢: al fin y al cabo, es solo una hormiga. Pero hay personas para las que una hormiga es un mundo y, si es rara, hasta un tesoro. ¡°Las hormigas son la civilizaci¨®n m¨¢s antigua que existe, tiene 128 millones de a?os, mucho m¨¢s que la civilizaci¨®n humana¡±, explica Jos¨¦ Antonio C¨¢ceres, uno de los coordinadores del grupo de aficionados Tecnohormigas, que se re¨²ne cada mi¨¦rcoles en MediaLab Prado para hablar de estos bichos prodigiosos, construir hormigueros y observarlos.
?Son tan civilizadas? ¡°Las hormigas pastorean pulgones, por ejemplo, les llevan a alimentarse a las partes m¨¢s verdes de la planta y protegen a sus reba?os de depredadores¡±, explica el experto. A cambio, en este ejemplo de simbiosis, las hormigas se alimentan de una secreci¨®n azucarada del pulg¨®n. Como si fueran vacas, vaya. ¡°Las hormigas inventaron la ganader¨ªa, la agricultura¡ hasta el esclavismo¡±, dice C¨¢ceres, ¡°me gusta pensar que el ser humano se inspir¨® en ellas para muchas invenciones. Solo les falt¨® inventar Internet¡±.
Aunque no andan tan lejos: los hormigueros son superorganismos que, de alguna forma todav¨ªa no desvelada del todo por los cient¨ªficos, se organizan de manera muy eficiente, dividiendo el trabajo y primando el bien com¨²n, sin ni siquiera necesitar ordenes de la hormiga reina (que m¨¢s bien se dedica a poner huevos). Tal vez esa mente colectiva es una especie de Internet hormiguil, aunque sin fake news ni anuncios. Pero el misterio contin¨²a y hasta resulta ¨²til. ¡°Como las hormigas se mueven en marabunta de forma perfectamente ordenada, hay quien las estudia para prevenir atascos de tr¨¢fico¡±, explica Mario Alves dos Santos, otro de los coordinadores.
En el s¨®tano de MediaLab los miembros de Tecnohormigas observan alrededor de una mesa la evoluci¨®n de sus animales. Los hormigueros que fabrican tienen dos zonas, una que simula el interior del hormiguero, y que permanece a oscuras, y otra que simula ¡°el mundo exterior¡±, la zona de forrajeo, donde los bichos consiguen alimentos a plena luz del d¨ªa. Entre ambas puede haber un orificio o un tubo, que simula la puerta del hormiguero y que es muy transitado por las hacendosas hormigas. Las cigarras, mientras, duermen la siesta, aunque aqu¨ª no hay ninguna. ¡°Las hormigas son admirables por su forma de trabajar, de construir, de convivir: es mucha complejidad en poco espacio¡±, expone Alves. ¡°Estoy cuidando una especie esclavista en casa¡±, comenta uno de los reunidos en torno a los hormigueros.
Suena muy raro pero es que, como dec¨ªamos, las hormigas tambi¨¦n inventaron la esclavitud. ¡°A grandes rasgos: una reina mata a la otra, usurpa su lugar y esclaviza a su hormiguero¡±, nos explican, ¡°en la batalla las hormigas utilizan sus potentes mand¨ªbulas, aguijones, ¨¢cido, venenos muy potentes¡±. Aunque estos animales pueden ser un ejemplo de convivencia y cooperaci¨®n dentro de su colonia, un ejemplo que los humanos deber¨ªamos seguir, entre unos hormigueros y otras puede haber Juego de Tronos.
No son mirmec¨®logos profesionales (as¨ª se llaman los estudiosos de las hormigas) sino aficionados, aunque planean sacar pronto su primer art¨ªculo cient¨ªfico. El grupo de trabajo se cre¨® el pasado mayo, cuando estaban buscando un lugar f¨ªsico para reunirse (¡°saltar al mundo real¡± desde su foro de Internet) y decidieron presentar un proyecto de ciencia ciudadana a MediaLab, ese lugar donde la gente se re¨²ne para experimentar y hacer cosas en com¨²n. ¡°Aqu¨ª disponemos de espacios, de m¨¢quinas como impresoras 3D, fresadoras o cortadoras l¨¢ser, y, sobre todo, de mucha visibilidad¡±, explica Alves.
Ahora est¨¢n preparando una exposici¨®n de hormigas y hormigueros en el mismo centro. Pero en MediaLab m¨¢s que ir a exposiciones, lo que se pretende es participar. Otros grupos de trabajo se dedican a fabricar pr¨®tesis con impresoras 3D (Autofabricantes), editar Wikipedia (Wikiesfera), generar Realidad Virtual, Aumentada o Mixta (Laboratorio de Realidades Sint¨¦ticas) o recuperar y transformar prendas de ropa (Costura RE-make). Cualquier puede pasar por sus reuniones para colaborar y, en el caso de Tecnohormigas, para conocer m¨¢s sobre el sorprendente mundo de las hormigas o colaborar en la fabricaci¨®n de hormigueros para escuelas o centros de d¨ªa.
En Espa?a hay 300 especies de hormigas, aunque en nuestros hogares, donde obtienen humedad, calor y alimento, abundan sobre todo dos: las pheidole, de color naranja, y las lasius, de color negro. ?Qu¨¦ hace un aficionado si encuentra un mont¨®n de hormigas en la cocina? ?Tira de espray insecticida? ¡°Mejor usamos un aspirador de hormigas. Buscamos con cuidado hasta encontrar a la reina. Una vez tienes la reina, ya tienes la colonia¡±, concluye Alves.
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