El dise?o como arma de activismo social y pol¨ªtico

El dise?ador Victor Papanek (Viena, 1923 - Lawrence, 1998) cre¨® pocas obras y de las pocas conocidas suyas, como la silla de comedor de la serie Samisen (1952-1956), ¨¦l mismo aseguraba que no era ni c¨®moda. Pero Papanek lejos de legar al mundo del dise?o obras reconocibles, c¨®modas y de f¨¢cil uso, escribi¨® en 1970 Dise?ar para un mundo real, un libro en el que puso por escrito sus principales puntos de vista cr¨ªticos sobre la disciplina ¡ªuna profesi¨®n pol¨ªtica, seg¨²n ¨¦l¡ª y cu¨¢l debe ser el rol del dise?ador para conseguir una sociedad mejor y m¨¢s igualitaria. Autor de un trabajo dif¨ªcil de mostrar y explicar el Museo del Dise?o de Barcelona ha abierto Victor Papanek: la pol¨ªtica del dise?o (hasta el 2 de febrero); una especie de enorme exposici¨®n-ensayo que gira alrededor del dise?ador austriaco, abiertamente contrario al consumismo capitalista y su obra. Tambi¨¦n analiza c¨®mo han influido sus teor¨ªas en las siguientes generaciones de dise?adores que siguen teniendo su libro como una obra de cabecera, despu¨¦s de haberse traducido a 22 idiomas.

Conceptos como sostenibilidad, consumismo y justicia social nos parecen muy nuevos en un pa¨ªs que descubri¨® el dise?o en la d¨¦cada de los a?os noventa. Pero treinta a?os antes ya estaban presentes en los planteamientos te¨®ricos y pr¨¢cticos de Papanek. La muestra, comisariada por Alison J. Clarke, de la Fundaci¨®n Victor J. Papanek de Viena, y Amelie Klein, del Vitra Design Museum, donde se ha visto anteriormente, sit¨²a en el tiempo al personaje y explica c¨®mo en 1939 huy¨® del r¨¦gimen nazi de Viena y se instal¨® en Estados Unidos descubriendo un mundo totalmente diferente del que hab¨ªa conocido hasta ese momento, asimilando las influencias de arquitectos como Frank Lloyd Wright, el dise?ador Richard Buckminster y el intelectual Marshall McLuhan.

Defend¨ªa los muebles n¨®madas y era contrario a los objetos de usar y tirar

Tambi¨¦n repasa los acontecimientos hist¨®ricos que marcaron su trabajo y sus planteamientos. En 1946 abri¨® su primer negocio: la Design Clinic, que dice mucho del concepto que ten¨ªa de la disciplina en la que se dedic¨® a realizar muebles actuales y econ¨®micos para la sociedad de posguerra. Seg¨²n Clarke, Papanek defend¨ªa el mobiliario n¨®mada, ten¨ªa una idea anticorporativa, luchaba contra el poder de las multinacionales y estaba en contra de los objetos de usar y tirar, que tanto preocupan actualmente. Pero tambi¨¦n ten¨ªa su lado oscuro. ¡°Sus trabajos eran financiados por el Ej¨¦rcito de los Estados Unidos¡±, remarca Clarke. Y Klein, siguiendo la l¨ªnea del dise?ador remarca: ¡°El dise?o es una profesi¨®n pol¨ªtica, aunque muchos dise?adores no son conscientes. No es lo mismo trabajar para Google que para una compa?¨ªa transparente¡±.

Papanek, contrario a la cultura pop y cr¨ªtico del dise?o consumista norteamericano, no estaba solo. Formaba parte de una red de intelectuales, arquitectos y dise?adores que, como ¨¦l, quer¨ªan transformar Europa y los Estados Unidos. Los trabajos te¨®ricos de Papanek est¨¢n acompa?ados en esta muestra del de sus alumnos, con los que cre¨® obras para la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable, como ni?os y ni?as, mujeres, personas mayores, con diversidad funcional o personas para los pa¨ªses subdesarrollados; que normalmente quedan fuera del proceso de dise?o. En seis cubos inspirados en una serie de muebles que Papanek present¨® en el libro Nomadic Furniture que ocupan una de las enormes salas del museo se abordan cuestiones como la normalidad en el dise?o, la accesibilidad, el g¨¦nero e incluso el h¨¢ztelo t¨² mismo; muebles baratos creados con la misma filosof¨ªa que ahora explota Ikea en todo el mundo.

Su libro ¡®Dise?ar para un mundo real¡¯, de 1970, es el m¨¢s le¨ªdo entre los dise?adores

Junto a sus planteamientos se pueden ver dise?os de otros creadores como Julian Oliver, Dan Perjovschi, Jim Chuchu o del activismo de Forensic Architecture, entre otros. Entre los dise?os que no dejan indiferentes el Nike Pro Hijab, una pieza que permite a la mujer ¨¢rabe hacer deportes sin tener que llevar molestos velos. ¡°?Eso es bueno?¡±, se pregunta Klein. ¡°Si responde una mujer blanca y europea lo har¨¢ con una visi¨®n limitada. A veces, el dise?o social busca hacer un dise?o mejor sin tener en cuenta para qui¨¦n es mejor¡±, contesta.

Pero el museo de plaza de les Gl¨°ries va m¨¢s all¨¢. Seg¨²n su directora Pilar V¨¦lez realizar¨¢ una doble tarea tras implicar a estudiantes de diferentes escuelas de dise?o de la ciudad. Por un lado, se realizar¨¢ una lectura de la colecci¨®n del museo en clave Papanek marcando (de forma ef¨ªmera) las piezas que los cumplan. Por otro, se convocar¨¢ un concurso para dise?ar elementos o entornos de juegos infantiles para espacios exteriores. Se expondr¨¢n a la entrada de la exposici¨®n. Otra cosa es si el Ayuntamiento lleve alguno de ellos a la pr¨¢ctica.