¡°Me he cruzado con estafadores que son unos genios¡±
El jefe de estafas en Madrid de la polic¨ªa reflexiona sobre la astucia de los villanos a los que se ha enfrentado
Gabriel (Santa Cruz del Sil, Le¨®n, 1961), polic¨ªa desde hace tres d¨¦cadas, se ha vuelto desconfiado. Revisa el cajero en el que saca dinero por si tiene conectado alg¨²n dispositivo que le copie la banda magn¨¦tica, desconf¨ªa cuando le piden el n¨²mero de cuenta, aunque sea la compa?¨ªa del gas, y si necesita hacer una transferencia se presenta en la sucursal del banco para sentir el tacto suave de los billetes y la mano del cajero que le atiende. Si se cruza con un trilero se le enciende una alarma, aunque tambi¨¦n siente un poquito de nostalgia por esa estampa viva del pasado. Desde que en 2008 lo nombraron jefe del grupo noveno de la UDEF de Madrid dedicado a falsedades documentales y estafas, Gabriel tiene claro que ah¨ª fuera siempre hay alguien tratando de desplumarte.
?A qui¨¦n enga?an m¨¢s?
Nadie est¨¢ a salvo de una estafa. Desde el m¨¢s b¨¢sico a un doctorado.
Usted se tir¨® a?os detr¨¢s de un estafador.
Era uno de los mejores falsificadores que hay en Espa?a. Ahora est¨¢ en prisi¨®n. Es una de esas personas que si hubiera utilizado su inteligencia para hacer algo positivo ser¨ªa un fuera de serie, un genio. Era experto en falsificar efectos bancarios pero ¨²ltimamente hacia de todo: pasaportes, pagar¨¦s, incluso hizo sus pinitos en moneda. Sus cheques pasaban por los detectores de c¨®digos de barras. Hay que ser bueno para conseguir eso.
?Se obsesion¨® con detenerlo?
No, aqu¨ª no cabe obsesionarse. Pero s¨ª soy perfeccionista. De un vistazo sab¨ªa si algo era suyo. Era dif¨ªcil seguirle. A veces nos dec¨ªa que nos hab¨ªa visto vigil¨¢ndole. Lleg¨® a tal grado de profesionalidad que conoc¨ªa nuestros movimientos.
Persigui¨® a otro al que llamaban El Italiano.
Era un personaje de pel¨ªcula. Vest¨ªa un abrigo camel, un reloj lujoso, zapatos impecables. Conduc¨ªa un Mercedes. Recaudaba dinero entre empresarios para mover dinero a Suiza. Lo ve¨ªas y pensabas que deb¨ªa de mover millones pero era todo fachada. Le pillamos cuando estaba a punto de sacar del pa¨ªs 450.000 euros.
A veces no puede ayudar a las v¨ªctimas.
S¨ª, y sientes una gran impotencia. Un d¨ªa vino una mujer mayor a decirnos que un hombre hab¨ªa contactado con ella diciendo que era un empresario que hac¨ªa prospecciones petrol¨ªferas en Grecia. Necesitaba dinero para concretar una inversi¨®n a largo plazo. Me son¨® mal desde el principio. La mujer nunca lo hab¨ªa visto en persona, solo hablaron por redes sociales. Me ense?¨® fotos del empresario con Obama, con Merkel, y se ve¨ªa a la legua de que eran falsificaciones. Le dio igual, le mand¨® al tipo 170.000 euros, pese a que le avisamos de que era un enga?o. Contra eso no puedes hacer nada. Si el enga?o no es bastante no se puede calificar como estafa, si no te sientes estafado... Es como el timo del amor.
Ah¨ª s¨ª que no...
Claro que s¨ª. Vienen a veces novios dici¨¦ndonos que su pareja les hab¨ªa prometido matrimonio, que compart¨ªan cuenta juntos y que un d¨ªa desapareci¨®. ?Es una estafa o no lo es? Dif¨ªcil saberlo.
?La estafa cl¨¢sica est¨¢ muriendo??
Est¨¢n declive. Ahora se lleva enga?ar por Internet. Est¨¢ en auge anunciar viviendas vacacionales que no existen. Los estafadores mandan emails a un mill¨®n de personas y con que caigan 20 han hecho un buen negocio.
A veces es dif¨ªcil saber si el propio estafado es solo una v¨ªctima o quiz¨¢ tambi¨¦n algo m¨¢s.
R. Se trata de un juego psicol¨®gico. El estafador pone un anzuelo a la v¨ªctima: si me das este dinero vas a recibir mucho m¨¢s. Hay un punto de avaricia ah¨ª. El timo de la estampita es un cl¨¢sico. El timo de la herencia, en el que a alguien le dicen que hay una persona con su apellido que ha muerto y ha dejado una fortuna. Si pagan el papeleo recibir¨¢ millones. Hay gente desconfiada que no entra ah¨ª. Hay otros que s¨ª, depende de tu personalidad y la situaci¨®n econ¨®mica que tengas. Tal y como est¨¢ la vida entiendo que haya gente que se arriesgue de esa manera.
?Le da nostalgia ver trileros?
R. S¨ª, porque es ver por un segundo una Espa?a que no existe. Entonces cada uno se ganaba la vida como pod¨ªa. En cierto modo es igual que en el casino, la banca gana siempre. As¨ª es el juego. Nadie te obliga a jugar.
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