Trabajo activa una inspecci¨®n en uno de los mayores burdeles de Madrid
El ¨®rgano inicia el proceso, pero paraliza la medida a la espera de una decisi¨®n firme del Supremo sobre la relaci¨®n laboral de una prostituta con el club
A la victoria de la prostituta Evelyn Rochel le queda un escal¨®n para ser definitiva. Tras conseguir en febrero que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) le reconociera una relaci¨®n laboral con el Flower's, uno de los hist¨®ricos y mayores burdeles de la Comunidad, el Tribunal Supremo debe ahora resolver los recursos que se presentaron contra el fallo. Pero, mientras los magistrados se pronuncian, la batalla que emprendi¨® la mujer ya ha tenido sus primeros efectos. A ra¨ªz de dicha sentencia, Trabajo ha activado una nueva inspecci¨®n laboral en el club de alterne, aunque la paraliz¨® a la espera de la resoluci¨®n firme del alto tribunal.
"Mediante la presente notificaci¨®n se comunica formalmente el inicio de actuaciones inspectoras tendentes a comprobar el cumplimiento por la empresa de sus obligaciones en materia de Seguridad Social". Con estas palabras, la Inspecci¨®n Provincial de Trabajo y Seguridad Social, dependiente del Ministerio, inform¨® el pasado abril al Grupo Empresarial La Florida, que gestiona el Flower's, sobre la puesta en marcha de la iniciativa. Seg¨²n explica el propio ¨®rgano inspector, adopt¨® esta medida a ra¨ªz de la victoria de Evelyn Rochel en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que el pasado 18 de febrero dict¨® una trascendente sentencia para la Comunidad. Ese d¨ªa, le reconoci¨® a la prostituta una relaci¨®n laboral con el club de alterne.
Aunque los magistrados no vincularon a la mujer con el burdel por su actividad sexual, que no tiene una regulaci¨®n legal en Espa?a, s¨ª consideraron probado que su trabajo de alterne en el local era fundamental para el negocio del establecimiento. "Siendo esencial la presencia de estas [mujeres] para atraer a los clientes que, sin duda, acuden buscando su compa?¨ªa, que es la que determina que consuman copas", subrayan los jueces del tribunal superior en su resoluci¨®n, donde apostillan a continuaci¨®n: "Y es el titular del negocio el que se lucra de ello".
Este fallo judicial, que se encuentra recurrido, implica reconocer una relaci¨®n laboral y, por tanto, obligar¨ªa a la empresa a pagar las correspondientes cotizaciones, seg¨²n explica Juan Jim¨¦nez-Piernas, abogado laboralista y letrado de Rochel. Pero "la trabajadora no fue dada de alta en la seguridad social por la empresa, seg¨²n consta en la base de datos", advierte la Inspecci¨®n Provincial en uno de los oficios enviados al Grupo Empresarial La Florida, que ha rechazado ofrecer su versi¨®n de los hechos a este peri¨®dico, m¨¢s all¨¢ de comentar que la sentencia del Superior se encuentra recurrida al m¨¢s alto tribunal.
"Hasta que el Supremo decida si existi¨® o no relaci¨®n laboral, la Inspecci¨®n no va a hacer nada, pero est¨¢ avisando ya a la empresa", apostilla Jim¨¦nez-Piernas. De hecho, en otro oficio emitido el pasado 12 de julio por Trabajo, al que tuvo acceso EL PA?S, el ¨®rgano comunica al club de alterne que ha aceptado su solicitud de paralizar la inspecci¨®n a la espera de que se resuelvan los recursos judiciales ¡ªposibilidad prevista en la ley¡ª. Eso s¨ª, avisa tambi¨¦n de que considera interrumpido el plazo de cuatro a?os previsto en la normativa para que prescriba el pago de estas cuotas.
La batalla judicial
La batalla de Evelyn Rochel arranc¨® en 2017, cuando se atrincher¨® en una de las habitaciones del Flower's, ubicado junto a la autov¨ªa A-6 ¡ªa la altura de Las Rozas¡ª y un habitual en las redadas policiales. Seg¨²n afirm¨® entonces la mujer, el club de alterne le comunic¨® que deb¨ªa marcharse y dejar de ejercer all¨ª. "Me quieren echar de aqu¨ª como a un perro, pero no lo voy a consentir. Este no es solo mi trabajo. Vivo aqu¨ª. Este club es mi casa. Y por eso me he atrincherado en mi habitaci¨®n, la 113", declar¨® a El Espa?ol. Seg¨²n cuenta, llevaba 15 a?os prostituy¨¦ndose en Espa?a y siempre bajo el mando de los mismos jefes.
La pelea se traslad¨® posteriormente a los tribunales. En primera instancia, el Juzgado de lo Social n¨²mero 24 de Madrid rechaz¨® sus pretensiones. Pero Rochel recurri¨® y el TSJM admiti¨® parte de sus argumentos. Los magistrados inciden en que exist¨ªa una relaci¨®n de ¡°dependencia¡± entre la trabajadora y el burdel: "Su actividad iba dirigida a conseguir que los clientes consumieran bebidas, lucr¨¢ndose [el Flower's] y no redundando en el propio beneficio de la [prostituta]". Adem¨¢s, inciden en que es "evidente" la "inserci¨®n" de Rochel en la organizaci¨®n empresarial: "Sus servicios se realizaban en el local del negocio, en el horario fijado por la empresa y sometida a sus instrucciones". "Considerar que se trataba de un trabajo sin derecho a contraprestaci¨®n, ser¨ªa tanto como admitir la esclavitud", a?ade el fallo.
El Supremo debe pronunciarse ahora. En una sentencia de 2016, el alto tribunal ya estableci¨® una frontera entre la actividad de alterne y la prostituci¨®n. Si existe sexo, no puede considerarse relaci¨®n laboral. Pero ese punto, en cierta manera, tambi¨¦n lo aborda el tribunal superior, que explica que Rochel ejerc¨ªa por una parte el alterne en el Flower's y, despu¨¦s, en el hotel contiguo ¡ª"tambi¨¦n propiedad de la empresa demandada"¡ª, la prostituci¨®n: "Dos actividades bien diferenciadas". "Si el Supremo confirma la sentencia del TSJM, todos los clubes de alterne deber¨ªan dar de alta a sus trabajadoras. Y la inspecci¨®n podr¨ªa actuar y reclamar las cuotas a la Seguridad Social de todas las prostitutas del pa¨ªs de los ¨²ltimos cuatro a?os", apostilla Jim¨¦nez-Piernas.?
Registros de habitaciones y sorteos de noches gratis
Evelyn Rochel, de origen colombiano, aterriz¨® en Espa?a hace casi dos d¨¦cadas. Seg¨²n consideran probados los tribunales, desde 2007 a 2017 prest¨® de forma voluntaria "servicios de car¨¢cter sexual a cambio de dinero" en el ApartaHotel La Florida, adjunto al Flower's, donde tambi¨¦n realizaba labores de alterne. Entre otros detalles, los jueces explican en sus escritos c¨®mo la mujer pagaba al Grupo Empresarial La Florida, propietaria de ambos establecimientos, un total de 85 euros al d¨ªa por la habitaci¨®n con ba?o donde "ejerc¨ªa la prostituci¨®n", m¨¢s otros dos euros por el cambio de ropa de cama y toallas. Todo ello, en unos locales donde los due?os pon¨ªan las normas.
Seg¨²n a?aden las resoluciones del juzgado de lo Social y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la empresa exig¨ªa a Rochel y a sus compa?eras "que no se acercaran a los clientes hasta que no hubieran efectuado una primera consumici¨®n". Adem¨¢s, a las cinco de la tarde de cada d¨ªa ¡ªhora a la que abre el Flower's¡ª, se realizaba un sorteo entre los "usuarios" del hotel, donde se les premiaba con no pagar la habitaci¨®n esa noche: "La finalidad de dicho sorteo que las chicas comenzaran a esa hora a prestar sus servicios", destaca tambi¨¦n el fallo de los magistrados, que a?aden que la empresa prohib¨ªa incluso a las prostitutas y los clientes que subieran bebidas alcoh¨®licas a las habitaciones: "Alegando motivos de seguridad para ellas y llegando a realizar registros en las habitaciones delante de sus usuarias para comprobar que esa norma se cumpl¨ªa", desvelan los jueces
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