Un error judicial obliga a suspender el desahucio de una familia afectada por la subida del alquiler
La mala coordinaci¨®n entre la comitiva judicial y los Mossos lleva a suspender el desalojo por segunda vez
Juan Hern¨¢ndez y Livia Arteaga han conseguido este martes por la ma?ana ¡ªjunto a decenas de activistas del Sindicato de Inquilinos y de la Oficina de Vivienda Popular de Gr¨¤cia¡ª detener el segundo intento de desahucio del piso donde viven de alquiler desde hace doce a?os. El desalojo de Hern¨¢ndez y Arteaga ¡ªJuan y Livia¡ª es conocido en toda Espa?a ya que en plena precampa?a la n¨²mero dos de Unidas Podemos, Irene Montero, public¨® un v¨ªdeo en Twitter en el que enviaba un mensaje a ¡°Esther Argerich, la propietaria del piso¡± exigiendo que cancelara la ¡°subida abusiva¡± del precio del alquiler (300 euros) a este matrimonio. Cuando Montero public¨® el mensaje, Argerich ya hab¨ªa presentado denuncias penales contra sus inquilinos y contra los representantes del sindicato de inquilinos y de la oficina de vivienda que les apoyan acus¨¢ndoles de coacciones. Los activistas ya hab¨ªan parado una orden de desahucio y esta ma?ana han vuelto a paralizar el segundo lanzamiento pero con una actuaci¨®n de la comitiva judicial y de los Mossos d¡¯Esquadra nada coordinada que ha acabado con la protesta, entre llantos, de Argerich.
A las 11.00 de la ma?ana decenas de personas se encontraban obstaculizando el portal del n¨²mero 274 de la travessera de Gr¨¤cia de Barcelona. De esta manera pretend¨ªan que la comitiva judicial considerara que no se pod¨ªa realizar el desahucio y se suspendiera hasta que el juez se?alara una nueva fecha. Juan Hern¨¢ndez explicaba a EL PA?S como ha llegado su familia, con tres hijos (uno de ellos de 14 a?os) hasta este punto que parece de no retorno. Hern¨¢ndez viaj¨® en busca de una vida mejor desde Per¨² a Barcelona en 1998. Comenz¨® a trabajar en el Corte Ingl¨¦s y pronto consigui¨® reagrupar a toda su familia. En 2007 se trasladaron a vivir al piso de Esther Argerich pagando 1.100 euros mensuales. Una mensualidad que negociaron reducir, en 2015, a 1.000 euros. As¨ª fue hasta octubre de 2018 que finalizaba el contrato. Meses antes hab¨ªa recibido un burofax donde se les comunicaba que si quer¨ªan seguir en el piso la mensualidad sub¨ªa a 1.300 euros. ¡°Intentamos negociar pero la due?a se neg¨® en rotundo. No nos hemos negado nunca a pagar pero ella no quiso ni escucharnos¡±, lamentaba esta ma?ana el inquilino.
A las 11.30 la comitiva judicial ha llegado a la puerta del portal y tras dialogar con el matrimonio, y con representantes de las entidades, los representantes judiciales han suspendido el desalojo al entender que no estaban siendo ¡°asistidos por los Mossos d¡¯Esquadra¡±. El desahucio estaba oficialmente suspendido pero, con la calca del documento todav¨ªa en la mano, el matrimonio y el resto de activistas han comprobado que mientras ellos hablaban con la comitiva el edificio estaba totalmente tomado por los antidisturbios de la polic¨ªa auton¨®mica que hab¨ªan accedido al rellano por el parking cuya entrada se encuentra en la calle Sic¨ªlia.
La propietaria del piso ha pedido explicaciones a la comitiva judicial. No entend¨ªa c¨®mo con los agentes dentro del edificio se hab¨ªa suspendido el desahucio. Ella misma hab¨ªa abierto la puerta del p¨¢rquing a los agentes. Los Mossos d¡¯Esquadra pese a estar en las zonas p¨²blicas del edificio no recibieron la orden de la comitiva y, por tanto, abandonaron el lugar sin realizar el desalojo. Argerich protest¨® a la comitiva e incluso llor¨® de impotencia porque todav¨ªa pasar¨¢n varios d¨ªas para desalojar a Juan y Livia.
Tras la marcha de los agentes, los activistas se han mostrado sorprendidos por la actuaci¨®n tanto de la comitiva judicial como de los Mossos. Barbara Roch de la Oficina de la Vivienda Popular de Gr¨¤cia ha alertado: ¡°No pararemos hasta que la propiedad acceda a renovar el contrato a Juan y Livia o hasta que se les encuentre una alternativa dentro del barrio¡±. Por su parte, el portavoz del Sindicato de Inquilino, Jaime Palomera, ha destacado: ¡°Juan y Livia son un s¨ªmbolo de la lucha contra una ley de arrendamientos que permite subidas de precio sin l¨ªmite y la expulsi¨®n de los vecinos al finalizar sus contratos. Ante la falta de voluntad del Gobierno para regular los alquileres, ya son m¨¢s de mil familias las que se han plantado. Llamamos a todos los inquilinos a plantarse frente a una ley inhumana, a seguir pagando lo que abonaban y a abrir negociaciones colectivas para conseguir un alquiler justo. En el 95% de casos se llega a acuerdos con los arrendadores¡±
Juan esta ma?ana se sent¨ªa orgulloso: "Mi hijo peque?o antes de ir al instituto me ha pedio que sea fuerte y me ha dado las gracias por luchar por nuestra dignidad". En unas semanas el juez se?alar¨¢ una nueva fecha para el desalojo.?
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