Del videojuego al ¡®apartheid¡¯, pasando por Marte, en el CCCB
El centro supera, al cumplir 25 a?os, las 500.000 visitas durante 2019
Lo mismo que el ADN de los progenitores marca para siempre a sus descendientes, por mucho que a nivel superficial no lo parezca; los centros culturales heredan de sus ide¨®logos la forma de abordar, comprender y explicar el mundo que les rodea. Es lo que le ocurre al CCCB nacido en 1994 de la iniciativa de un grupo de intelectuales, con el fil¨®sofo Josep Ramoneda a la cabeza, con la idea de reflexionar sobre la ciudad y sus problemas, sea Barcelona o cualquier urbe del planeta. Con su inauguraci¨®n renac¨ªa la Casa de la Caridad creada en 1802 como hospicio de beneficencia en el que se acog¨ªan a los m¨¢s desfavorecidos. Las cosas han cambiado pero el ADN de la Casa de la Caritat-CCCB sigue siendo dar luz a los muchos problemas que afectan y preocupan a la sociedad de hoy. As¨ª ha sido durante los 25 a?os de vida, aunque en algunas etapas haya quedado diluido.
Este ¨²ltimo a?o, que coincide con la llegada a la direcci¨®n de Judit Carrera, el CCCB ha recuperado su esencia y el respaldo de barceloneses y catalanes (53% del p¨²blico) a los debates, conciertos, cine y exposiciones ha sido de r¨¦cord absoluto: 513.000 visitantes, un 4% m¨¢s que en 2018, la mayor cifra conseguida nunca. El motivo, exposiciones como la dedicada al gran Stanley Kubrick: 86.187 personas, la nada f¨¢cil Cu¨¢ntica (80.096) y la necesaria ?Feminismos!, que a uno de diciembre la hab¨ªan visto 70.000 personas.
Y en esa l¨ªnea marcada por sus or¨ªgenes, el CCCB quiere continuar. Por eso, Carrera y su equipo: sobre todo los reci¨¦n incorporados Jordi Costa, jefe de Exposiciones; Elisabet Goula, jefa de Debates y Susana Arias, jefa de Mediaci¨®n, han programado una pr¨®xima temporada tan atractiva como arriesgada, centrada, una vez m¨¢s, en ese c¨®ctel que tan bien les funciona en la que muestran, presentan y generan debate y opini¨®n. ¡°En un momento marcado por el malestar generado por la globalizaci¨®n y la crisis financiera, con sociedades m¨¢s desiguales, m¨¢s plurales, en las que hay un aumento de la extrema derecha, la instituci¨®n debe aspirar a ejercer de puente, a ser cruce de mundos¡±, explic¨® ayer la directora, que ha remarcado que las l¨ªneas de 2020 son ¡°imaginar, inventar y ensa?ar el futuro¡±.
Del pasado que ayuda a comprender el presente y del futuro inmediato va la nueva temporada que arranca el d¨ªa 18 con la exposici¨®n Gameplay. Cultura del videojuego (hasta el 3 de mayo); un viaje a los or¨ªgenes de los videojuegos, su lenguaje y el impacto que tienen en la actualidad. Comisariada por Oliver P¨¦rez y J¨¦rome Nguyen se analiza el universo cultural que se esconde detr¨¢s de ellos; uno de los principales medios de expresi¨®n actuales. ¡°La exposici¨®n no se pregunta si el videojuego es cultura, lo afirma, con la intenci¨®n de vencer ciertos prejuicios¡±, explica Costa.
Viaje interplanetario
Le seguir¨¢ otro paseo por uno de los momentos m¨¢s lamentables de la historia del hombre, el apartheid que vivi¨® Sud¨¢frica hasta 1994, junto a uno de los artistas que m¨¢s lo ha denunciado. La muestra William Kentridge: las sombras y el poder (junio-noviembre) repasa su trabajo multidisciplinario con preguntas inc¨®modas sobre el postcolonialismo. Su obra pudo verse en el Macba en 1999, pero ahora, por primera vez, se exhibe la serie completa de dibujos Drawings for Projection, una cr¨®nica cr¨ªtica de la historia de Sud¨¢frica desde el apartheid. Tambi¨¦n se presentar¨¢ el estreno mundial de la und¨¦cima pieza de More sweetly play the dance, un friso en movimiento, como el teatro de sombras, mezcla de procesi¨®n ritual y flujo de refugiados escapando de una crisis.
El tercer viaje que plantea el CCCB es interplanetario. Se trata de Marte. El espejo rojo (noviembre 2020-abril 2021) comisariada por Juan Insua que hace un recorrido de este planeta desde la mitolog¨ªa pasando al temor de la invasi¨®n marciana para acabar por la condici¨®n de lugar de futuro del hombre si persiste esta especie en su empe?o de acabar con su propio planeta. Para todo esto y las m¨²ltiples actividades que se han programado ¡ªel an¨¢lisis de las protestas que se viven en el mundo, el auge de la extrema derecha y el autoritarismo y el cambio clim¨¢tico¡ª, Carrera y su equipo cuentan con 11,6 millones de euros (un 4,7% m¨¢s que en 2019).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.