¡°Los a?os de la Movida fueron m¨¢gicos¡±

La construcci¨®n por el arquitecto S¨¢enz de Oiza a mediados del siglo XX de la Colonia Lourdes ha marcado de vida de Pedro Touceda (Madrid, 61 a?os). All¨ª se mud¨® con tres a?os y all¨ª regres¨®, casi al bloque de al lado, a?os despu¨¦s. En torno a este especie de pueblito junto a la Casa de Campo se ambienta su libro Los elefantes andan descalzos y no usan paraguas. Un espectacular atardecer sobre la inmensidad verde nos acompa?a durante la entrevista.?

La Casa de Campo hace sesenta a?os era ¡°el m¨¢s all¨¢¡±, como dice en su libro.

Nos mudamos en motocarro desde la zona de San Bernardo y la mayor¨ªa de la familia se qued¨® en Malasa?a. Aquel era un Madrid donde se iba a todos lados andando y en la Castellana hab¨ªa granjas en las que se compraba huevos y verdura. El cogollo de la ciudad era mucho m¨¢s peque?o y venirnos aqu¨ª era irse al m¨¢s all¨¢. Emigr¨¢bamos a otro sitio distinto del ruido, los coches, de mi abuelo sereno en la calle G¨¦nova y ven¨ªas a la Casa de Campo. Esto era una aventura, una vida que no era de ciudad.?

?No es un milagro que sobreviva la Casa de Campo?

Pues s¨ª. Hubo alg¨²n proyecto para construir y los vecinos nos movilizamos. Pero el ecologismo ha ido ganando adeptos. No digo que sea virgen porque desde que nosotros nos vinimos se ha hecho el Metro, el parque de atracciones, el zool¨®gico¡­ En verano abr¨ªamos las ventanas, escuch¨¢bamos a los monos aulladores y pensabas que estabas en la selva de Tarz¨¢n. Y el parque era famoso por el cine de verano y su programaci¨®n musical. Todo en un barrio levantado por S¨¢enz de Oiza con su colegio hecho en c¨ªrculos. M¨¢s de un profesor nuevo dec¨ªa ¡°me he dado cuenta de que los ni?os de aqu¨ª entre el colegio redondo y la Casa de Campo est¨¢is asilvestrados¡±.?

Pues alguno de esos ni?os ha llegado lejos.

De aqu¨ª han salido Faemino (de Faemino y Cansado) que ya hac¨ªa imitaciones en el patio del colegio; Sergio Peris Mencheta, mi vecinito de arriba; Natalia Mill¨¢n, de mi pandilla, que est¨¢ ahora en Gran V¨ªa con Billy Elliot y rueda Cu¨¦ntame; ?lvaro Ruiz que tuvo locales m¨ªticos durante la Movida como Revolver y fue creador del Festimad. En fin, de aqu¨ª ha salido mucha gente con un toque art¨ªstico.?

?Usted tambi¨¦n no?

Yo hab¨ªa empezado a escribir con 12 o 13 a?os. Despu¨¦s trabajaba de chico de los recados en una imprenta de Usera y all¨ª, como no me pagaban, me edit¨¦ un libro. Me fabriqu¨¦ un disfraz de hombre anuncio y llegu¨¦ a vender 3.000 ejemplares uno a uno en el Rastro y en la Feria del Libro, amigos, familiares¡­ Yo era un mantero literario. Pero no pas¨¦ de ser entrevistado por el Gran Wyoming en uno de sus programas.?

Pero en esa ¨¦poca le sale trabajo.

En esa ¨¦poca ya hab¨ªa estado de becario en Radio 3, en un diario de Canarias y en 1985, entr¨¦ de becario en ABC. Ah¨ª he entrevistado como reportero volante y cr¨ªtico musical a Bee Gees en Par¨ªs, en Miami a Julio Iglesias, en Alemania a David Bowie, a los Rolling Stones, Lou Reed, Eric Clapton¡­ Y aqu¨ª a Radio Futura, Gabinete Caligari, Alaska y los Pegamoides, que curiosamente algunos de ellos me hab¨ªan comprado alguno de mis libros sin que ellos supieran que yo era aquel pesado de la calle.?

?C¨®mo ha cambiado Madrid ahora?

Malasa?a sigue siendo de los sitios que guarda su ambiente despu¨¦s de todos estos a?os. Sigue siendo popular, bohemio, art¨ªstico¡­ Yo soy un gran defensor de la Movida madrile?a. Fueron unos a?os m¨¢gicos en Madrid con una actividad art¨ªstica grande y la creatividad por encima de todo.

?Su libro es m¨¢s realidad o ficci¨®n?

Mi abuela ten¨ªa una realidad paralela. A veces se cre¨ªa que era cantante de ¨®pera o bailarina de Charleston. A veces cog¨ªa un tel¨¦fono, marcaba un n¨²mero al azar y al que descolgaba se pon¨ªa, por ejemplo, a recitarle a Espronceda. Yo viv¨ª eso como natural. Somos una familia pintoresca.

Bueno, y ha escrito un libro sin pensarlo.

Empec¨¦ en 2018 a escribir post en Facebook. Primero con textos un poco marcianos y vanguardistas pero sin mucha acogida. Un d¨ªa se me ocurri¨® escribir de cosas del cole o las extravagancias de mi abuela y aquello empez¨® a tener acogida. Algunos hasta me rega?aban la noche que no hab¨ªa publicado. Me acabaron pidiendo este libro. Me he pasado 40 a?os escribiendo, publicando y vendiendo libros; pero en 2019 es la primera vez que lo he hecho en una librer¨ªa.