¡°Que ni te miren es peor que el fr¨ªo o el hambre¡±
La pel¨ªcula ¡®Sin techo¡¯, interpretada por gente que ha vivido en la calle, sumerge en el mundo de la indigencia
En el mundo hay mucha fealdad, pero si apart¨¢ramos la mirada, habr¨ªa mucha m¨¢s¡±. Esta frase se les qued¨® grabada a fuego el pasado noviembre, en el Festival de Gij¨®n, a Xesc Cabot y Pep Garrido, directores de Sense sostre, una pel¨ªcula que cuenta la dur¨ªsima experiencia de la gente que vive en la calle. La frase citada hac¨ªa referencia a la pel¨ªcula La casa es negra, que dirigi¨® Forugh Farrokhzad en 1963 sobre la lepra, pero encaja a la perfecci¨®n en el esp¨ªritu de Sense sostre: ¡°Queremos poner la mirada sobre aquello que preferimos no ver, sobre esas realidades monstruosas pero profundamente humanas que, a fuerza de ser ignoradas, han dejado de existir para nosotros¡±, explica Cabot, ante la aprobaci¨®n de su compa?ero.
La pel¨ªcula, que cuenta la experiencia de Joan, un hombre que vive en la calle en Barcelona, est¨¢ protagonizada por Enric Molina, de 53 a?os, el sexto de siete hermanos, que ha estado m¨¢s de 20 a?os viviendo debajo de un puente. ¡°Empec¨¦ a flirtear con la noche, el alcohol, las drogas y, como me dec¨ªan mis padres, acab¨¦ en el mal camino¡±, dice. Hasta que, ¡°hace cinco o seis a?os¡±, de la mano de la Fundaci¨® Arrels, consigui¨® dejar la calle.
Lo que narra la pel¨ªcula no es la vida de Enric, es una ficci¨®n, pero basada en una realidad cruel y fielmente documentada. ¡°Hicimos un guion bas¨¢ndonos en las vivencias de gente que ha vivido en la calle con la que contactamos a trav¨¦s de la Fundaci¨® Arrels y de la Xarxa d¡¯Atenci¨® a Persones Sense Llar¡±, explica Garrido. ¡°All¨ª ten¨ªan un taller de teatro que dirig¨ªa Ivana Mi?o que nos sirvi¨® para empezar a ensayar con ellos: quer¨ªamos que ellos protagonizaran la pel¨ªcula¡±. No solo eso, porque le dieron un toque de realidad al guion: ¡°Era muy real, la verdad¡±, dice Molina. ¡°Pero hab¨ªa detalles que no se sosten¨ªan: por ejemplo, eso de que cada uno fuera con su litro de vino no era del todo cierto, se compart¨ªa mucho... As¨ª, entre todos, le fuimos dando pinceladas al texto hasta dejar el cuadro acabado¡±.
Esos ensayos depararon otra sorpresa: ¡°Hab¨ªa un hombre que actuaba de una manera sorprendente, ten¨ªa una fuerza intuitiva bestial, una capacidad de mostrar su intimidad entretanto ruido...¡±, recuerda Cabot. Era Molina, que desarrollaba sus dotes art¨ªsticas adquiridas a los 17 a?os en una escuela de actores. ¡°Yo ech¨¦ toda la carne al asador, como se dice, y les gust¨¦¡±. De ah¨ª pas¨® a interpretar, el a?o pasado, Sis personatges-Homenatge a Tom¨¤s Giner, en el Lliure (espect¨¢culo que se volver¨¢ a ver en junio, dirigido por Juan Carlos Martel con texto de Joan Yago). ¡°Ahora estoy en una nube¡±, reconoce el actor. Y ha dejado un poco de lado a sus antiguos compa?eros de calle, con los que mantiene contacto a trav¨¦s de Arrels. ¡°?Los tengo abandonados!¡±, exclama, ¡°pero en cuanto pase esta vor¨¢gine volver¨¦ a verlos¡±.
Esos amigos son aquellos a los que todos seguimos sin mirar por la calle: ¡°Cuando te miran con cara de asco, o con agobio, o incluso cuando no te miran, es lo peor. Mucho peor que el fr¨ªo, el hambre o el miedo¡±. Los directores se dan por satisfechos cuando descubren que la gente que ya ha visto la pel¨ªcula, en el preestreno o en Gij¨®n, comenta que ¡°ya nunca volver¨¢ a tratar a los sin techo con la misma frialdad con que lo ha hecho hasta ahora¡±. Molina da fe de ello y lamenta (y entiende) que sus antiguos compa?eros, los que siguen en la calle, no est¨¢n por la labor: ¡°Es gente reacia, t¨ªmida, para ellos ir al cine es algo que no se plantean de ninguna manera¡±, dice.
M¨²sica de la respiraci¨®n
Sense sostre, ¡°ardua, dura, exigente tambi¨¦n para el espectador¡±, en palabras de sus directores, rompe un estereotipo cinematogr¨¢fico muy com¨²n: ¡°El de pel¨ªculas en las que los sin hogar son rom¨¢nticos, son esp¨ªritus libres, son poetas¡±, dice Cabot. ¡°Nada de eso. Una pel¨ªcula de sus vidas deber¨ªa ser una pel¨ªcula de terror¡±. Eso es lo que, en cierto modo han hecho: contar el terror de vivir en la calle: ¡°Quer¨ªamos retratar esa pesadilla centr¨¢ndola en una experiencia humana real: el miedo a recibir una paliza cualquier noche, el miedo a tu pasado, el miedo a lo que pueda pasar ma?ana, el miedo a las adiciones... Y creo que hemos tendido un puente entre nuestra realidad y la de esta gente¡±.
La pel¨ªcula, en la que los actores profesionales Laia Manzanares y Jos¨¦ Mar¨ªa Blanco comparten cartel con antiguos indigentes, transcurre a golpe de tos, de respiraci¨®n, de fuerzas de flaqueza: ¡°La m¨²sica de la pel¨ªcula es la respiraci¨®n de Joan¡±, refleja Garrido. ¡°La respiraci¨®n de alguien que se ahoga es la lucha de alguien que hace un esfuerzo constante por vivir¡±. Aunque sea en un mundo que permite que pase esto. ¡°La pel¨ªcula pone de manifiesto una grieta del sistema y que la causa del problema no son los sin techo, sino algo que nos implica a todos como sociedad¡±, sostiene Cabot.
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