Con un anillo de compromiso en cada mano

Estaban sentadas en una cafeter¨ªa de Barcelona. Era el 8 de abril de 2017. Albert L¨®pez, que estaba trabajando e iba vestido con el uniforme de guardia urbano, lleg¨® y ¡°le dio una cajita¡± a Rosa Peral. ¡°Para que te lo pienses¡±, le dijo. Se fue, y Peral mostr¨® a sus amigas lo que hab¨ªa en el interior: ¡°Un solitario, con un brillante¡±. Al poco, regres¨® de nuevo L¨®pez. ¡°Si te lo piensas, dime algo, porque lo quiero ir a grabar¡±, le dijo. ¡°Rosa se qued¨® sorprendida¡±. Un poco ¡°vergonzosa¡±, acab¨® cogiendo el regalo y se lo puso. ¡°Llevaba un anillo [de compromiso] en cada mano¡±. El otro era de Pedro Rodr¨ªguez, la pareja de Peral.

El episodio lo explic¨® este jueves en la Audiencia de Barcelona Irene G., una amiga ¨ªntima de Rosa Peral. Desde el lunes, se juzga si Peral, junto a su examante, Albert L¨®pez, mataron en mayo de 2017 a quien era entonces la pareja de ella, Pedro Rodr¨ªguez. Los tres eran agentes de la Guardia Urbana de Barcelona.

L¨®pez pidi¨® matrimonio a Peral un mes antes del asesinato de Rodr¨ªguez. Entonces Peral dudaba entre los dos hombres, seg¨²n explic¨® Irene ante el jurado que deber¨¢ decidir si son culpables del crimen. Peral y L¨®pez niegan haberlo matado, solo admiten haber colaborado con el otro para deshacerse del cad¨¢ver, que apareci¨® carbonizado en el interior del maletero de su propio coche, en una pista forestal al lado del pantano de Foix.

Peral finalmente eligi¨® a Rodr¨ªguez. ¡°Viste y folla mejor¡±, declar¨® Irene que le dijo la acusada, sobre los motivos por los que prefiri¨® a la v¨ªctima. Y le asegur¨® que le devolvi¨® el anillo a L¨®pez. Tras la desaparici¨®n de Rodr¨ªguez, ella le cont¨® a Irene la misma versi¨®n falsa que explic¨® a todo el mundo: que hab¨ªa discutido con ¨¦l y que este se hab¨ªa marchado de casa. Los Mossos sostienen que el hombre nunca sali¨® del chal¨¦ de Cubelles, donde L¨®pez y Peral, de mutuo acuerdo, presuntamente acabaron con su vida entre la noche del 1 y del 2 de mayo de 2017. La investigaci¨®n no ha aclarado c¨®mo le mataron ni a qu¨¦ hora.

Bajo la atenta mirada de Rosa Peral, tambi¨¦n declar¨® una compa?era de prisi¨®n de la mujer en la c¨¢rcel de Wad-Ras de Barcelona. ¡°Ella me dijo en muchas ocasiones que quer¨ªa matar a Rub¨¦n¡±, asegur¨® Anyuli G. Rub¨¦n es el exmarido de Rosa Peral, al que fue infiel con Pedro Rodr¨ªguez y con Albert L¨®pez. Rub¨¦n empez¨® una relaci¨®n con otra mujer y decidi¨® poner fin a su matrimonio cinco meses antes del crimen.

¡°Le molestaba mucho que no le trajera a las ni?as¡± a la prisi¨®n, explic¨® la presa sobre el motivo de la mala relaci¨®n de Peral con Rub¨¦n, miembro de los Mossos d¡¯Esquadra. El fiscal acusa a Peral y a L¨®pez de querer hacer creer a la polic¨ªa que Rub¨¦n hab¨ªa matado a Rodr¨ªguez, con quien ten¨ªa muy mala relaci¨®n y denuncias cruzadas. Para abonar esa tesis, cogieron el m¨®vil de la v¨ªctima, encendido, y fueron hasta las inmediaciones de la casa de Rub¨¦n. As¨ª, pensaron, cuando los Mossos reconstruyeran sus pasos tras desaparecer pensar¨ªan que Rub¨¦n estaba implicado.

¡°Pregunt¨® si conoc¨ªamos a un sicario¡± para matar a Rub¨¦n, profundiz¨® la presa, que tambi¨¦n dijo que Peral le cont¨® que us¨® un medicamento de Rub¨¦n para la ci¨¢tica para envenenar a Pedro Rodr¨ªguez el d¨ªa del crimen. Anyuli, a¨²n en prisi¨®n, tambi¨¦n dijo que Peral us¨® su clave de ordenador para ¡°averiguar en Internet si se pod¨ªa saber la causa de la muerte de un cad¨¢ver calcinado¡±. La mujer y otra interna, ya en libertad y a la que no han podido localizar para que declare, contaron entonces a los Mossos las supuestas intenciones de Rosa Peral, que fue trasladada de c¨¢rcel. La defensa de la acusada sostiene que la presa trat¨® de seducir a Peral e invent¨® toda la historia al verse rechazada. ¡°?Se siente usted amenazada por Rosa?¡±, le pregunt¨® el abogado de Albert L¨®pez a la testigo, que aleg¨® no recordar muchas cosas durante la vista. ¡°No¡±, zanj¨®.?