El doctor Negr¨ªn regresa al quir¨®fano

Por una puerta entraban los investigadores a la zona de esterilizaci¨®n para lavarse las manos y pasar a continuaci¨®n al quir¨®fano. Por otra puerta se introduc¨ªa a los animales, sobre todo perros, ranas y tortugas, empleados en experimentos para estudiar los efectos y tratamientos de enfermedades. Desde este viernes, una placa recuerda en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense que ese espacio es el restaurado Quir¨®fano Negr¨ªn, la instalaci¨®n que dirigi¨® desde su creaci¨®n en 1916 hasta 1934 Juan Negr¨ªn L¨®pez (Las Palmas de Gran Canaria, 1892- Par¨ªs, 1956), cient¨ªfico que se comprometi¨® con la pol¨ªtica con la llegada de la Segunda Rep¨²blica. Negr¨ªn presidi¨® el Consejo de Ministros desde mayo de 1937, nombrado por Aza?a en plena Guerra Civil, hasta 1945, ya en el exilio.

L¨¢mparas de luz sin sombra, mesas articuladas de quir¨®fano, un aparato de ventilaci¨®n asistida, un quim¨®grafo (dispositivo para registrar cambios en la actividad nerviosa o la respiraci¨®n), facturas de la compra de equipos, material quir¨²rgico... El ahora reconstruido laboratorio "se encontraba, sin embargo, en buen estado de conservaci¨®n", declar¨® a EL PA?S Luis Enrique Otero, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Complutense. "Como el edificio de Medicina es enorme, hubo zonas que tras la guerra estuvieron casi abandonadas. Este quir¨®fano, que hab¨ªa sido de los m¨¢s avanzados entonces en Europa en experimentaci¨®n animal y en el que el premio Nobel Severo Ochoa y Francisco Grande Covi¨¢n, entre otros, fueron disc¨ªpulos de Negr¨ªn, pas¨® en el franquismo a ser almac¨¦n", a?adi¨®.

Otero explica que fue Santiago Ram¨®n y Cajal, presidente de la Junta para Ampliaci¨®n de Estudios, quien insisti¨® en traer a Espa?a a Juan Negr¨ªn, entonces un destacado y pol¨ªglota fisi¨®logo que se hab¨ªa formado en Leipzig (Alemania), donde trabajaba. Cajal quer¨ªa que Negr¨ªn se encargara del laboratorio de fisiolog¨ªa general que finalmente vio la luz en 1916 en la Residencia de Estudiantes. El progresivo crecimiento del centro motiv¨® su traslado, en 1934, a la Facultad de Medicina.

El profesor Otero fue el encargado este viernes de pronunciar la conferencia sobre el legado cient¨ªfico de Negr¨ªn, acto que precedi¨® a la reinauguraci¨®n del quir¨®fano. "Este lugar estar¨¢ abierto al p¨²blico y podr¨¢ visitarse en grupos de 10 o 15 personas", apunt¨® el anestesi¨®logo Jorge Garc¨ªa Trapero, miembro del equipo que "ha reconstruido" la instalaci¨®n. "Llama la atenci¨®n la cantidad y calidad de los aparatos que se compraron".

A este homenaje a Negr¨ªn acudi¨® su nieta Carmen, presidenta de la Fundaci¨®n Juan Negr¨ªn, que se emocion¨® al recordar un hecho "poco conocido" de su abuelo: "La Ciudad Universitaria fue el ¨²ltimo lugar que visit¨® en Madrid antes de partir al exilio". Fue porque Negr¨ªn hab¨ªa sido uno de los art¨ªfices del campus madrile?o. En 1931 fue nombrado secretario de la junta constructora de la universidad. Su nieta recuerda que esa labor era "uno de los asuntos que m¨¢s le gustaba recordar".

El golpe de Casado

Negr¨ªn hab¨ªa llegado a Madrid desde la sede del Gobierno, entonces en la finca El Poblet, en Alicante, porque en la capital se hab¨ªa producido el golpe de [Segismundo] Casado y [el socialista] Juli¨¢n Besteiro, el 5 de marzo de 1939, contra su Gobierno para acordar con Franco la rendici¨®n. "Negr¨ªn quer¨ªa enfrentarse a ellos y como sospechaba que pod¨ªa sufrir un atentado, se escap¨® de su guardaespaldas y del ch¨®fer para ir a la Ciudad Universitaria y despedirse simb¨®licamente de ella", cont¨® Carmen. Despu¨¦s, regres¨® a Alicante y de ah¨ª al exilio a Londres.

La restauraci¨®n de su laboratorio "supone un acto de reconocimiento a su dimensi¨®n cient¨ªfica, adem¨¢s en el lugar en el que Negr¨ªn fue un puntal", subray¨® Otero, para quien su gran legado fue "su capacidad para crear una escuela e impulsar carreras cient¨ªficas de j¨®venes investigadores". El laboratorio de Negr¨ªn fue uno de los centros que "sufri¨® una dur¨ªsima depuraci¨®n con el franquismo que llev¨® al fin de la Edad de Plata, con la expulsi¨®n de la mejor generaci¨®n de cient¨ªficos que hab¨ªa tenido Espa?a en la edad contempor¨¢nea", seg¨²n Otero.

En el caso del estadista canario, la despedida de Espa?a "no le impidi¨®, por el lado pol¨ªtico, seguir luchando hasta su muerte", cont¨® su nieta. "Y tambi¨¦n, tanto en Londres como luego en Par¨ªs continu¨® como pudo sus investigaciones. Se hizo construir un laboratorio e iba a conferencias. Hasta el final estuvo conectado a la ciencia m¨¢s avanzada que se hac¨ªa".