El plan para ampliar el aeropuerto choca con vecinos y ecologistas

El aeropuerto de Barcelona encadena una d¨¦cada de crecimiento continuo y los 52,6 millones de usuarios registrados el a?o pasado sit¨²an a la instalaci¨®n a un paso del techo que te¨®ricamente marca su l¨ªmite de capacidad en las condiciones actuales: 55 millones de viajeros. Aena apunta que no hay motivos para el nerviosismo al menos hasta 2025, pero ha trazado un plan de desarrollo que permita ensanchar su capacidad operativa para dar servicio a 70 millones de pasajeros al a?o. Su propuesta, sin embargo, choca con la oposici¨®n que hist¨®ricamente ha mantenido plataformas vecinales y ecologistas.

Aena prev¨¦ invertir 1.500 millones de euros en un proyecto para construir una terminal sat¨¦lite de la T1. Para ganar tr¨¢fico hace falta m¨¢s lanzadera de asfalto y la idea que defiende el operador aeroportuario consiste en ampliar unos 500 metros hacia el norte la tercera pista, la m¨¢s cercana al mar. Ese plan inversor choca con las reticencias de los municipios que rodean la infraestructura y con las cr¨ªticas de varios colectivos ecologistas, que hacen frente com¨²n para alegar que ampliar el aeropuerto atenta contra la calidad de vida de los vecinos y supone una amenaza para la preservaci¨®n de espacios naturales del delta del Llobregat.

Solo Viladecans, mediante su alcalde, Carles Ruiz, se alinea abiertamente con Aena. ¡°Somos conscientes de la importancia de la ampliaci¨®n del aeropuerto¡±, manifiesta Ruiz, que se ofrece a facilitar terrenos municipales para compensar la afectaci¨®n que la ampliaci¨®n pueda causar sobre los espacios naturales de la desembocadura del Llobregat.

¡°A este aeropuerto no le hace falta crecer, se est¨¢ priorizando la econom¨ªa y la especulaci¨®n a las personas¡±, critica Josep Velasco, portavoz de Prou Soroll, una plataforma que lleva quince a?os batallando contra el impacto ac¨²stico que genera el ir y venir de los aviones sobre la franja litoral del Baix Llobregat y el Garraf. Alargar la tercera pista implicar¨ªa invadir la laguna de la Ricarda, que est¨¢ catalogada y cuenta con protecci¨®n medioambiental. Varias entidades se oponen y se han agrupado bajo una plataforma, Zeroport, para frenar esos planes.

A la plataforma le ha surgido un aliado inesperado: la Generalitat. El consejero de Territorio Dami¨¤ Calvet manifest¨® recientemente que ¡°la prospecci¨®n de Aena choca con una realidad: la Ricarda y el Remolar son zonas protegidas que se han de preservar¡±.

Por sus caracter¨ªsticas y ubicaci¨®n, el aeropuerto de Barcelona opera encorsetado. Dispone de tres pistas, una m¨¢s que el aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tr¨¢fico en Europa, pero con los actuales protocolos de maniobra en El Prat no se registran m¨¢s de ¡°78 o 79 operaciones cada hora¡±, apuntan fuentes de los controladores a¨¦reos. Tiene una pista transversal que solo se usa de manera puntual, normalmente en los vuelos nocturnos, y la actividad se concentra en las otras dos. La pista larga, comprendida entre la T1 y la T2, se reserva para los aterrizajes, y en la pista m¨¢s cercana al mar se concentran los despegues. ¡°Las usamos con el rol inverso a como fueron dise?adas¡±, precisan las mismas fuentes de los controladores. Pero cambiar esa configuraci¨®n constituye una l¨ªnea roja para los municipios vecinos.

La alcaldesa de Gav¨¤, Raquel S¨¢nchez, ha advertido que introducir variaciones en la operativa es inaceptable: ¡°Nos oponemos frontalmente a una configuraci¨®n en pistas independientes, esta es una opci¨®n que no podemos admitir de ninguno de las maneras. Va en contra de nuestros intereses, de aquello que siempre hemos defendido¡±. Gav¨¤, como Castelldefels, ha mostrado a Aena su oposici¨®n a un posible cambio de rol de las pistas. Operar con pistas independientes oxigenar¨ªa el tr¨¢fico y posibilitar¨ªa meter m¨¢s aviones en las pistas cada hora, pero dispara el impacto ac¨²stico sobre las viviendas m¨¢s cercanas al aeropuerto. Lo saben bien los inquilinos de las casas de Gav¨¤ Mar y sus vecinos entre Viladecans y Castelldefels.