Chile, en un sismo pol¨ªtico, social y econ¨®mico
La rebeli¨®n masiva de octubre de 2019 abri¨® las puertas a una nueva Constituci¨®n y a un gobierno de izquierdas que inquietan a las ¨¦lites empresarias
No ha dejado de temblar en la zona centro norte del pa¨ªs. Como si la falla geol¨®gica que Chile lleva en sus entra?as se hiciera eco de la otra gran fractura, social, pol¨ªtica y econ¨®mica, que emergi¨® con violencia in¨¦dita el 18 de octubre de 2019 en una rebeli¨®n masiva que provoc¨® una crisis institucional de magnitud no vista. La v¨ªa de escape fue el compromiso de la mayor¨ªa de las fuerzas pol¨ªticas de dar paso a una nueva Constituci¨®n Pol¨ªtica. El 80% de los ciudadanos refrend¨® con su voto la decisi¨®n de enterrar la Constituci¨®n que instaur¨® el general Pinochet en 1980, en plena dictadura.
El corcoveo profundo en que Chile se sumergi¨® tuvo un nuevo hito hace un a?o: la elecci¨®n de los 155 constituyentes que redactar¨ªan la nueva Constituci¨®n. Un grupo hist¨®rico e in¨¦dito: paritario, con representantes de pueblos originarios, de movimientos ecologistas y sociales, pol¨ªticos e independientes. Por primera vez se instal¨® en un centro del poder un abanico distinto a la ¨¦lite tradicional que copa el Ejecutivo, Congreso, Tribunales y empresas. Poco despu¨¦s, una mujer mapuche fue electa presidenta de la Convenci¨®n: Elisa Lonc¨®n. Una parte del pa¨ªs se paralogiz¨®.
No hubo tregua s¨ªsmica. Porque luego vino la campa?a y elecci¨®n presidencial y en diciembre pasado fue electo Gabriel Boric (36 a?os). Por primera vez triunfaba el candidato de la izquierda a secas, sin alianza con el centro, con el 55,87% de los votos. El presidente m¨¢s votado de la historia reciente. Le gan¨® a Jos¨¦ Antonio Kast, candidato del extremo derecho. Ambos desalojaron a los dos bloques que se turnaron en la administraci¨®n del poder en los 32 a?os de democracia, despu¨¦s de la dictadura. La exigencia de cambios profundos se pod¨ªa masticar.
El corcoveo se hizo m¨¢s profundo a partir de marzo, cuando el presidente Boric y su equipo, un n¨²cleo joven y paritario, ocup¨® La Moneda. Ese grupo solo en 2011 protagoniz¨® la gran revuelta universitaria exigiendo el fin del lucro en la educaci¨®n.
Y aqu¨ª estamos, en medio del enjambre s¨ªsmico. Uno que esta semana se hizo m¨¢s violento y letal. En la jornada de celebraci¨®n del D¨ªa del Trabajador, el crimen organizado que controla la venta de contrabando y el tr¨¢fico de inmigrantes, armas y droga en las calles de un barrio popular de Santiago (Estaci¨®n Central), dispar¨® contra tres periodistas. Francisca Sandoval, de Canal 3 TV de La Victoria, est¨¢ a¨²n en riesgo vital. El derecho a informar fue atacado, al igual que en el resto de Am¨¦rica Latina, en su nudo crucial: el buen periodismo.
Poco despu¨¦s, el sismo pol¨ªtico encendi¨® las redes sociales cuando en Santiago, al interior del ex Congreso Nacional, se vivi¨® un momento hist¨®rico: el pleno de la Convenci¨®n Constituyente aprob¨® por m¨¢s de dos tercios un articulado que garantiza el ¡°derecho de los pueblos y naciones ind¨ªgenas a sus tierras, territorios y recursos¡±. Y que el ¡°Estado establecer¨¢ instrumentos jur¨ªdicos eficaces para su catastro, regularizaci¨®n, demarcaci¨®n, titulaci¨®n, reparaci¨®n y restituci¨®n¡± y condiciones para las expropiaciones de tierras. Hubo exultante jolgorio en la sala.
Y se entiende. Si algo se escondi¨® bajo la monta?a y el mar de Chile fue el genocidio y expoliaci¨®n de la que fue objeto principalmente el pueblo mapuche en los siglos XIX y XX. As¨ª lo estableci¨® la Comisi¨®n de Verdad y Nuevo Trato que instaur¨® entre 2001 y 2003 el presidente Ricardo Lagos. Y la restituci¨®n de tierras de las que fueron brutalmente despojados es hoy el principal mecanismo para desactivar la bomba del conflicto que tiene a una amplia zona del sur invadida de violencia. La que provocan mafias del robo de madera y narcotr¨¢fico y la rebeli¨®n de grupos mapuche radicales que desaf¨ªan la democracia ¡°huinca¡±. El jueves 5 de abril muri¨® asesinado otro comunero mapuche a manos de un grupo armado. La novena v¨ªctima en lo que va del a?o.
El movimiento s¨ªsmico se ha vuelto vertiginoso. La cuota de caos y corte de suministro de gasolina, la aportaron grupos de camioneros que en distintos puntos del pa¨ªs cortaron rutas exigiendo seguridad por ataques a sus veh¨ªculos y choferes en el Walmapu (zona mapuche) y delincuentes. Su petitorio, que incluy¨® mano dura para impedir ingreso de extranjeros y no ¡°financiar a la ONU¡±, hizo recordar el paro de camioneros de 1973 -pagados por la CIA (documentos desclasificados del Congreso de EE UU)- que desabasteci¨® el pa¨ªs para derrocar al presidente Salvador Allende.
Sigue temblando en Chile. Y hay p¨¢nico. El acuerdo de la Convenci¨®n de restituir tierras a los pueblos originarios y la decisi¨®n sobre la propiedad de la gran miner¨ªa de los pr¨®ximos d¨ªas encendieron alerta m¨¢xima en el mayor gremio empresarial: Confederaci¨®n de la Producci¨®n y el Comercio (CPC). All¨ª donde se expresa ese 1% m¨¢s rico que concentra el 49,6% de la riqueza total del pa¨ªs (World Inequality Report 2022) . Cifras que revelan que Chile es el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina que concentra el mayor poder patrimonial de los ultrarricos (al menos 1.000 millones de d¨®lares cada uno). Al otro extremo, la desigualdad no ha sido permeada.
En la CPC est¨¢n los directivos de dos de los grupos econ¨®micos m¨¢s afectados por el acuerdo de restituci¨®n de tierras mapuche: Angelini y Matte, cuya riqueza est¨¢ asentada en parte en la industria forestal. El primero, tiene poco m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas en la zona; y el Grupo Matte, 741 mil hect¨¢reas.
Los temblores no cesan. Y seguramente aumentar¨¢n, dicen los expertos. Quedan cuatro meses para que los chilenos decidan en un plebiscito si aprueban o rechazan el texto de la nueva Constituci¨®n que se termina de escribir. De aqu¨ª al 4 de septiembre pr¨®ximo (el 4 de septiembre de 1970 fue electo Salvador Allende) el enjambre s¨ªsmico ser¨¢ furioso. Hay miles de millones de d¨®lares en juego. De all¨ª la violencia. Y el miedo.
Juan Sutil, presidente del gran empresariado (CPC) lo grafic¨®: ¡°Este es uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la historia reciente de Chile. Tenemos crisis social, sanitaria, econ¨®mica, institucional y tambi¨¦n de seguridad e inmigraci¨®n. El plebiscito de septiembre ser¨¢ un hito muy complejo, probablemente se rechazar¨¢ o se aprobar¨¢ por un pelo. Un fracaso que hay que contener en septiembre. El sector empresarial entiende que debe haber un liderazgo claro para enfrentar este problema y ah¨ª estar¨¦ yo en esa fecha¡±.
Todos toman su puesto en esta batalla que dej¨® expuesta la enorme fractura que divide a los chilenos cuya gran mayor¨ªa vive estrechez econ¨®mica y delincuencia. El miedo es atizado por hilos opacos mientras persiste el ataque soterrado al buen periodismo. Ese que con rigor y ¨¦tica recoge testimonios, im¨¢genes, rostros y redes de quienes controlan las mafias que con armas de alto poder de fuego siembran el terror en las poblaciones m¨¢s vulnerables de Chile, all¨ª donde el tr¨¢fico de drogas, de inmigrantes y las redes del crimen organizado est¨¢n fuera de control.
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