En busca de Claudio Jimeno, asesor de Salvador Allende ejecutado por la dictadura

Crist¨®bal Jimeno ten¨ªa 12 a?os cuando se enter¨® de c¨®mo hab¨ªa muerto su padre. Hab¨ªa sido 10 a?os atr¨¢s, sin que su madre fuese capaz de contarle lo ocurrido. En un campamento de verano, el adolescente cogi¨® una revista abandonada en una habitaci¨®n compartida para conciliar el sue?o. Lleg¨® a un reportaje sobre el 11 de septiembre de 1973, el d¨ªa del golpe de Estado en Chile. Se devor¨® la historia que describ¨ªa los bombardeos contra el palacio de gobierno, las negociaciones y los discursos, hasta que lleg¨® a una escena en la que el presidente Salvador Allende convocaba a un peque?o grupo de personas para hacerles saber que pod¨ªan abandonar La Moneda. Todos dijeron que no. El art¨ªculo pon¨ªa nombre y apellido a cada uno. Entre ellos estaba el soci¨®logo Claudio Jimeno, de 32 a?os. Uno de los 3.065 muertos y desaparecidos durante la dictadura de Pinochet. El padre de Crist¨®bal.

Para entender por qu¨¦ su padre eligi¨® morir, Crist¨®bal comenz¨® a entablar conversaciones imaginarias con ¨¦l. Hablan de par a par. A veces, el hijo hace de padre. Lo cuestiona, lo mira como alguien irresponsable, lo interroga. Claudio le rebate todo con calma, aunque en ocasiones pierde la paciencia. Las conversaciones siempre acaban igual: ¡°Hijo, si tienes tanta rabia, ?por qu¨¦ me sigues buscando?¡±.

El relato de la muerte de Claudio Jimeno, el dolor de la familia -dej¨® dos hijos-, y el extenuante proceso judicial que han vivido durante casi medio siglo es lo que narra el libro La b¨²squeda (Planeta, 2022), coescrito por Crist¨®bal Jimeno y su esposa, la periodista Daniela Mohor. Hasta ahora, hab¨ªan mantenido la historia en el ¨¢mbito privado. ¡°Pero hace seis a?os empezaron a ocurrir cosas que cambiaron mi percepci¨®n¡±, explica Jimeno, sentado junto a Mohor en el sal¨®n de su casa ubicado en el barrio alto de Santiago. Algunas fueron las alusiones a las torturas en marchas o el doble est¨¢ndar de una clase pol¨ªtica hacia las violaciones de derechos humanos en pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. ¡°Pero el detonante fue que dos ministros de Estado se refirieron muy despectivamente al Museo de la Memoria [que relata la dictadura a trav¨¦s de la experiencia de las v¨ªctimas]. Hablaron de montaje¡±, a?ade Crist¨®bal, abogado especialista en litigios.

Durante tres a?os y medio la pareja trabaj¨® en el libro que intercala la vida personal de Jimeno con el ¡°caso La Moneda¡±, como se conoce la causa judicial sobre el c¨ªrculo final de Allende: los 23 asesores que fueron detenidos, torturados, asesinados, y hechos desaparecer por los golpistas. ¡°Descubrimos muchas cosas. Yo sab¨ªa que mi padre ten¨ªa una buena relaci¨®n con el presidente Allende, pero no que era tan cercano¡±, apunta Jimeno. Claudio, militante socialista, era miembro del equipo directivo del Centro de Estudios Nacionales de Opini¨®n P¨²blica (CENOP), un organismo que asesoraba ¡°bajo completo sigilo¡± a Allende.

Mohor entrevist¨® a sobrevivientes de La Moneda que hab¨ªan estado con Claudio, amigos, familiares, que tambi¨¦n son los suyos. ¡°Fue un proceso dif¨ªcil porque tengo una buena relaci¨®n. Da pena hacer una entrevista que los hace sufrir, en particular a mi suegra. En las primeras entrevistas volv¨ªa con dolor de est¨®mago, de cabeza¡±, describe.

En la minuciosa descripci¨®n de los hechos, sin una agenda detr¨¢s, como se?ala el matrimonio, parte importante es lo que ha sucedido con el caso desde el retorno a la democracia. Los errores garrafales que ha cometido el Servicio M¨¦dico Legal (SML), la inoperancia del sistema judicial, el olvido de los pol¨ªticos y los escasos hallazgos de la Comisi¨®n de la Verdad reconstruyen la dificultad que ha tenido la familia Jimeno para encontrar la verdad y hacer justicia, principalmente por el pacto de silencio de los culpables. ¡°No es un hecho que ocurri¨® hace 50 a?os, es un hecho que viene ocurriendo desde hace 50 a?os¡±, remarca Jimeno.

¡°Hemos tenido que enfrentarnos a situaciones indignantes. Un ejemplo es que el SML entreg¨® m¨¢s de 100 cuerpos con identificaci¨®n err¨®nea, que es una locura¡±, sostiene el abogado. ¡°Adem¨¢s no fue de conocimiento p¨²blico durante 10 a?os. Solo se han encontrado a 307 de los 1.469 detenidos desaparecidos¡±, agrega Mohor.

Isabel Chadwick, la madre de Crist¨®bal, fue una de las personas que present¨® el primer recurso de amparo en la dictadura, el 14 de septiembre de 1973. ¡°Esa decisi¨®n que tom¨® mi madre, tambi¨¦n la tom¨¦: esto que nos pas¨®, no nos iba a botar¡±, responde Jimeno sobre de d¨®nde han sacado las fuerzas para seguir batallando en los tribunales. ¡°Tambi¨¦n quer¨ªa tener una respuesta para cuando mis hijas crecieran y me preguntaran qu¨¦ hicimos al respecto¡±, a?ade. ¡°La rabia con la lentitud de los procesos, con los errores, yo creo que tambi¨¦n es un motor para seguir investigando, buscando justicia¡±, afirma Mohor.

Al matrimonio le hubiese gustado escribir el libro una vez conocido el fallo de la Corte Suprema. ¡°Pero 49 a?os de tramitaci¨®n es suficiente¡±. asegura Jimeno. Ahora queda esperar la vista en la Suprema sobre los recursos que interpusieron los militares, condenados por homicidio y otros por secuestro y homicidio. ¡°La b¨²squeda contin¨²a¡±, aclara. Y recuerda que la ministra Amanda Valdovinos, responsable del equipo que encontr¨® los dos ¨²nicos restos que han aparecido de Claudio, ten¨ªa la sospecha de que hab¨ªa un segundo entierro en esa zona antes de que frenaran las pesquisas. El hijo de Claudio Jimeno advierte:¡°Mi decisi¨®n es no parar hasta saber toda la verdad¡±.

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