La ultraderecha en Chile es de hombres, creyentes y de entre 45 y 54 a?os

En un contexto mundial en que las derechas tradicionales han moderado sus programas y les ha salido competencia por su extremo derecho, un estudio acad¨¦mico de la Universidad Diego Portales (UDP), en Chile, ha analizado las caracter¨ªsticas de los que apoyan y rechazan el proyecto de Jos¨¦ Antonio Kast y el Partido Republicano, como sus respectivas razones. Liderado por el acad¨¦mico Crist¨®bal Rovira, doctor en Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Humboldt de Berl¨ªn, la investigaci¨®n Apoyo y rechazo a la ultraderecha en Chile analiza la escena nacional, donde en la primera vuelta presidencial del a?o pasado Kast obtuvo la primera mayor¨ªa, sobre el izquierdista Gabriel Boric, con un 27,91% contra un 25,83%, respectivamente.

Aunque Boric finalmente gan¨® la presidencia en el balotaje con el apoyo del centroizquierda y Kast lo perdi¨® con el apoyo de la derecha, el Partido Republicano obtuvo 15 diputados y un senador, lo que lo hace relevante en un Congreso fragmentado y sin mayor¨ªas. Esta semana, cuando transversalmente las fuerzas pol¨ªticas acordaron una nueva ruta constituyente, en sinton¨ªa con el 67% de la gente que quiere reemplazar la Carta Fundamental actual, de acuerdo a las encuestas, Kast y sus fuerzas se restaron porque, como dijo su l¨ªder, ¡°Chile no necesita una nueva Constituci¨®n¡±.

De acuerdo al estudio de la UDP, un 18% apoya al proyecto de Kast, mientras que un 60% lo rechaza. El investigador Rovira asegura que la diferencia de este porcentaje con el resultado de las elecciones presidenciales de 2021 se explican porque, en primera y segunda vuelta, no hubo voto obligatorio.

Aunque hasta hace poco en Am¨¦rica Latina la ultraderecha no era fuerte, indica la investigaci¨®n, el panorama comenz¨® a cambiar con la elecci¨®n de Jair Bolsonaro en Brasil en 2018. Desde entonces no solo han emergido nuevos l¨ªderes, sino que se ha organizado regionalmente. En Chile, asegura el estudio liderado por Rovira, existen dos elementos que empujaron el fen¨®meno Kast: el cambio del sistema electoral binominal a uno proporcional en 2017 y la moderaci¨®n de la derecha tradicional, que se ha intentado despercudir de la herencia de la dictadura de Augusto Pinochet, porque pertenecen a una generaci¨®n distinta a la que tuvo alg¨²n papel en el r¨¦gimen y la que lider¨® la transici¨®n. Con pasado de militante de la UDI, uno de los partidos de la derecha tradicional, Kast marca diferencias con los partidos convencionales de este sector. ¡°Este acuerdo no representa una segunda oportunidad, sino un segundo error¡±, asegur¨® esta semana por la nueva ruta constituyente negociada por todas las fuerzas pol¨ªticas.

Para el l¨ªder de la derecha extrema chilena ¨C¡±algunos dicen que soy extremo¡±, dec¨ªa en su campa?a presidencial¨C las urgencias de la poblaci¨®n son otras, no la Constituci¨®n. Sobre todo, delincuencia, inmigraci¨®n irregular y la situaci¨®n econ¨®mica, con un 2023 con recesi¨®n por delante y con una inflaci¨®n poco conocida para los chilenos de 13,3% anual. De acuerdo al estudio, los partidarios de Kast son homog¨¦neos, es decir, independiente de su edad, sexo y grupo socioecon¨®mico, son similares ideol¨®gicamente, lo que se contrapone con quienes rechazan el proyecto del Partido Republicano chileno. Existen al menos tres conceptos que se repiten en los discursos de los simpatizantes de la ultraderecha: familia, patria y seguridad. De las cualidades que le reconocen a Kast, resaltan ¡°su consecuencia y sinceridad, lo cual es uno de los elementos que m¨¢s cr¨ªticas genera respecto a la derecha tradicional¡±.

La investigaci¨®n asegura que las personas que est¨¢n en contra de la ultraderecha son m¨¢s mujeres que hombres, porque ¡°la ultraderecha tiende a contar con m¨¢s seguidores hombres y m¨¢s detractoras mujeres, por las posturas m¨¢s bien negativas hacia el feminismo de la ultraderecha¡±. Quienes apoyan a la derecha extrema en Chile, adem¨¢s, provienen de estratos bajos y altos antes que medios, mientras que quienes rechazan a la ultraderecha se componen m¨¢s bien de estratos medios y altos.

Respecto de la religi¨®n, mientras los que est¨¢n en contra de la ultraderecha son bastante menos religiosos que el votante promedio, quienes est¨¢n a favor de la ultraderecha son m¨¢s cat¨®licos, evang¨¦licos o protestantes. La ultraderecha chilena, a su vez, tiene mayor cantidad de seguidores en el grupo de 45 a 54 a?os, pero tiene deficiente desempe?o en el grupo de 18 a 29 a?os.

¡°Quienes est¨¢n en contra de la ultraderecha presentan un mayor nivel de inter¨¦s en la pol¨ªtica que quienes est¨¢n a favor de la ultraderecha y del votante medio¡±, asegura la investigaci¨®n, que analiza la relaci¨®n de cada grupo con la democracia. Si bien aproximadamente la mitad de quienes est¨¢n a favor de la ultraderecha dicen apoyar la democracia, este n¨²mero es muy inferior a la de quienes est¨¢n en contra de la ultraderecha (77%) y del promedio nacional (68%). Al mismo tiempo, alrededor de un cuarto de los que est¨¢n a favor de la ultraderecha opina que bajo ciertas circunstancias un Gobierno autoritario puede ser preferible a uno democr¨¢tico (25%), una cifra que es mucho m¨¢s baja en el grupo de personas que est¨¢n tanto contra la ultraderecha (8%) como del votante medio (13%).

¡°Asimismo, los datos tambi¨¦n reflejan que quienes est¨¢n a favor de la ultraderecha en Chile tienen m¨¢s bajos niveles de satisfacci¨®n de la democracia¡± en comparaci¨®n a los otros dos grupos, se indica en Apoyo y rechazo a la ultraderecha en Chile.

Familia y patria

En un contexto donde partidarios y detractores de Kast coinciden en la forma disgregada y vivencial en la que se presenta su discurso poli?tico, la alta desconfianza institucional y, curiosamente, la idea de la importancia de la moderacio?n, un hombre de Santiago de Chile de m¨¢s de 45 a?os, asegur¨®: ¡°Kast se preocupa m¨¢s de los principios, de la familia y de la patria. Lo que est¨¢ pasando en el norte tambi¨¦n con la inmigraci¨®n. ?l es de los pol¨ªticos que se ha preocupado de dar una alarma de lo que est¨¢ pasando, con la cantidad de inmigrantes que est¨¢n entrando, mientras los otros no hacen nada¡±.

Una mujer de la misma edad, de la capital, se instal¨® en el rechazo al proyecto del Partido Republicano y su l¨ªder con la siguiente explicaci¨®n: ¡°Yo sinceramente, cuando ¨¦l comenz¨® a postular con Boric, yo iba por ¨¦l. Cuando ¨¦l dijo que las madres solteras quedar¨ªan fuera de su Gobierno¡­ Yo soy mam¨¢ soltera, a mucha honra, y mi hijo y yo somos una familia. Entonces si ¨¦l hubiese ganado, yo me hubiera sentido tan intimidada y sin derecho a nada, quiz¨¢s, como muchas personas m¨¢s. Entonces, yo dije, no, no, y empec¨¦ como a informarme y descart¨¦ absolutamente poder votar por ¨¦l...¡±.

Mientras los partidarios de Kast aluden ¡°a la figura de Augusto Pinochet como un ideal de orden a rescatar¡±, pese a que se relacionan de forma ambivalente con este asunto, entre las razones de los detractores est¨¢ justamente que no haya roto con el dictador y que defienda parte de su legado: ¡°Los tipos de este partido no tienen filtros, no tienen par¨¢metros. Ellos lanzan, atacan¡­ como Pinochet¡±, asegur¨® un hombre de Temuco, en el sur del pa¨ªs, en un testimonio recogido por este estudio.

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