La moral de lo imposible
La coalici¨®n gobernante en Chile, sobre todo el Frente Amplio, subi¨® el list¨®n de la pureza hasta un est¨¢ndar que nadie, ni siquiera ellos mismos, logra satisfacer
Muchos de los problemas del Gobierno chileno actual tienen que ver con la actitud que manifest¨® el ministro Giorgio Jackson en su famosa declaraci¨®n sobre la distancia moral con las generaciones que los precedieron. ¡°Nuestra escala de valores y principios en torno a la pol¨ªtica no solo dista del Gobierno anterior, sino que creo que frente a una generaci¨®n que nos antecedi¨®¡±, dijo el titular de la cartera de Desarrollo Social.
Pronunciada en un streaming de Twitch, el otrora poderoso ministro figuraba orondo con su gorro fl¨²or y un p¨®ster-calendario que lo mostraba desplegado en la fallida campa?a de producci¨®n de gas estatal Gas para Chile. A pesar de que se arrepinti¨® r¨¢pido en p¨²blico y se disculp¨® por el paso en falso, Jackson dio en el clavo. La coalici¨®n gobernante, sobre todo el Frente Amplio, subi¨® el list¨®n de la pureza hasta un est¨¢ndar que nadie, ni siquiera ellos mismos, logra satisfacer. Su discurso, forjado desde la comodidad de la oposici¨®n, donde no se debe responder por las consecuencias de los propios actos, exigi¨® much¨ªsimo a los dem¨¢s desde una supuesta pureza generacional. Sin embargo, al ocupar el Gobierno, nada de eso se pudo sostener. Las palabras se las lleva el viento.
No son pocas las pol¨¦micas recientes en esta l¨ªnea. La ¨²ltima semana vimos la renuncia del Seremi de Vivienda de la regi¨®n de Antofagasta luego de que se descubriera una serie de convenios suscritos entre dicha instancia y la Fundaci¨®n Democracia Viva por 426 millones de pesos (unos 530.000 d¨®lares), instituci¨®n cuyo representante legal es Daniel Andrade (de Revoluci¨®n Democr¨¢tica, RD, partido clave del Frente Amplio), pareja de la diputada Catalina P¨¦rez (tambi¨¦n RD). El caso se ve re?ido con los m¨ªnimos est¨¢ndares ¨¦ticos, por decir lo menos.
En el ¨¢mbito de la educaci¨®n ¨Cbandera de lucha de la novel generaci¨®n gobernante¨C los pobres resultados del Simce, prueba gubernamental que mide el avance de la ense?anza en varios niveles educativos, reflotaron varias discusiones. Una de ellas fue la imposibilidad pol¨ªtica de reabrir las escuelas durante la pandemia, que le cost¨® el escarnio p¨²blico y una acusaci¨®n constitucional al entonces ministro de Educaci¨®n del presidente Sebasti¨¢n Pi?era, Ra¨²l Figueroa. Mono porfiado fue lo m¨¢s suave que le dijeron. Hoy, con los resultados a la vista, parece que merece una disculpa. No ha sido el caso. Insignes voceros de Apruebo Dignidad ¨Cla coalici¨®n original de Boric¨C siguen defendiendo la pertinencia del juicio pol¨ªtico.
La lista podr¨ªa seguir largamente. C¨®mo olvidar la esperanza que ten¨ªa Izkia Siches, a la saz¨®n ministra de Interior, de cerrar en menos de una semana el hist¨®rico conflicto mapuche, as¨ª como la negativa a priori del Gobierno al uso de estados de excepci¨®n en la zona. Hace pocos d¨ªas, los subsecretarios sectoriales de salud tuvieron que agachar el mo?o [resignarse] y reconocer que sus cr¨ªticas al Gobierno de Pi?era por el manejo de la pandemia de la covid-19 hab¨ªan sido injustas y destempladas.
La lecci¨®n que se manifiesta en todo esto es simple: quienes ejercen el papel de oposici¨®n jam¨¢s deben olvidar la infinita complejidad de los asuntos humanos, ni que la soberbia y la mezquindad sirven para hacer caer al otro, pero no para construir nada que se sostenga en el tiempo. El soci¨®logo franc¨¦s Raymond Aron resum¨ªa el esp¨ªritu que debiera impregnar el enfrentamiento inherente a la pol¨ªtica. El dirigente ¡°se esfuerza por no olvidar los argumentos del adversario, ni la incertidumbre del porvenir, ni los errores de sus amigos, ni la fraternidad secreta de los combatientes¡±. Aunque hablaba respecto del papel de los intelectuales, su advertencia aplica para quienes fueron opositores ayer y quienes lo hacen hoy. Dicho de otra forma y con menos elegancia, ojo por ojo y el mundo acabar¨¢ ciego.
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