Francisco Brugnoli, un maestro generoso
La generosidad altruista lo distingui¨®, sea en la formaci¨®n de las nuevas generaciones de artistas, el pensar en una nueva universidad m¨¢s democr¨¢tica o la manera en que dirigi¨® el MAC como espacio de apertura y di¨¢logo
Hoy d¨ªa estamos de luto
Nos deja un gran ser humano
Un gran artista, un hermano
Pido silencio, un minuto
Desde ahora, impoluto
Comienza un nuevo camino
Tambi¨¦n un nuevo destino
Francisco Brugnoli, amigo
De tu hacer yo fui testigo
Fuiste un hombre muy genuino.
Aprend¨ª a conocerte
Y entenderte ser humano
As¨ª estrechamos la mano
Fuiste un hombre siempre fuerte
Quiero hoy corresponderte
Y agradecer esa entrega
Fuiste amigo y colega
De nuestra gran instituci¨®n
Lo digo con gran emoci¨®n
Tu figura hoy se despliega
Son momentos dif¨ªciles
Para nuestra comunidad
Se cambia nuestra realidad
Hay que ordenar los alfiles
Se va uno, vale miles
Son complejos los afectos
Crean distintos efectos
Cuando un amigo se marcha
Nada ni nadie lo parcha
Tus caminos son perfectos
El s¨¢bado 29 de julio falleci¨® Francisco Brugnoli Bailoni. Un referente art¨ªstico y acad¨¦mico de la cultura y las artes a nivel nacional e internacional, en tanto artista, profesor, pensador, gestor cultural. Su partida deja un gran vac¨ªo, donde ya se extra?a su amplia mirada y profundo compromiso con nuestra cultura siempre ligada a la realidad social. Su despedida fue en el Museo de Arte Contempor¨¢neo (MAC) de la Universidad de Chile, la que fuera su casa por largos a?os, en el mismo edificio donde se form¨® como artista, en la antigua Escuela de Bellas Artes, en un ambiente enriquecedor donde la ¨¦lite cultural y art¨ªstica se reun¨ªa alrededor de las aulas y talleres de los profesores de la universidad. Brugnoli destaca entre su generaci¨®n, haciendo ingresar el mundo a la pintura, todo aquello que ve¨ªa en sus paseos desde la Escuela al antiguo MAC ubicado en el edificio del Parten¨®n en la Quinta Normal. Todo eso que estaba en los mercados, en la calle, fuera de la academia. Hace ingresar la vida a la pintura, y ¨¦sta, hacerla expandirse hacia el espacio. Tras el golpe de Estado de 1973, fue exonerado de la universidad, pero los duros a?os de la dictadura y su extra?amiento no lo inmovilizan. Al contrario, sigui¨® generando espacios de encuentro en torno al arte y la recuperaci¨®n de la democracia, creando el Taller de Artes Visuales (TAV) y posteriormente, la carrera de Bellas Artes en la hoy desaparecida Universidad ARCIS. En su regreso a la Universidad de Chile, en 1992, junto a una naciente democracia, vuelve al Departamento de Artes Pl¨¢sticas en la sede Las Encinas, donde ejerci¨® nuevamente la docencia, actividad que reconoc¨ªa como central en su vida.
Si tenemos que pensar en alguna persona que encarne el modelo de acad¨¦mico de la Universidad de Chile, una instituci¨®n conformadora de la Rep¨²blica, con un f¨¦rreo compromiso con su pa¨ªs, con el libre pensamiento, con la investigaci¨®n y la creaci¨®n art¨ªstica, con la democracia, es Francisco Brugnoli. Amante de la docencia, fue un profesor que marc¨® a generaciones de artistas que se formaron a su alero, entregando generosamente su conocimiento a los j¨®venes que incorporaron una visi¨®n cr¨ªtica que permite pensar la realidad y abordarla desde el arte. Fue Vicedecano de la Facultad de Artes, y el primer Vicerrector de Extensi¨®n de esa casa de estudios. De ah¨ª su m¨¢s importante labor: la Direcci¨®n del Museo de Arte Contempor¨¢neo. Es entonces cuando la memoria nos retrotrae a lo a?os 90, donde el MAC se encuentra en un gran abandono, donde su colecci¨®n es conservada en h¨²medos s¨®tanos, y donde la actividad se restring¨ªa a algunas de las salas alrededor del hall central. Brugnoli lo pone en marcha, constituyendo equipos de trabajo formados en una visi¨®n amplia, propia del arte contempor¨¢neo, con exposiciones notables que a¨²n quedan en la retina. Finalmente, la restauraci¨®n completa del edificio del Parque Forestal, la construcci¨®n de la sala Z¨®calo, la rehabilitaci¨®n de los pisos superiores, la ampliaci¨®n de la colecci¨®n, la colaboraci¨®n con una enorme cantidad de artistas, y la creaci¨®n de una segunda sede del MAC, en el Parque de la Quinta Normal.
No son pocas las personas que fueron apoyadas e impulsadas por Francisco Brugnoli. La generosidad altruista lo distingui¨®, sea en la formaci¨®n de las nuevas generaciones de artistas, el pensar en una nueva universidad m¨¢s democr¨¢tica cuando comienza la reforma de los estatutos a partir del 95, la manera en que dirigi¨® el MAC como espacio de apertura y di¨¢logo, permiten que muchos y muchas lo consideren un maestro, la palabra que distingue entre los artistas a quien ha abierto un camino que, en su ejemplo, debemos seguir. Un maestro generoso.
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