Alexis S¨¢nchez: el goleador en el limbo
Sin club, sin pretemporada, sin f¨²tbol y sin tranquilidad. A menos de tres semanas del primer partido clasificatorio ante Uruguay, ?deber¨ªa Alexis S¨¢nchez ser titular en Montevideo?
Faltan menos de 20 d¨ªas para el inicio del proceso clasificatorio para el Mundial del 2026 y la situaci¨®n de Alexis S¨¢nchez preocupa a la selecci¨®n chilena.
El tocopillano no es s¨®lo el goleador hist¨®rico de La Roja, sino que fue el m¨¢s destacado futbolista chileno en la temporada pasada. Con 18 goles anotados en el Olympique de Marsella y un marcado protagonismo en el segundo lugar obtenido en la Ligue One, hoy no juega, no entrena y no tiene claro su futuro, lo que abre una interrogante v¨¢lida: ?debe ser titular en el partido frente a Uruguay el pr¨®ximo 8 de septiembre en Montevideo?
Alexis complet¨® dos meses sin jugar y es uno de los pocos jugadores de primer orden que no ha realizado pretemporada. Sus exigencias en orden a jugar en un equipo ¡°que dispute cosas importantes¡± y que tenga protagonismo en la Champions League, la competencia m¨¢s relevante en Europa, ha complicado una b¨²squeda que su representante, el poderoso Fernando Felicevich, hace con el mejor de los escenarios: tiene la carta del jugador en su poder.
Con esa ventaja, S¨¢nchez pudo haber optado por permanecer en Marsella, pero las altas pretensiones econ¨®micas para un jugador que en diciembre cumplir¨¢ 35 a?os le cerraron las puertas de un club donde ejerci¨® liderazgo y encant¨® a la hinchada. Se especul¨® que podr¨ªa volver a Barcelona, pero los catalanes no lo quisieron por su edad. Y en el Inter de Mil¨¢n, otros de los clubes donde estuvo, las relaciones no quedaron ¨®ptimas precisamente por las demandas econ¨®micas del jugador.
En ese escenario, con el hermetismo propio de las negociaciones restando dos semanas para el cierre del mercado en Europa, las opciones son escasas. El f¨²tbol turco o alg¨²n club de segundo orden significar¨ªan que las condiciones intransables que coloc¨® el mismo S¨¢nchez como pie de negociaci¨®n deber¨ªan ser olvidadas. Por eso en los ¨²ltimos d¨ªas no se descart¨® la posibilidad de fichar en Brasil, el cementerio de los elefantes de los cracks que retornan desde Europa con una rutilante carta de presentaci¨®n. El goleador levant¨® t¨ªtulos en Chile, Argentina, Italia, Inglaterra y Espa?a, adem¨¢s de ser art¨ªfice y figura en las dos Copas Am¨¦rica ganadas frente a la Argentina de Messi.
Independientemente del futuro futbol¨ªstico del jugador lo que inquieta es su nivel para afrontar las clasificatorias. Sin entrenamiento ni ritmo competitivo, la duda razonable de Eduardo Berizzo es si Alexis tendr¨¢ la camiseta reservada para los duelos ante Uruguay y Colombia que abren las fechas clasificatorias. La presencia de Bielsa en la banca charr¨²a y el gran nivel de varios jugadores cafeteros que militan en clubes europeos no permiten miran con optimismo el panorama, donde S¨¢nchez ¨Cque va por sus quinto camino a una Copa del Mundo, los dos ¨²ltimos fracasados¨C siempre es fundamental.
Rumbo a Rusia 2018, Chile fue goleado como local ante Paraguay, en una noche que fue desastrosa para la generaci¨®n dorada, por entonces en su mejor nivel. A¨²n se recuerda que Alexis, en v¨ªa de definir contrato en la Premier League, dudaba entre aceptar las ofertas del Manchester United o el City. Tras la derrota, en un vestuario herido y al borde del conflicto, el tocopillano escap¨® de los reproches y lamentos para zambullirse en el celular en busca de las respuestas ante su incierto futuro laboral.
Acostumbrado a imponer sus condiciones y a gozar de su enorme talento, para el ni?o maravilla lo que vive hoy es un contraste. Y, al mismo tiempo, una prueba crucial sobre los ¨²ltimos a?os de su carrera. De clasificar a la Copa del Mundo lo har¨ªa con 37 a?os y la misma obsesi¨®n de siempre por mantenerse f¨ªsicamente. Muchos especialistas a¨²n le reprochan el sobre entrenamiento. Pero a estas alturas, su presente lo dicta la inactividad y la inquietud por definir un futuro que no viene f¨¢cil, porque est¨¢ en un lugar que las estrellas siempre odian. El limbo.
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