Brasil, la estaci¨®n del triste regreso
El pa¨ªs sudamericano se convirti¨® en el pen¨²ltimo pelda?o para la mayor parte de los jugadores chilenos que integraron la generaci¨®n dorada y que ya superan los 35 a?os
El 4 de julio del 2015 la selecci¨®n chilena rompi¨® un siglo de maldici¨®n al conquistar su primer trofeo continental. La conmemoraci¨®n fue modesta y nost¨¢lgica, toda vez que el esplendor de esa Copa Am¨¦rica se fue diluyendo a partir de la eliminaci¨®n del Mundial de Rusia.
Poco qued¨® del brillo ganado con un tercer puesto mundial a nivel juvenil, dos participaciones en Copas del Mundo, la Copa Centenario (otra vez frente a la Argentina de Messi) y la final contra Alemania de la Copa Confederaciones. Un hurac¨¢n imparable de hitos que dej¨® muy poco legado.
Bastar¨¢ decir que, desde entonces, Chile ha buscado vanamente el recambio para jugadores que recorrieron durante una d¨¦cada los mejores clubes del mundo. O que Juan Pinto Dur¨¢n, el reducto de entrenamiento y concentraci¨®n, ofrece el mismo paup¨¦rrimo nivel que hace 40 a?os, sin que se vislumbre un cambio radical por la crisis econ¨®mica y administrativa que sufre la Federaci¨®n de F¨²tbol de Chile.
Lo ¨²nico que manten¨ªa encendida la llama de la ilusi¨®n era el nivel individual de los jugadores que integraron ese grupo, pero que tambi¨¦n ha mermado con el paso de los a?os. Ya retirados Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Mat¨ªas Fern¨¢ndez y Mauricio Pinilla, los sobrevivientes eligen su mejor camino antes de colgar los botines. O volver en versiones m¨¢s modestas como Marcelo D¨ªaz, Eugenio Mena o Fabi¨¢n Orellana.
Alexis S¨¢nchez, goleador hist¨®rico de la selecci¨®n chilena, debe definir su futuro en las pr¨®ximas semanas, aunque su intenci¨®n es quedarse en Europa. Tras una buena temporada en el Olympique de Marsella, los rumores de un retorno al Arsenal o el Barcelona fueron apenas pirotecnia de mercado. Por eso, el inter¨¦s del Gremio de Porto Alegre para que reemplace al uruguayo Luis Su¨¢rez podr¨ªa ser una alternativa viable en la senda ya se?alada.
Brasil se convirti¨® en el pen¨²ltimo pelda?o para la mayor parte de los jugadores que integraron aquella generaci¨®n dorada y que ya superan los 35 a?os. Arturo Vidal, el m¨¢s emblem¨¢tico, recal¨® en el Flamengo con una obsesi¨®n en mente: ganar la Copa Libertadores. Tras levantar el trofeo, sin embargo, una seguidilla de derrotas en finales lo postergaron y hoy, convertido en suplente, eval¨²a opciones para mantenerse en el primer plano. Emigrar al Atl¨¦tico Paranaense hasta diciembre es la m¨¢s cercana, pero ninguna pasa por retornar a Chile.
Gary Medel acaba de fichar por el Vasco da Gama, cerrando un brillante ciclo europeo que tuvo su ¨²ltima estaci¨®n en Bologna. Charles Ar¨¢nguiz debut¨® en el Inter de Porto Alegre, en una segunda etapa que se mantiene en suspenso debido a sus lesiones que lo obligaron a abandonar el Bayer Leverkusen. Eduardo Vargas milita con muchos altibajos en el Atl¨¦tico Mineiro, aunque con el sello que marc¨® su carrera: no pudo repetir la eficiencia goleadora de la selecci¨®n en los clubes que lo acogieron.
Si se concreta lo de Alexis, el registro ser¨ªa in¨¦dito. M¨¢s a¨²n si se les agregan Erick Pulgar y Benjam¨ªn Kuscevic, dos asiduos integrantes de la n¨®mina de la selecci¨®n.
La duda del ¡°escal¨®n brasile?o¡± de los h¨¦roes de la Roja es si finalmente permitir¨¢ que recalen en clubes del pa¨ªs. Ya pas¨® con Mauricio Isla, que tras ganar la Libertadores con Flamengo retorn¨® a Universidad Cat¨®lica sin pena ni gloria, para abandonar el equipo a mitad de temporada. Actualmente busca club para cerrar su carrera. Y es que ese ¨²ltimo paso siempre es complejo. Para muchos, despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada en las grandes ligas, el retorno supone un ejercicio de humildad por las canchas, los sueldos y el nivel de exigencia. Bajan demasiado como para sentirse motivados. Por eso Claudio Bravo, el capit¨¢n, eligi¨® renovar un a?o m¨¢s con el Betis, pese a sus 41 a?os.
Por lo pronto, m¨¢s cerca del adi¨®s, la patria y los afectos, lo que resta es que pongan el broche final, que en la mayor¨ªa de los casos ha estado lejos del sue?o dorado del retorno.
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