Evelyn Matthei, la figura de la derecha tradicional de Chile que le planta cara a Kast
Cada semana m¨¢s arropada por el apoyo ciudadano, la exministra y hoy alcaldesa UDI se prepara para desafiar la expansi¨®n de la derecha extrema en la pr¨®xima carrera presidencial
Evelyn Matthei, el personaje pol¨ªtico mejor evaluado en Chile y la principal carta presidencial de la derecha tradicional con miras a 2025, no es un fen¨®meno. La economista acumula meses ostentando la valoraci¨®n positiva m¨¢s alta entre las autoridades -este domingo extendi¨® su ventaja como favorita en la carrera presidencial, seg¨²n la encuesta Pulso Ciudadano- y para una generaci¨®n lleva toda una vida en la arena pol¨ªtica. Desde la ¡°prehistoria¡± de la actual coalici¨®n Chile Vamos, como catalog¨® el tiempo en que junto a Sebasti¨¢n Pi?era protagonizaron uno de los primeros esc¨¢ndalos pol¨ªticos del inicio de la transici¨®n democr¨¢tica. En 1992, ambos pertenec¨ªan a la ¡°patrulla juvenil¡± de Renovaci¨®n Nacional, una formaci¨®n de centroderecha que intentaba sacudirse la dictadura de Pinochet. Tanto ella, diputada, como ¨¦l, senador, ambicionaban llegar a La Moneda. Durante la campa?a para convertirse en la apuesta de su sector, se filtr¨® una grabaci¨®n telef¨®nica donde Pi?era maquinaba para que en un programa de televisi¨®n debilitaran p¨²blicamente a su entonces compa?era de partido, una mujer que se abr¨ªa paso en un mundo predominantemente masculino.
¡°La gracia es que trate elegantemente de dejarla como una cabrita chica, despistada, que est¨¢ dando palos de ciego, sin ninguna solidez¡±, se lo escuchaba decir a Pi?era. El esc¨¢ndalo fulmin¨® la precampa?a presidencial del empresario. El responsable final del espionaje telef¨®nico fue un capit¨¢n del Ej¨¦rcito. Y Matthei fue la que recibi¨® la cinta y se la entreg¨® a un canal de televisi¨®n, a pesar de que durante dos meses dijo desconocer la existencia de la grabaci¨®n antes de su publicaci¨®n. La diputada pidi¨® perd¨®n a Pi?era, su antiguo profesor, exempleador en la sociedad de inversiones Bancard y amigo. Renunci¨® a Renovaci¨®n Nacional y a sus aspiraciones presidenciales. Como en la pol¨ªtica, a veces, no caben los rencores, Matthei fue ministra del Trabajo en el primer Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era (2010-2014).
Evelyn Rose Matthei Fornet (69 a?os, Santiago) es una pol¨ªtica de raza, exigente y frontal. Tambi¨¦n espont¨¢nea. Antes de entrar al poder, ha relatado, era algo t¨ªmida y amable. Pero el ambiente machista la cambi¨®. ¡°Si estos no me tienen miedo, me van a pasar por encima una y otra vez. Aprend¨ª a ser pesada¡±, dijo en el programa Pero con respeto, ¡°y ahora me sale natural¡±, a?adi¨® entre risas. Su car¨¢cter le ha valido alguna vez el seud¨®nimo de ¡°Dama de hierro¡±. Pero de la misma forma en que se la puede ver defendiendo con garras sus posiciones, no es raro verla gastando alguna broma.
Cuando Shakira lanz¨® su canci¨®n con Bizarrap, por ejemplo, la actual alcaldesa del municipio de Providencia, un barrio tradicional del sector oriente de Santiago, public¨® una foto donde luc¨ªa una blusa pr¨¢cticamente calcada a la de la colombiana. ¡°Cuando vi que Shakira me copi¨® mi blusa me Piqu¨¦ [chilenismo de enfad¨¦]¡±, escribi¨®. La de Matthei, eso s¨ª, la confeccion¨® ella. Porque tambi¨¦n tiene eso. H¨¢bil con las manos, estudi¨® piano -en un momento pens¨® dedicar su vida a ello- y puede pasar horas haciendo trabajos de jardiner¨ªa.
Es hija del fallecido general Fernando Matthei, quien fue un gran amigo del tambi¨¦n general de la Fuerza A¨¦rea Alberto Bachelet, padre de Michelle Bachelet. Cuando ambos eran miembros de la instituci¨®n, a fines de los a?os cincuenta, los destinaron a la Base A¨¦rea Cerro Moreno, en el norte. Las dos hijas de generales viv¨ªan una frente a la otra. En la dictadura, Fernando Matthei se desempe?¨® como Ministro de Salud de Pinochet y luego como representante de la Aviaci¨®n en la Junta Militar. Fue el primer miembro del r¨¦gimen que reconoci¨® p¨²blicamente la derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988. Evelyn Matthei, entonces, vot¨® por mantener al dictador en el poder. Y cuando detuvieron a Pinochet en Londres, en 1998, protest¨® fuera de las embajadas de Inglaterra y Espa?a.
Tras abandonar Renovaci¨®n Nacional a comienzos de los noventa, la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI), el partido que en aquella ¨¦poca representaba la derecha m¨¢s dura, la invit¨® a sus filas. Su discurso y algunas de sus votaciones en el Congreso revelaban que ten¨ªa una visi¨®n m¨¢s liberal en lo val¨®rico -a favor del divorcio, de la p¨ªldora anticonceptiva del d¨ªa despu¨¦s, del aborto en tres causales-. Les advirti¨®, seg¨²n ha dicho, que continuar¨ªa en esa senda y que no aceptar¨ªa presiones. Ya siendo senadora, en 1999, comenz¨® su militancia en la UDI, un partido al que ha incomodado en m¨¢s de una oportunidad y que, como ha revelado, no piensa dejar.
La libertad y astucia con la que ha desempe?ado los distintos roles pol¨ªticos -diputada, senadora, ministra, alcaldesa- ha provocado ronchas en su sector, pero tambi¨¦n adhesi¨®n. Ahora, arropada por el apoyo ciudadano, se est¨¢ preparando para ser la candidata de la coalici¨®n de Chile Vamos, la derecha tradicional. Ser¨ªa la segunda vez que aparece en la papeleta, tras un fallido intento en 2013 frente a la socialista Michelle Bachelet, su vecina de peque?a. En aquella oportunidad la nombraron cuatro meses antes de las elecciones, luego de que dos candidatos de la UDI se bajaran de la carrera. En 2021 mostr¨® nuevamente su inter¨¦s por llegar a La Moneda, pero en un duro golpe el partido prefiri¨® apoyar a Joaqu¨ªn Lav¨ªn, otro hist¨®rico de la formaci¨®n, que fue luego derrotado en las primarias de la coalici¨®n.
El escenario pol¨ªtico es distinto a los anteriores. El Partido Republicano, de la derecha m¨¢s dura, que en su declaraci¨®n de principios rectores dice creer en Dios, en la justicia social y en la econom¨ªa social de mercado, es la primera fuerza pol¨ªtica desde que el pasado mayo obtuvo el 35% de los votos en las elecciones para consejeros del segundo proceso constituyente. Tambi¨¦n, seg¨²n la encuesta del Centro de Estudios P¨²blicos, CEP, es la formaci¨®n con la que m¨¢s se representan los chilenos (10%, mientras que el 60% no se identifica con ning¨²n partido). El l¨ªder y fundador de la colectividad en 2019, Jos¨¦ Antonio Kast, quien perdi¨® en las ¨²ltimas presidenciales frente a Gabriel Boric, se presenta como una carta s¨®lida, con un fuerte discurso en torno a la delincuencia y la inmigraci¨®n.
La popularidad de Kast, sin embargo, ha ido retrocediendo (43%) a medida que avanza el proyecto para reemplazar la Constituci¨®n heredada de la dictadura y reformada unas 60 veces en democracia e incluso ha ido cediendo terreno en los sondeos de intenci¨®n de voto en favor de Matthei. A pesar de que Kast nunca estuvo por cambiar la Carta Fundamental, se ha visto obligado a involucrarse de lleno en el proceso -consciente de que el predominio casi absoluto de su partido en el ¨®rgano constituyente significa un test de gobernabilidad ante la ciudadan¨ªa-, en el que se ha aprobado una bater¨ªa de medidas calificadas de ¡°extremas¡± por la izquierda y un grupo importante del centro.
En los cinco meses de funcionamiento del proceso constitucional, Matthei solo hab¨ªa intervenido en una ocasi¨®n, para advertir que no aceptar¨ªa ¡°ning¨²n paso atr¨¢s¡± en el aborto en tres causales. Un art¨ªculo aprobado que se refiere al derecho a la vida de ¡°quien est¨¢ por nacer¡± puede abrir la puerta a que se ponga en riesgo la legislaci¨®n actual. Esto ha sido duramente cuestionado por los partidos del oficialismo, donde se acusa un ¡°retroceso en los derechos de las mujeres¡± e incluso el gobierno ha roto su promesa de no involucrarse esta vez en el proceso constituyente, sum¨¢ndose a las cr¨ªticas. La semana pasada, sin embargo, la alcaldesa golpe¨® el tablero. ¡°Si el proceso sigue as¨ª, no voy a poner mi capital pol¨ªtico para aprobar la Constituci¨®n¡± y ¡°lo ya redactado se parece m¨¢s a un programa de Gobierno que a una Constituci¨®n¡±, fueron algunas de las declaraciones que dio a El Mercurio y que encendieron alarmas en las derechas, dominantes en el Consejo Constitucional. Varios analistas consideraron que, oficialmente, se hab¨ªa iniciado la carrera presidencial.
Matthei tiene a un equipo trabajando en su eventual programa de Gobierno, que cuenta con cuatro ejes: seguridad, vivienda, salud y cambio clim¨¢tico. En un programa de CNN hizo gui?os a las nuevas formaciones de centro, en particular a Amarillos -un movimiento que nace de la fuga de militantes de la Democracia Cristiana y del Partido por la Democracia, otrora dos pilares de la ex Concertaci¨®n-, dejando de manifiesto su intenci¨®n de encarnar un proyecto moderado, sin descuidar las bases de la derecha. En la tesitura de qu¨¦ hacer frente a la expansi¨®n del ala m¨¢s dura, Matthei sale a marcar. Sobre los inmigrantes irregulares que delinquen ha dicho que ¡°los expulsar¨ªa y a sus familias tambi¨¦n¡± y en relaci¨®n a las amenazas del crimen organizado a autoridades, que quiz¨¢ sea ¡°necesario hablar de la pena de muerte para estos casos¡±.
Sobre si incluir¨ªa a republicanos en caso de llegar a la presidencia, la alcaldesa sostuvo que le ¡°encantar¨ªa¡± decir que ¡°nooo¡±. ¡°Pero la pol¨ªtica es pr¨¢ctica, yo no excluyo nada¡±, explicando que depender¨¢ de c¨®mo se configure el Congreso en las pr¨®ximas elecciones parlamentarias, que se celebrar¨¢n en noviembre de 2025, el mismo d¨ªa de las presidenciales.
Aunque hay quienes dan por descontado en la UDI que Matthei ser¨¢ su representante en la papeleta, ella a¨²n no oficializa su candidatura, aunque ha dado se?ales claras: ¡°Me estoy preparando para la responsabilidad que me puede caer encima¡±, dijo al diario La Tercera a comienzos de agosto. Ser¨ªa la cuarta vez que acaricia la idea de llegar a La Moneda: 1992 -cuando abdic¨® de competir por el caso de la grabaci¨®n-; 2013, cuando acept¨® a ¨²ltimo minuto la solicitud; 2021, cuando su partido la dej¨® fuera de las primarias; y las que se realizar¨¢n en poco menos de 14 meses.
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