La ilegibilidad del pueblo mapuche para Chile y, de cierta manera, para s¨ª mismo
M¨¢s all¨¢ de los desvar¨ªos de izquierdas y derechas chilenas, el pueblo mapuche tiene la tarea de reencontrase a s¨ª mismo para retornar eficazmente y como es debido a la vida p¨²blica
?Qui¨¦nes son los mapuche?, ?qu¨¦ se merecen?, ?qui¨¦nes los representan? Son preguntas que no son f¨¢ciles de responder en Chile. Esa incertidumbre es un rasgo de la relaci¨®n entre la sociedad chilena y el mundo mapuche, determinando una ilegibilidad que afecta a todos los sectores, tambi¨¦n adentro del pueblo mapuche.
Cuando fueron detenidas 11 personas que eran parte de una organizaci¨®n operativa asociada al grupo radicalizado Resistencia Mapuche Lafkenche (RML), unos de los m¨¢s peligrosos grupos que reivindican la violencia ¨¦tnico-pol¨ªtica, result¨® que solo dos de aquellas eran mapuche, adem¨¢s de que hab¨ªa dos miembros de la polic¨ªa de Carabineros.
La perplejidad que acarrearon esos hechos fue respondida por un comunicado de aquel grupo que niega la vinculaci¨®n de esos detenidos. Otros sostuvieron que, en lugar de que dicho grupo infiltrara a Carabineros, era un expresi¨®n de que la polic¨ªa infiltraba a dichos grupos para desacreditarlos.
Lo anterior refleja la situaci¨®n de que existen a¨²n muchas opiniones, principalmente dentro de las izquierdas chilenas, que quieren considerar a los grupos radicalizados como verdaderas reencarnaciones de las fuerzas revolucionarias que luchan contra el capitalismo, en un genuino d¨¦j¨¤ vu de hace sesenta a?os, donde todas las cuestiones atroces que se les pueden asociar ser¨ªan solo montajes de quienes buscan desacreditar su ¨¦tica revolucionaria.
Con ello solo se afirma un tenebroso romanticismo, que proyecta sobre esos grupos ideas de rebeli¨®n armada, al parecer enterrados con la guerra fr¨ªa, como si fueran los pueblos ind¨ªgenas los herederos naturales de una revoluci¨®n que result¨® imposible, a trav¨¦s de una ruta rupturista hacia la autodeterminaci¨®n. Por cierto, todo ello est¨¢ basado en un paternalismo que no considera relevante qu¨¦ piensa la mayor¨ªa de los miembros del pueblo mapuche sobre eso, que resulta que est¨¢n en contra de dichas violencias, en contra de la reivindicaci¨®n de derechos a expensas de los de otros, y a contrapelo de que la lucha de los grupos radicalizados, con todos los matices que quepan, parece ser algo muy diferente a lo que quieren proyectar.
En el otro extremo, las derechas chilenas creen interpretar genuinamente al pueblo mapuche a trav¨¦s de una nueva versi¨®n de la leyenda de Chile como una Naci¨®n inclusiva, mientras realizan constantes esfuerzos para excluir a los pueblos ind¨ªgenas de la vida institucional del pa¨ªs. La reducci¨®n al m¨ªnimo de la representaci¨®n ind¨ªgena y la denegaci¨®n de la consulta ind¨ªgena en el Consejo Constitucional, as¨ª como la pobreza del reconocimiento intercultural ofrecido (incluso ya en proyecto de los expertos) sinceran que la Naci¨®n indivisible que dicen defender, la quieren lograr mediante una recurrente expulsi¨®n de lo ind¨ªgena de su proyecto identitario de tradiciones chilenas, ahora blindadas constitucionalmente.
El probable rechazo en diciembre de la Constituci¨®n identitaria derechista, no puede hacernos olvidar que la exclusi¨®n de los pueblos ind¨ªgenas es algo que se verifica en Chile cada d¨ªa -y hoy igual como ayer-, en cada proyecto de inversi¨®n que use a los territorios ind¨ªgenas como zonas de sacrificio y degrade sus ecosistemas, mutilando o deformando la consulta ind¨ªgena y otros derechos consagrados en el derecho internacional, ante la indolencia de las instituciones del pa¨ªs.
La soluci¨®n conservadora para la cuesti¨®n mapuche vuelve siempre a su pasi¨®n at¨¢vica por la reafirmaci¨®n del orden, en lugar de usar la democracia y sus capacidades de di¨¢logo. Incluso ahora se agrega el recurso a la violencia privada, en la figura de una leg¨ªtima defensa muy privilegiada en la ley de usurpaciones.
Casi nada se ha hecho para que esto sea diferente. El di¨¢logo intercultural todav¨ªa brilla por su ausencia, y ya no se habla en serio de los derechos ind¨ªgenas.
Sin embargo, aparece tambi¨¦n que buena parte de los liderazgos mapuche recientes tambi¨¦n tienen problemas para leer al propio mundo mapuche. El fracaso, por ejemplo, del proyecto de nueva Constituci¨®n de la Convenci¨®n (2021-2022), no ha sido reflexionado con autocr¨ªtica. A¨²n despu¨¦s de un a?o, se repite una y otra vez que fue la desinformaci¨®n, pero sin hacerse cargo de c¨®mo contribuyeron a que se desperdiciara una oportunidad ¨²nica de reconocimiento.
Algunos dirigentes e intelectuales ind¨ªgenas, ante el escenario de retroceso e invisibilidad de la agenda ind¨ªgena en la actualidad, prefieren culpar siempre a los otros, por su permanente y estructural racismo, cuestionando un rechazo cultural e incluso est¨¦tico de lo popular-ind¨ªgena, pero no est¨¢n dispuestos a asumir el trabajo de reflexi¨®n pol¨ªtica que requiere el pueblo mapuche.
?Por qu¨¦, en un momento estelar, el pueblo mapuche no logr¨® articular un proyecto que lo convenciera a s¨ª mismo? Mucho tuvo que ver con una sinton¨ªa de dirigentes e intelectuales mapuche m¨¢s bien con un estilo de pol¨ªtica de la identidad que circula por el mundo, que es una reivindicaci¨®n de reconocimiento para un ego individual antes que para formas colectivas de vida. El particularismo de ese tipo de pol¨ªticas de identidad sedujo y confundi¨® a las ¨¦lites mapuche, llev¨¢ndolas al precipicio, alimentando un maximalismo y una ret¨®rica destituyente, alej¨¢ndolas de las necesidades de sus bases y haci¨¦ndolas perder el necesario realismo estrat¨¦gico.
M¨¢s all¨¢ de los desvar¨ªos de izquierdas y derechas chilenas, el pueblo mapuche tiene la tarea de reencontrase a s¨ª mismo para retornar eficazmente y como es debido a la vida p¨²blica. Ese ser mapuche, que es lo que ha resistido todos los genocidios y exclusiones, no es otra cosa que la propia espiritualidad. La reafirmaci¨®n de la espiritualidad mapuche nos permite orientarnos. Ella convierte a los ind¨ªgenas en algo que no se disuelve del todo ni con el intercambio cultural ni en el mestizaje sangu¨ªneo y los conecta con la raz¨®n de persistir en sus luchas. No es una esencia inmutable ni delimitada, pero es lo ¨²nico que puede devolver los pies a la tierra al liderazgo mapuche para proponer a Chile una consistente reconciliaci¨®n con justicia y dignidad, evitando tanto las trampas identitarias chilenizantes o indigenistas, como a los funestos extremismos.
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