El predecible pero inesperado adi¨®s de Eduardo Berizzo
Agobiado por los malos resultados, el entrenador de la selecci¨®n chilena renunci¨® tras el opaco empate sin goles ante Paraguay. Pero dej¨® ac¨¦falo al equipo a cuatro d¨ªas del trascendental duelo frente a Ecuador en Quito
Eduardo Berizzo entr¨® a la sala de conferencias cuando hab¨ªan transcurrido m¨¢s de ochenta minutos del empate 0 a 0 entre Chile y Paraguay. Fue escueto para renunciar, para decir que los resultados no eran los esperados, para agradecerle a su plantel de jugadores y para sentenciar que las ¡°opciones de clasificar a la Copa del Mundo del 2026 siguen intactas¡±, pese a que Chile marcha en el octavo lugar entre diez equipos.
Cuando se fue del Estadio Monumental, los jugadores segu¨ªan en shock. La renuncia llega a cuatro d¨ªas de otro encuentro trascendental, esta vez ante Ecuador en Quito, que est¨¢ marcado por el vano intento de la Federaci¨®n chilena de dejar al margen del Mundial de Qatar a los ecuatorianos por la partida falsa de nacimiento de uno de sus jugadores.
De madrugada, sintiendo el peso del fracaso reiterado y constante sobre sus hombros, Pablo Milad, el presidente de la Federaci¨®n deb¨ªa tomar una decisi¨®n importante: entregarle la responsabilidad de dirigir a la Roja en Quito al nuevo entrenador de las selecciones menores, Nicol¨¢s C¨®rdova, a quien ni siquiera ha presentado medi¨¢ticamente pese a que lleva un par de meses nominado.
Berizzo se va, seg¨²n sus cercanos, cansado de las cr¨ªticas a su pobre rendimiento en cancha. Chile ha perdido cuatro puntos de local y ha sido vapuleado por Uruguay y Venezuela en sus visitas. La selecci¨®n juega mal, no convence a los hinchas (el estadio estaba a la mitad de su capacidad) y no estableci¨® canales de comunicaci¨®n adecuados con sus pares y la prensa. Gary Medel, el capit¨¢n, habl¨® despu¨¦s de la renuncia responsabilizando a la prensa, por no saber ¡°respetar los tiempos del proceso¡±.
El renunciado t¨¦cnico fue ayudante de Marcelo Bielsa en el Mundial de Sud¨¢frica y campe¨®n en Chile con O¡¯Higgins de Rancagua, pero no convenci¨® con su estilo defensivo y de poca din¨¢mica, en las ant¨ªpodas de su maestro rosarino. Ante Paraguay el equipo no se cre¨® oportunidades claras de gol, pese a jugar el segundo tiempo con un jugador m¨¢s.
Sabiendo que la Federaci¨®n no tiene dinero para pagar su indemnizaci¨®n, Berizzo quiso dar un paso al costado apresuradamente, poniendo en jaque a la dirigencia que deber¨¢ encontrar a su sucesor con tiempo suficiente. Los pr¨®ximos desaf¨ªos de la Roja adulta son la Copa Am¨¦rica de Estados Unidos y la reanudaci¨®n de las clasificatorias en septiembre del 2024, por lo que hay tiempo para armar un trabajo adecuado.
Cinco minutos despu¨¦s de concretada la renuncia, las radios que a¨²n transmit¨ªan el post partido comenzaron a consultarle a la hinchada por los candidatos a la sucesi¨®n. El argentino Ricardo Gareca, conductor del exitoso proceso de Per¨², y Gustavo Quinteros, campe¨®n en el medio local con Universidad Cat¨®lica y Colo Colo asoman como inmensos favoritos, aunque la labor no parece auspiciosa. Los referentes de la generaci¨®n dorada est¨¢n ya veteranos y el recambio a¨²n muy joven.
Ante Paraguay, por ejemplo, Berizzo hizo debutar a Dami¨¢n Pizarro, centrodelantero que ahora ostente el r¨¦cord de ser el jugador m¨¢s joven en jugar las clasificatorias por Chile, aunque, v¨ªctima del esquema y de las bajas individuales de sus compa?eros m¨¢s experimentados, toc¨® escasamente la pelota durante el pleito.
Berizzo no acept¨® preguntas y es probable que deje el pa¨ªs sin entregar las respuestas a su abrupto final, tal como aconteci¨® con dos de sus antecesores, Juan Antonio Pizzi y Reinaldo Rueda, que no creyeron pertinente entregar un detalle a la hora del adi¨®s.
Un adi¨®s predecible, pero en un momento inesperado. Otra falla en la planificaci¨®n de un t¨¦cnico que dijo sentirse ¡°indignado¡± con la sola sugerencia de tener que abandonar anticipadamente el cargo apenas 24 horas antes de renunciar en el peor momento imaginable.
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