Gonzalo Garc¨ªa: ¡°La reforma del 2005 sac¨® a Pinochet de la Constituci¨®n de Chile¡±
El abogado y exministro del Tribunal Constitucional fue el asesor de las transformaciones a la Carta Fundamental en las que se cambi¨® la firma del dictador por la del expresidente socialista Ricardo Lagos. Desde 1980 a la fecha, el texto que rige ha sido reformulado 70 veces, dice
En menos de tres semanas, los chilenos votar¨¢n A favor o en En contra de una nueva propuesta de Constituci¨®n en el plebiscito del 17 de diciembre. Ha sido elaborada por un Consejo Constitucional que fue electo en mayo. Dentro de ese ¨®rgano, el texto que propone fue aprobado solo por las derechas, que ten¨ªan 33 esca?os ¡ªde ellos 22 del Partido Republicano de la extrema derecha¡ª, mientras que los 17 integrantes del oficialismo de izquierdas se pronunciaron en contra. Es decir, se aprob¨®, pero sin consenso pol¨ªtico.
En cuatro a?os, Chile ha intentado dos veces cambiar la Constituci¨®n que fue redactada en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), aunque desde 1989 ha tenido decenas reformas. El primer proceso result¨® un fiasco, pues el 62% de la ciudadan¨ªa rechaz¨®, en un refer¨¦ndum en septiembre de 2022, la propuesta de una convenci¨®n. Al rev¨¦s de lo que ocurre hoy, ten¨ªa una mayor¨ªa de izquierdas. Entonces, los constituyentes tambi¨¦n presentaron un proyecto sin consenso.
En este segundo proceso, que culmina con el plebiscito del 17 de diciembre, las izquierdas enfrentan una situaci¨®n peculiar. Aunque llevan a?os tratando de reemplazar la Constituci¨®n actual porque, pese a sus modificaciones, le achacan como pecado de origen hacer nacido con Pinochet, ahora han llamado a votar por mantenerla. Consideran que el nuevo texto es un retroceso con respecto a la Carta Magna vigente.
En esta entrevista, el constitucionalista y exministro del Tribunal Constitucional, Gonzalo Garc¨ªa, explica qu¨¦ queda de la Constituci¨®n de Pinochet en el texto vigente. En 2005, en el Gobierno del expresidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006), el tambi¨¦n profesor de derecho de la Universidad Alberto Hurtado fue asesor clave de unas de las principales reformas a la Carta Fundamental, cuando se eliminaron los llamados enclaves o amarres autoritarios, como era el caso los senadores designados que llegaban al Congreso sin mediar elecci¨®n.
Pregunta. ?Cu¨¢nto queda hoy de la Constituci¨®n original?
Respuesta. La Constituci¨®n ha sido reformada 70 veces y, hasta hace tres semanas, eran 69. Las tres m¨¢s importantes son las de 1989, que habilitaron la transici¨®n a la democracia; las del 2005 [del Gobierno de Lagos] y las que inauguraron los procesos constituyentes de este per¨ªodo.
P. ?Qu¨¦ implica en la forma, y no el fondo, una reforma?
R. Una reforma no es que modifique un art¨ªculo, sino que muchos. Entonces, la reforma de 1989 reformul¨® 54 y la del 2005, 71. El c¨¢lculo es bien complejo. Por ejemplo, originalmente la Constituci¨®n ten¨ªa 120 art¨ªculos permanentes y 29 transitorios. Actualmente, tiene 167 permanentes y 53 transitorios. Entonces, un volumen muy grande de normas son completamente nuevas, no son originales.
P. Tras la reforma de 2005, ?cu¨¢nto queda de la parte dogm¨¢tica original de la Constituci¨®n?
R. En materia de derechos y de principios es donde m¨¢s cuestiones quedan. Lo que ha cambiado es m¨¢s bien la estructura del poder, democratizando las instituciones y creando muchas nuevas, como el Ministerio P¨²blico. Tambi¨¦n hay un conjunto de art¨ªculos completamente diferentes. Otra distinci¨®n importante es que durante la pandemia hab¨ªa s¨®lo un cap¨ªtulo que nunca se hab¨ªa cambiado, que era sobre el Banco Central. Es decir, todos los cap¨ªtulos de la Constituci¨®n han tenido a lo menos lo menos una reforma. La Constituci¨®n original ha transitado hacia una evoluci¨®n que le da mucho m¨¢s juego a las instituciones.
P. ?Pero los derechos est¨¢n igual?
R. El derecho a la vida est¨¢ igual. Tambi¨¦n la inviolabilidad de las comunicaciones, la libertad de conciencia, medio ambiente, salud y seguridad social, por ejemplo. No han tenido cambios.
P. Que no hubiese cambios en los derechos ha sido parte del debate para cambiar la Constituci¨®n...
R. Desde alg¨²n punto de vista, claro. Pero en materia de derechos sociales, uno de los dilemas m¨¢s fuertes es m¨¢s bien la insuficiencia de los derechos. O sea, los que faltan m¨¢s que los que est¨¢n. Entonces, lo que faltaba era precisar derechos prestacionales en materia de salud, identificar las labores un poco m¨¢s justas, precisar derecho huelga, identificar derechos de trabajo decente, igualdad salarial entre hombres y mujeres, por ejemplo.
P. Si ha tenido 70 reformas, ?todav¨ªa se puede hablar de la Constituci¨®n de Pinochet?
R. Yo creo que es para efectos campa?eros. Yo siempre prefiero hablar de la Constituci¨®n vigente, que es la que incorpora al legislador cada vez que tiene necesidad de cambiarla. Es evidente que la Constituci¨®n tiene un problema de origen que, obviamente, que no se sanea por la cantidad de leyes que tienes reform¨¢ndola. Entonces, ese ha sido el dilema central en el caso de la Constituci¨®n de 1980. Pero desde el punto de vista de los contenidos, ?por qu¨¦ en el fondo hoy estamos en una relaci¨®n un poco m¨¢s estrecha? Porque buena parte de las discusiones ya se dieron y se est¨¢n reproduciendo ahora en el texto propuesto, tanto el a?o pasado como el d¨ªa de hoy. Entonces, hay una suerte de di¨¢logo con el pasado muy intenso.
P. Una de las mayores modificaciones fueron las de 2005. ?En esa ¨¦poca ya pensaban en hacer una nueva Constituci¨®n? Le pregunto porque el texto lleva la firma de Lagos.
R. En el fondo, desde siempre tuvimos conciencia de que hab¨ªa que reformarla, que esa era una reforma y que la necesidad de firmarla ten¨ªa que ver con el hecho de que se eliminaron todas las disposiciones transitorias de la dictadura. Entonces, eso obligaba al replanteo de un nuevo texto refundido y sistematizado. Lo que se hizo en la reforma del 2005 fue sacar a Pinochet de la Constituci¨®n, porque hab¨ªa una disposici¨®n que lo mencionaba expresamente. Entonces, se saca Pinochet y se saca su transici¨®n y eso lleva a la necesidad de tener un texto sistematizado nuevamente. Pero eso no quiere decir que para los que trabajamos en esa reforma haya sido una nueva Constituci¨®n. Era una gran reforma, significativa, pero nunca nos contamos al cuento de que eso era una nueva Constituci¨®n.
P. ?C¨®mo catalogar¨ªa el texto vigente? ?Es conservador o ya no lo es tanto?
R. Cuesta calificarlo. Es un texto que tiene defectos por la manera que est¨¢ siendo interpretado y yo creo que ese es el principal problema que tiene la Constituci¨®n. No es tanto el texto constitucional en s¨ª mismo, sino que el hecho de que ya no est¨¢ generando la legitimidad constitucional que le permita las instituciones ser leales con el texto constitucional. Es el problema m¨¢s de fondo. Todo texto constitucional necesita un ejercicio de lealtad a sus componentes.
P. ?Le parece burdo el cambio de opini¨®n de la izquierda, que pas¨® de hablar de la Constituci¨®n de Pinochet a la de Lagos, ahora que est¨¢ en contra del nuevo proyecto?
R. No me gusta... Yo creo que las cosas hay que sostenerlas con solidez y esas valen en momentos dif¨ªciles y f¨¢ciles. Me parece hay buenos argumentos para estar en contra, pero no pueden estar subsidiados por el rechazo a la propuesta del a?o pasado. En ambos textos hay un di¨¢logo intenso con el pasado. El de 2022 por su insuficiencia y el de este a?o por su intensidad, pues quiere resolver conflictos desde la Constituci¨®n. Entonces, es una Constituci¨®n que nace conflictuada, porque lo primero que se va a hacer con ella es llevarla a los tribunales ordinarios y al Tribunal Constitucional para identificar su alcances. No nace con un esp¨ªritu unitario ni como una regla del juego. Y eso es lo que una incertidumbre bien central.
P. ?Vota En Contra o A favor?
R. Tengo buenas razones para votar En contra, pero buenas razones que no veo en el di¨¢logo p¨²blico. Me parece que van por otro argumento que, por lo menos a m¨ª, no me satisfacen. Pero uno tiene algunas ventajas de las interpretaciones normativas y creo que lo central es que el pa¨ªs de una se?al de solidez institucional y en m¨¢s corto tiempo la obtendr¨ªamos con la votaci¨®n En contra. Eso no quiere decir que vaya a ser una taza de leche ni mucho menos, pero eso se obtiene en menor tiempo.
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