Wendy Pozo: de vestuarista de Pedro Pascal a socia de Irina Karamanos en una sastrer¨ªa-caf¨¦
La dise?adora del nuevo poder en Chile acaba de ser elegida entre las 100 personas m¨¢s innovadoras de Latinoam¨¦rica, seg¨²n Bloomberg. Ha vestido al gimnasta Tom¨¢s Gonz¨¢lez, la rapera Ana Tijoux y abre tienda con la ex Primera Dama chilena: ¡°La gente va a venir a verla a ella tambi¨¦n¡±
Wendy Pozo (44 a?os, Santiago) ya ten¨ªa una fama ganada como dise?adora de trajes de hombre. Hasta su tienda en el barrio Bellas Artes, un enclave de artistas, tiendas de dise?o y restaurantes ubicado en el centro de Santiago, llegaban empresarios, animadores de TV, actores, modelos, adem¨¢s de novios que buscaban llegar al altar vestidos con sus trajes de estilo ingl¨¦s. Pero, aunque intentaba conquistar a las mujeres chilenas, no lograba entrar en sus armarios. Hasta que conoci¨® a Irina Karamanos.
La expareja del presidente Gabriel Boric ¨Cque curs¨® un pregrado en Humanidades en la Universidad de Heidelberg, en Alemania, donde se especializ¨® en educaci¨®n para la no discriminaci¨®n¨C, buscaba un estilo propio para la ceremonia de cambio de mando del 11 de marzo de 2022 y por referencias lleg¨® hasta Wendy Pozo. Era enero de 2022 y la pandemia todav¨ªa manten¨ªa cerrados varios negocios, entre ellos el de Pozo, que por esa fecha atend¨ªa desde su casa, ubicada en un barrio tranquilo de ?u?oa, en la zona oriente de la capital chilena.
Ambas se conocieron y de inmediato congeniaron. Wendy le propuso un estilo sobrio, pero juvenil, que qued¨® inmortalizado en el traje de casimir verde que la antrop¨®loga us¨® en el Congreso Nacional el d¨ªa que Boric asumi¨® como mandatario. Es ese vestuario el que hace algunos meses le pidieron desde el Museo Hist¨®rico Nacional para enmarcarlo como parte de su colecci¨®n.
Desde ah¨ª en m¨¢s, abogadas, empresarias, emprendedoras, pol¨ªticas, actrices y cantantes han empezado a tocar la puerta de su taller ubicado en una casa esquina entre las comunas de Providencia y ?u?oa, en la capital chilena. Entre ellas tambi¨¦n la portavoz de Gobierno, Camila Vallejo y otros miembros de la actual generaci¨®n en La Moneda.
A la dise?adora le apasiona poder usar la sastrer¨ªa, un oficio que tradicionalmente ha sido practicado por hombres y para hombres, en vestir a mujeres poderosas. De hecho, cuenta que una de las cosas que m¨¢s le ha incomodado fue cuando en una red social una persona coment¨® que ¡°Irina se vest¨ªa de hombre¡±. ¡°No est¨¢ vestida de hombre, est¨¢ vestida de mujer con sastrer¨ªa. Es importante que las mujeres se sientan poderosas. Y la sastrer¨ªa no es un privilegio para los hombres, es para todos. Tiene que ver con como t¨² te quieras sentir, es lo que quieras representar¡±, dice sentada en la terraza de su taller en una soleada ma?ana de principios de enero.
Es en ese lugar donde junto a Irina Karamanos, con quien forj¨® una relaci¨®n de amistad, planean abrir un caf¨¦-sastrer¨ªa. Ser¨¢ un lugar de encuentro con conversatorios, libros, donde las personas que lleguen puedan probarse ropa mientras disfrutan de un caf¨¦. La propuesta ha sido pensada meticulosamente por Karamanos, cuenta Wendy, quien ha estudiado los tipos de caf¨¦ y los colores bajo la idea de ¡°c¨®mo se viste el caf¨¦¡±. Ya tienen nombre, que no quiere revelar todav¨ªa, y est¨¢n definiendo la pasteler¨ªa que acompa?ar¨¢ al local, que esperan abrir en 2024, dependiendo de los permisos.
¡°Creo que va a funcionar s¨²per bien, pero ten¨ªamos que tener cuidado con c¨®mo funcionar¨¢ su figura (de Irina Karamanos) ac¨¢. Hab¨ªa que dejar un espacio de que se relajara todo, porque tampoco la idea es politizar un lugar. Es s¨²per neutro, pero la idea es que ella est¨¦ ac¨¢, es parte de nuestra venta. La gente va a venir a verla a ella tambi¨¦n¡±, dice Wendy sobre Irina, que esta semana debut¨® como curadora de arte en la Galer¨ªa Aninat y ha generado pol¨¦mica por una entrevista en la que dijo: ¡°Us¨¦ el poder para ir desarm¨¢ndolo¡±.
Mientras tanto, la dise?adora sigue recibiendo a sus clientes y clientas que se atreven a jugar con las propuestas de colores fuertes, trajes de dos piezas, chaquetas con forros satinados, camisetas de algod¨®n con estampados, blusas de seda y enteritos, que ofrece el particular estilo de Wendy Pozo. ¡°Siempre digo que no har¨ªa nada que yo no me pondr¨ªa. Si yo no me pongo esto, no lo puedo vender¡±, dice la dise?adora que no esconde, pese a que 2023 fue un a?o intenso, que pasa por su mejor momento. Hace menos de un mes fue incluida en el ranking de las 100 personas m¨¢s innovadoras de Latinoam¨¦rica de Bloomberg L¨ªnea.
¡°Llegan muchos cuarentones separados que quieren cambiar de estilo¡±
El inter¨¦s de Wendy por la sastrer¨ªa no fue fortuito. Su madre era una amante de la ropa. ¡°Ten¨ªa m¨¢s de 500 camisas de seda hechas por ella en su armario¡±, dice. Su padre trabajaba en la f¨¢brica de textiles Sumar, un complejo industrial en la comuna de San Joaqu¨ªn en Santiago, que cerr¨® sus puertas en 2003. ¡°Aprend¨ª un mont¨®n sin querer¡±, dice.
Pero su gran influencia fue la m¨²sica. Fan¨¢tica de la cantante Siouxie, el estilo de vestir de los brit¨¢nicos la cautiv¨®. Pero como en esos a?os en Chile era muy dif¨ªcil encontrar ropa de ese tipo, empez¨® a hacerse sus propias tenidas. Una se?ora que vio sus creaciones la invit¨® a trabajar con ella en un local del Eurocentro, una galer¨ªa comercial en el centro de Santiago donde proliferaban las tiendas metaleras de camisetas negras de bandas de rock. La ropa colorida y entallada de Wendy llam¨® la atenci¨®n del administrador que le dio un consejo: ¡°L¨¢nzate sola, te arriendo un local¡¯, me dijo, y me lanc¨¦¡±. Corr¨ªa el a?o 2003, pero Wendy ten¨ªa poco m¨¢s de 20 a?os y todos sus cercanos le dec¨ªan que era mucho riesgo y que le iba a ir mal. ¡°Pensaban que estaba jugando, pero me fue bien y aqu¨ª estoy¡±, dice.
Estuvo siete a?os ah¨ª hasta que el terremoto de 2011 en Chile la oblig¨® a cambiarse. Las tiendas del Eurocentro quedaron muy deterioradas y Wendy instal¨® su taller-tienda en el barrio Bellas Artes. Se llamaba Londress y hasta all¨¢ empezaron a llegar empresarios, emprendedores, personas vinculadas al mundo del cine, actores y personajes de la TV. Hac¨ªa sastrer¨ªa de hombre, trajes de novio, de padrinos, y ropa de vestir, pero fue el Festival del Vi?a del Mar el responsable de que su nombre empezara a sonar entre el circuito de dise?adores chilenos.
Pozo visti¨® al animador de TV Jean Phillippe Cretton, luego al gimnasta Tom¨¢s Gonz¨¢lez y a otras celebridades para la alfombra roja de la noche inaugural del festival y dej¨® de ser una dise?adora an¨®nima. Decidi¨® rebautizar su tienda y ocupar su nombre como carta de presentaci¨®n.
A Pedro Pascal lo conoci¨® cuando lo visti¨® para la campa?a de un vino chileno del que el actor es embajador. La rapera Ana Tijoux lleg¨® hasta su taller el a?o pasado tambi¨¦n buscando un estilo elegante, pero juvenil. Y junto con ellos, due?as de casa y hombres buscando cambiar su estilo tocan a su puerta cada d¨ªa.
Para Wendy, el g¨¦nero no existe en la vestimenta. Desde que parti¨® cosiendo y creando ropa, sus dise?os est¨¢n pensados para que puedan ser usados tanto hombres como por mujeres. Por lo mismo, ha quebrado esquemas con hombres vestidos con trajes coloridos o de color rosado y ha tenido que pelear hasta con los maestros de su taller que le aseguraban que nadie querr¨ªa comprar esas prendas.
¡°La gente cree que mi ropa la usa mucho el p¨²blico gay y es todo lo contrario. Es el h¨¦tero el que m¨¢s juega ac¨¢. El gay es m¨¢s cerrado. O sea, es m¨¢s de un color, de una marca. Tambi¨¦n est¨¢ este chico que se separ¨® reci¨¦n y quiere volver a partir y hacer cosas m¨¢s jugadas. Me llegan muchos cuarentones separados que me dicen ¡®quiero cambiar mi estilo, quiero tener cosas diferentes¡±, cuenta mientras muestra una chaqueta que est¨¢ confeccionando en lino azul.
La dise?adora se excusa. Su amigo Patricio, que trabaja con ella desde hace a?os, le recuerda que tiene una cita agendada y que llegar¨¢n en cualquier minuto.
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