Jos¨¦ Donoso: miserable, humano y genial
Ese escritor atormentado, envidioso, creativo, inseguro y decidido a vivir de y por la literatura est¨¢ retratado a cuerpo entero en sus diarios, cuyo segundo tomo, ¡®Diarios centrales. A Season in Hell 1966-1980¡ä, acaba de publicarse en Chile
Mientras su mujer lidiaba con un cuadro depresivo y con una hija adolescente de dif¨ªcil car¨¢cter en la costa catalana, 160 kil¨®metros hacia el interior el novelista Jos¨¦ Donoso pasaba sus d¨ªas batallando con la m¨¢quina de escribir. Solo, en una casa de piedra del siglo XVII situada en un ¨ªnfimo pueblo aragon¨¦s, intentaba afinar los ¨²ltimos detalles de su novela Casa de campo, que se publicar¨ªa en 1978 y lo consagrar¨ªa como uno de los autores m¨¢s importantes del panorama narrativo hispanoamericano. La satisfacci¨®n del trabajo por terminar se cruza, por esos d¨ªas, con una intimidad desfondada: ¡°Estoy felic¨ªsimo, de las ¨¦pocas creativas m¨¢s felices de mi vida, aunque mi vida, en s¨ª, se est¨¢ haciendo mil pedazos¡±. Ese Donoso atormentado, envidioso, creativo, inseguro y decidido a vivir de y por la literatura est¨¢ retratado a cuerpo entero en sus diarios, cuyo segundo tomo, Diarios centrales. A Season in Hell 1966-1980, acaba de publicarse en Chile.
Editado por Cecilia Garc¨ªa-Huidobro, una de las mayores expertas en el novelista chileno y quien lleva tres d¨¦cadas trabajando con sus art¨ªculos, ensayos y diarios, este segundo volumen se convertir¨¢, sin duda alguna, en parte fundamental del corpus del autor. En sus m¨¢s de 700 p¨¢ginas encontramos a un hombre itinerante, que apenas se instala en un lugar ya est¨¢ pensando en su pr¨®xima mudanza; a un creador infatigable, que a pesar de sus bloqueos e interrupciones sigue adelante con sus obras mayores; a un marido en crisis, que ama y odia a su esposa y que deja algunos espacio para vivir su homosexualidad; a un escritor envidioso, que ve c¨®mo las obras de sus compa?eros de generaci¨®n despiertan mucho m¨¢s inter¨¦s que la suya, aunque est¨¢ seguro de la pervivencia de su creaci¨®n. Cuando se cumplen, este 2024, 100 a?os del nacimiento de Donoso, la aparici¨®n de estas p¨¢ginas es un enorme motivo de celebraci¨®n.
Los diarios comienzan con Donoso viviendo en Estados Unidos, donde trabaj¨® ense?ando en el prestigioso programa de literatura creativa de la Universidad de Iowa. Sin embargo, el grueso de este libro transcurre en Europa, con un breve paso por Portugal y luego una larga estad¨ªa en Espa?a (Mallorca, Barcelona, Calaceite y Madrid). Como todo diario de escritor, sus p¨¢ginas est¨¢n llenas de vaivenes, con per¨ªodos de intenso registro de la cotidianidad y tambi¨¦n con largos vac¨ªos. El balance, con todo, es riqu¨ªsimo: el volumen nos muestra las preocupaciones personales, profesionales y pol¨ªticas de Donoso, sus lecturas, la huella que estas dejan en ¨¦l y la b¨²squeda por definirse a s¨ª mismo en momentos cruciales de su vida. Estos a?os no son solo los de su consolidaci¨®n como escritor de prestigio y con una obra creciente; son tambi¨¦n aquellos en que se convierte en padre adoptivo de Pilarcita, los del golpe de Estado en Chile e inicios de la dictadura o los de la muerte de su madre, una figura fundamental en su vida. Hacia el final, luego de haber despotricado una y otra vez contra la condici¨®n de ser extranjero ¡ªy, muchas veces, contra los mismos espa?oles¡ª vemos a Donoso cambiar una vez m¨¢s de residencia e instalarse, a fines de 1980, en Santiago de Chile. Es aqu¨ª donde vivir¨¢ hasta su muerte en 1996, aunque esos a?os no los cubre este volumen.
Estos diarios tienen dos dimensiones fundamentales. En primer lugar, son el taller de alguien que piensa cuando escribe: como afirma, siguiendo a Virginia Woolf, la palabra es la materia del pensamiento. En estos cuadernos, cuyos originales se conservan en la Universidad de Princeton ¡ªlugar en que estudi¨® en su juventud y volvi¨®, ya adulto, a dar clases¡ª, Donoso ensaya sus ideas creativas, modela personajes y sintetiza las tramas que trabajar¨¢ en sus novelas y cuentos. D¨ªa a d¨ªa cuestiona sus propios puntos de vista y las est¨¦ticas desde las que observa su material de trabajo. Anota posibles lecturas que lo ayudar¨¢n a aclarar los pasos a seguir, y no duda en aprovechar las ideas que, en sus maestros o sus contempor¨¢neos, puedan servirle para acometer su propio proceso de escritura. Estos a?os son, adem¨¢s, de intensa creatividad: si en 1966 termin¨® Este domingo y El lugar sin l¨ªmites y avanza en El obsceno p¨¢jaro de la noche (que ver¨¢ la luz en 1970), en el periodo que sigue trabajar¨¢ infatigablemente y publicar¨¢ Historia personal del boom, Tres novelitas burguesas y, sobre todo, Casa de campo, cuyo proceso est¨¢ profusamente detallado en este volumen. A pesar de sus bloqueos y momentos de pesimismo, el escritor est¨¢ siempre consagrado a su obra. Es, por cierto, su ¨¢rbitro m¨¢s exigente y nunca se rinde ante las modas pol¨ªticas que tanto presionaron a sus contempor¨¢neos.
Pero es en la dimensi¨®n personal donde nos encontramos con un personaje complejo, cambiante, descarnado frente a sus propias miserias y dif¨ªcil ¡ªpor decir lo menos¡ª en sus relaciones con los dem¨¢s. En estas p¨¢ginas, Donoso busca una honestidad total: ¡°Temo mentir aqu¨ª¡±, afirma en medio de una crisis matrimonial que est¨¢, en estas p¨¢ginas, expuesta con brutalidad. Sin embargo, esa no fue la ¨²nica relaci¨®n que se aborda desde la honestidad total: sus suegros, sus hermanos o sus numerosos amigos son tambi¨¦n objeto de las cr¨ªticas m¨¢s ¨¢cidas. Sobre Mario Vargas Llosa, por ejemplo, con quien mantuvo una larga amistad, dice en un momento: ¡°No me gusta. Su pretendido oficialismo, embajador del boom ante el boom, su falta total de imaginaci¨®n, su total falta de libertad, (¡) su falta total de humanidad, (¡) su frialdad, el acontecimiento de su tan comentada simpat¨ªa, su aislamiento, su posici¨®n con Patricia de familia real de la literatura hispanoamericana, todo esto lo hace, para quien pueda y quiera verlo, bastante rid¨ªculo, y bastante repulsivo¡±. Eso no es impedimento, sin embargo, para que siga cultivando su amistad y escribiendo acerca de su obra. Apunta comentarios similares sobre Carlos Fuentes, Mauricio Wacquez, Jorge Edwards, Margarita Aguirre y sobre muchos de sus amigos a quienes encuentra livianos, fr¨ªvolos, aburridos u oportunistas, aunque pocas p¨¢ginas despu¨¦s sean juzgadas, esas mismas personas, con mayor consideraci¨®n y cari?o.
En su primera anotaci¨®n de 1973, despu¨¦s de m¨¢s de 18 meses de pausa, dice lo siguiente: ¡°Vuelvo a emprender un diario. M¨¢s amplio, quiz¨¢s, que los anteriores, m¨¢s ¨ªntimo. Probablemente ¡ªy as¨ª lo quisiera¡ª mostr¨¢ndome m¨¢s completo que en los diarios anteriores. (¡) Quisiera que este cuaderno fuera un documento por el cual se juzgar¨¢ a Jos¨¦ Donoso hombre¡±. Es consciente, sin duda, de la perennidad de su obra y de su figura, algo que lo inquiet¨® de manera particular en estos a?os en que comenzaba a vislumbrar el reconocimiento del p¨²blico y el ¨¦xito econ¨®mico. La lectura de estas p¨¢ginas despertar¨¢n muchas, much¨ªsimas preguntas en torno a su vida y obra ¡ª?qu¨¦ elementos de su obra siguen vigentes hoy?, ?qu¨¦ signific¨® su constante b¨²squeda de la independencia? ?fue este diario una m¨¢scara m¨¢s dentro de las muchas que elabor¨® para s¨ª?, etc., etc.¡ª, las cuales nos invitan a seguir leyendo e interpretando este corpus que parece infinito.
Ya antes de la aparici¨®n de sus Diarios tempranos (2016) y de estos Diarios centrales, los papeles privados de Donoso hab¨ªan generado pol¨¦micas. Una serie de art¨ªculos en La Tercera, primero, y la publicaci¨®n de Correr el tupido velo, de su hija Pilar, despu¨¦s, alimentaron una lectura reducida y sensacionalista alrededor de ¨¦l. Se puso en primera plana su homosexualidad ¡ªcomo motivo de esc¨¢ndalo¡ª y su crueldad como padre, reduciendo una personalidad compleja y m¨²ltiple a unas pocas frases de sus cuadernos privados. No hay duda de que esas facetas m¨¢s oscuras, que fueron muchas y aqu¨ª quedan expuestas sin pudor, son reales y est¨¢n documentadas. Hay que evitar cualquier simplismo y ver de qu¨¦ manera este hombre, lleno de complejidades y contradicciones, tambi¨¦n fue en muchos momentos de su vida, un marido preocupado y un padre cari?oso. Diarios centrales. A Season in Hell es una lectura ineludible para evaluar con justicia al hombre y al escritor, para preguntarse qu¨¦ lugar le corresponde a Jos¨¦ Donoso en las letras chilenas del siglo XX.
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