Manuel Monsalve y la Macrozona Sur: ¡°Hasta 2021 los hechos de violencia solo sub¨ªan a?o a a?o, y desde 2022 solo bajan¡±
El subsecretario del Interior del Gobierno de Boric se refiere al homicidio de los tres carabineros ocurrido hace un mes. Y se?ala que las organizaciones que operan en la zona han mutado y ¡°son eminentemente delictuales¡±
A mediados de los a?os 90, el subsecretario del Interior del Gobierno del presidente Gabriel Boric, el socialista Manuel Monsalve (Coronel, 58 a?os), trabajaba como m¨¦dico en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) en el municipio de Los ?lamos, en la provincia de Arauco, regi¨®n del Biob¨ªo. Es un sector del centro-sur de Chile, de vida rural, que en la ¨²ltima d¨¦cada ha sufrido un cambio tan dr¨¢stico como dram¨¢tico. Hoy sus habitantes, como en otras regiones vecinas que son parte de la Macrozona sur de Chile, sufren la acci¨®n de grupos radicales mapuche y el crimen organizado. Uno de los ¨²ltimos hechos, que ha sido el corolario de la violencia, fue el homicidio de tres carabineros, que eran parte de la comisar¨ªa de Los ?lamos, cuando patrullaban por la localidad cercana Antiquina. Fueron asesinados a balazos el 27 de abril y luego quemados dentro de su camioneta de servicio.
A un mes del crimen que ha impactado a Chile, Monsalve, uno de las figuras del Gobierno mejor valoradas y quien est¨¢ a cargo de la seguridad del pa¨ªs, ha vuelto a Los ?lamos, un sector que conoce muy bien pues tambi¨¦n fue concejal entre 1996 y 2000, adem¨¢s de director del Servicio de Salud de la provincia de Arauco. Ha ido espec¨ªficamente a la comisar¨ªa donde trabajaban el sargento Carlos Cisterna (43) y los cabos primero Sergio Ar¨¦valo (34) y Misael Vidal (30), los carabineros asesinados. Y desde esa zona reconoci¨® en una rueda de prensa que Arauco ha enfrentado una situaci¨®n compleja y que ¡°la gente tiene miedo, tiene temor¡±. ¡°Obviamente, cuando se atenta contra funcionarios como Carabineros de Chile, ese temor aumenta. Y la respuesta que tiene que tener el Estado es estar presente¡±.
Desde la regi¨®n del Biob¨ªo, su lugar de origen, Monsalve aborda con EL PA?S la situaci¨®n de la Macrozona sur, que lleva m¨¢s de dos a?os en estado de excepci¨®n constitucional, con presencia de las Fuerzas Armadas que acompa?an a la polic¨ªa, y c¨®mo los grupos radicales armados que operan ese sector mutaron al crimen organizado.
Pregunta. ?C¨®mo era Los ?lamos en el tiempo que usted era concejal y cu¨¢nto ha cambiado?
Respuesta. En esa ¨¦poca la gente no ten¨ªa ning¨²n temor. Evidentemente, esa no es la realidad de hoy, porque la gente tiene temor de ir a los territorios y de salir en la noche. Esa es una realidad distinta, que, evidentemente, demuestra que la situaci¨®n de la zona en materia de seguridad, cambi¨®. El principal cambio es que hoy sabemos que hay organizaciones criminales que operan en el territorio.
P. ?Y qu¨¦ le pasa a usted, que es de la zona, cuando ve que la gente siente miedo?
R. Mi v¨ªnculo con la zona data de hace 30 a?os. La provincia de Arauco, y La Araucan¨ªa, son zonas caracterizadas, lamentablemente, por un desarrollo m¨¢s atrasado que el resto del pa¨ªs y donde el esfuerzo que hay que hacer por surgir es mayor. Son lugares que hist¨®ricamente est¨¢n vinculados a mayores tasas de pobreza, a menos cobertura de servicios b¨¢sicos y a m¨¢s dificultades para tener empleo. Y lo que me pasa, es que creo que la obligaci¨®n del Estado chileno en un territorio con estas caracter¨ªsticas tiene que ser a¨²n mayor, y para eso no solo hay que tener intenci¨®n, sino tambi¨¦n presencia. Y la presencia no solo implica recursos y pol¨ªticas de seguridad, sino que las autoridades del Estado tienen que venir a la zona y demostrar no solo el inter¨¦s, sino el compromiso del Estado y el Gobierno con las personas.
P. ?Qu¨¦ se sabe del crimen de los tres carabineros despu¨¦s de un mes?
R. Uno de los principales objetivos despu¨¦s de este cruel y alevoso crimen es encontrar y detener a los responsables. Lo que se sabe est¨¢ en el marco de la investigaci¨®n, que es reservada. Pero hay un equipo bien diverso de nueve fiscales con basta experiencia abocado a la investigaci¨®n, adem¨¢s de un equipo altamente profesional del O-S9 de Carabineros, del Laboratorio de Criminal¨ªstica y del Servicio de encargo y b¨²squeda de veh¨ªculos. Llegada esta altura, uno podr¨ªa decir que es una investigaci¨®n que tiene avances y la din¨¢mica clara de los hechos que ocurrieron. Con estos elementos esperamos que se pueda establecer el v¨ªnculo de los responsables para poder detenerlos.
P. ?Qu¨¦ ve en el hecho de que hayan sido quemados sus cuerpos?
R. Es prematuro llegar a una conclusi¨®n. Uno podr¨ªa pensar que fue un mensaje, pero en acciones de esta naturaleza tambi¨¦n pudo ser para borrar evidencia. Tendr¨¢ que aclararlo la investigaci¨®n.
P. ?Es un caso m¨¢s asociado al crimen organizado puro o a organizaciones radicales mapuche?
R. Yo har¨ªa una distinci¨®n en la pregunta que me hace. La dividir¨ªa en dos partes. Ya el a?o 2022, cuando asumimos el Gobierno, tipificamos lo que ocurre en la Macrozona sur como crimen organizado. Primero, lo hicimos por una motivaci¨®n de tener las herramientas legales m¨¢s eficaces para perseguir y sancionar a quienes cometen hechos de violencia. Si uno los tipifica de esa manera, permite saber que son personas que est¨¢n organizadas, que de manera permanente se dedican a la comisi¨®n de delitos, y que tienen mercados il¨ªcitos como el robo de madera y el tr¨¢fico de droga. Adem¨¢s, la ley [de crimen organizado] permite utilizar t¨¦cnicas especiales de investigaci¨®n, lo que implica mejores resultados. En 2020 la cantidad de condenas que se lograron por violencia rural en la Macrozona sur rondaban las 65 por a?o, en 2022 superaron las 200 y en 2023 fueron m¨¢s de 130. Eso demuestra que fue una decisi¨®n correcta, porque hemos demostrado mayor eficacia en la persecuci¨®n penal.
P. ?Cu¨¢l es la segunda distinci¨®n?
R. La segunda es m¨¢s pol¨ªtica. En el diagn¨®stico que hicimos llegamos a la convicci¨®n de que se hab¨ªa producido una mutaci¨®n en la estructura de las organizaciones que cometen delitos de violencia. Es cierto que en alg¨²n momento las organizaciones ten¨ªan un car¨¢cter muy pol¨ªtico y una causa muy clara vinculada a la reivindicaci¨®n mapuche. Y si uno mira hacia atr¨¢s, eran hechos de violencia vinculados fundamentalmente a ataques incendiarios a maquinaria y equipamiento forestal. Pero fue ocurriendo una mutaci¨®n y lo que vemos hoy son organizaciones muy violentas, vinculadas al uso de armas y que se dedican al robo de veh¨ªculos y de madera, tr¨¢fico de armas y de drogas. Si bien este asesinato [de los carabineros] tiene caracter¨ªsticas que son dif¨ªciles de encontrar, hay hechos de violencia previos, como fue el ataque al molino Grollmus en 2022: fue muy violento, con uso de armas de fuego, adem¨¢s de disparos a la casa y disparos a un adulto mayor que estaba en el suelo, completamente indefenso. Entonces, son organizaciones que han mutado y son, eminentemente, delictuales.
P. ?Qu¨¦ queda de la causa mapuche en estos grupos?
R. No hay causa pol¨ªtica que justifique el uso de violencia en democracia. Por lo tanto, usar una causa para cometer delitos y asesinar personas, en democracia, simplemente, no tiene cabida. Quiero ser muy claro en eso: la causa o el conflicto mapuche es un problema que est¨¢ diagnosticado. El Gobierno reconoce una deuda, pero esa deuda tiene un camino pol¨ªtico que hoy est¨¢ abierto a trav¨¦s de la Comisi¨®n para la Paz y Entendimiento. El presidente de la Rep¨²blica nombr¨® comisionados y, por lo tanto, hay un espacio en el cual se puede dialogar y tener una propuesta al pa¨ªs para poder dar respuesta a la deuda que el Estado chileno tiene con el pueblo mapuche. Entonces, hay una v¨ªa pol¨ªtica, pero no hay causa pol¨ªtica que justifique hechos de violencia, menos asesinatos de la crueldad que hemos visto.
P. Durante muchos a?os parte de la izquierda solidariz¨® con estos movimientos por la causa mapuche, incluso con la figura de H¨¦ctor Llaitul. ?En qu¨¦ momento cambi¨® la percepci¨®n?
R. Hago dos distinciones al respecto. No hay contradicci¨®n entre solidarizar con la causa mapuche y estar en contra de la violencia. Por lo tanto, es una falsa dicotom¨ªa. Vuelvo al punto inicial. Cuando preguntas si cambi¨® algo, m¨¢s que eso, lo que hay es una constataci¨®n muy clara: las v¨ªctimas de la violencia son los ciudadanos que viven en el territorio. Los tres carabineros asesinados viv¨ªan en Curanilahue, en Los ?lamos, en Lebu, y tambi¨¦n sus familias. Los conductores de camiones que han sido v¨ªctimas de hechos de violencia trabajan y viven all¨ª. Por lo tanto, no hay nada que justifique colocar en riesgo la seguridad y menos que justifique los hechos de violencia perpetrados a personas que pertenecen a Macrozona sur. Y el rol del Gobierno es proteger la seguridad de todas las personas.
P. La ministra del Interior Carolina Toh¨¢ dijo que el asesinato a los carabineros era un ataque que ¡°no hab¨ªamos visto nunca¡±. ?Para usted, qu¨¦ particularidad tiene este atentado m¨¢s all¨¢ de la descripci¨®n?
R. Este crimen, y la investigaci¨®n tendr¨¢ que demostrar que si esta percepci¨®n es correcta, fue planificado. Es cierto que han habido v¨ªctimas en la Macrozona sur, y muchas veces se han producido enfrentamientos en la medida que carabineros act¨²a para disuadir alg¨²n atentado. Pero con una planificaci¨®n de esta naturaleza, destinada a asesinar a tres funcionarios de una instituci¨®n del Estado, el d¨ªa del aniversario de Carabineros, y asesinarlos despu¨¦s de haberlos reducido, claramente es un delito que cambia el car¨¢cter de la violencia que se hab¨ªa visto en la Macrozona sur.
P. ?Hay un antes y un despu¨¦s de este crimen?
P. Lo que hace es reforzar la convicci¨®n de que se necesita recuperar la paz. Eso tiene una v¨ªa pol¨ªtica que esperamos que sea exitosa, pero en la Macrozona sur los delitos tienen que ser combatidos con mucha determinaci¨®n. Esto requiere de una persecuci¨®n muy eficaz, pues no puede haber impunidad en los hechos de violencia. Y eso implica fortalecer todas las capacidades del Ministerio P¨²blico. Tambi¨¦n, de equipos especializados en las polic¨ªas, y tomar todo el equipamiento y la tecnolog¨ªa para la desarticulaci¨®n de estas organizaciones criminales. Lo segundo es que confirma que para tener seguridad, el Estado tiene que tener control territorial. Por lo tanto, esto reafirma la convicci¨®n de que ese control, que se realiza a trav¨¦s de las fuerzas policiales y tambi¨¦n de las fuerzas militares en el caso del estado de excepci¨®n constitucional, tiene que ser fortalecido y equipado. Mi visita a Los ?lamos tiene que ver con una l¨ªnea de esa estrategia de control territorial, para que se ejerza con equipamiento blindado, con tener puntos de control para hacer patrullajes, para poder cumplir con medidas cautelares y con medidas de protecci¨®n. Eso lo hicimos al inicio del a?o 2022 a trav¨¦s de los veh¨ªculos mowad. Despu¨¦s avanzamos con camionetas blindadas. Y hoy vinimos a avanzar en una tercera fase que tiene que ver con recambios de equipamiento y con respuesta de traslado de tropas de fuerzas de tarea. Hay una gesti¨®n de 10 veh¨ªculos, seis de ellos blindados, Bastiones, para tener mayor capacidad de respuesta o reacci¨®n frente a hechos de violencia.
P. Si para tener seguridad hay que tener control territorial, ?se perdi¨® el control de esa zona?
R. Obviamente que el car¨¢cter del asesinato [de los carabineros ] cambia la condici¨®n, pero la provincia de Arauco era el territorio donde m¨¢s hab¨ªan bajado los hechos de violencia. Una de las razones era la alta eficacia en identificar y detener a quienes conforman estas estructuras criminales, y la otra es porque hay bases militares donde antes no hab¨ªa: en Los ?lamos, en Contulmo y en Tir¨²a. Y veh¨ªculos blindados que antes no estaban. Tambi¨¦n hay trabajo coordinado entre la Armada y Carabineros. Por lo tanto, la provincia de Arauco claramente tiene una mayor presencia y mayor control territorial que del que ten¨ªa en 2022. Y si uno va a La Araucan¨ªa hay una base militar en Capit¨¢n Pastene, otra en Lumaco, en Curacaut¨ªn, en Traigu¨¦n. Y un trabajo conjunto entre el Ej¨¦rcito y Carabineros. Si t¨² me preguntas, s¨ª, hay mayor control territorial hoy.
P. La pregunta es si en alg¨²n momento se perdi¨® el control territorial.
R. Cuando el Gobierno lleg¨® nuestro diagn¨®stico fue que el Estado ten¨ªa escasas capacidades. Y eso motiva, por ejemplo, que lo primero que hacemos, al hablar con los fiscales, fue fortalecer sus capacidades y destinar recursos para contratar profesionales adicionales para el trabajo de las fiscal¨ªas de La Araucan¨ªa y el BioB¨ªo. Tambi¨¦n se destinan a la Polic¨ªa de Investigaciones equipos especiales y tecnolog¨ªas para avanzar en las investigaciones a organizaciones que estaban detr¨¢s de los hechos de violencia. Y el despliegue del control territorial se empieza a dotar desde el a?o 2022 con equipamiento blindado tanto a las polic¨ªas como a las Fuerzas Armadas para los patrullajes. Esas estrategias dieron resultados. Si uno mira las cifras, son muy contundentes. Hasta 2021 los hechos de violencia solo sub¨ªan a?o a a?o, y desde 2022 a la fecha solo bajan. Tenemos 50% menos de hechos de violencia que en 2021. Y este a?o llevamos 28% menos que el mismo per¨ªodo de 2023. Tenemos una gran cantidad de condenas. Pero, claramente, todav¨ªa existen organizaciones que est¨¢n operando y, por lo tanto, el trabajo tiene que seguir.
P. Cuando se le escucha a hablar de veh¨ªculos blindados tipo mowad, y de carabineros acompa?ados por las Fuerzas Armadas para poder patrullar, a la distancia parece que hubiese una guerra. ?Encuentra normal que en Chile la polic¨ªa deban trabajar en una zona apoyada por militares? ?C¨®mo se lleg¨® a esto?
R. Es bien impactante cuando uno llega a este punto. A nadie le gustar¨ªa que hubiera estado de excepci¨®n ni que carabineros tuviera que usar veh¨ªculos blindados para entrar a un territorio del pa¨ªs, o que tuviera que entrar con las Fuerzas Armadas, pero veamos el contexto latinoamericano y mundial. La propia Interpol dijo este a?o que la principal amenaza que viven los estados es el crimen organizado, y alert¨® de una pandemia de crimen organizado. Entonces, las sociedades se est¨¢n enfrentando a organizaciones criminales violentas. En Am¨¦rica Latina, donde solo somos el 8% de la poblaci¨®n del mundo, se concentra cerca del 40% de los homicidios del mundo. Y los estados tienen la obligaci¨®n de hacer uso leg¨ªtimo de la fuerza para resguardar a sus ciudadanos. Por lo tanto, ante amenazas de esta naturaleza, se tienen que dar todas las capacidades estrat¨¦gicas. Por eso es que estamos impulsando la modificaci¨®n a la ley del sistema de inteligencia y una ley de inteligencia financiera, y tramitando la creaci¨®n de un Ministerio de Seguridad y el fortalecimiento del Ministerio P¨²blico. Es decir, el esfuerzo del Gobierno es el de un Estado con capacidad estrat¨¦gica para anticiparse, pero tambi¨¦n para controlar y responder a una amenaza que est¨¢ presente en el sur y, con otras caracter¨ªsticas, tambi¨¦n en el norte y en grandes zonas urbanas, como la regi¨®n Metropolitana. Son organizaciones que hoy hacen uso de una violencia que no conoc¨ªamos.
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