Estudiar en la universidad a partir de los 50 a?os en Chile: ¡°Nunca es tarde para aprender¡±
Una investigaci¨®n del Observatorio para el Envejecimiento de la Pontificia Universidad Cat¨®lica muestra un alza del 157% de este grupo etario matriculados en instituciones de educaci¨®n superior en la ¨²ltima d¨¦cada en el pa¨ªs sudamericano
Cuando Luis Canales D¨ªaz ten¨ªa ocho a?os sol¨ªa acompa?ar a su padre, un trabajador del Ministerio de Obras P¨²blicas de Chile, a recoger muestras de hormig¨®n, que vert¨ªa en moldes, que ser¨ªan analizadas por un grupo de ingenieros civiles. Las pruebas de resistencia, estiramiento y presi¨®n del material que hac¨ªan aquellos profesionales despertaron la curiosidad y admiraci¨®n de aquel ni?o para siempre. ¡°Me pareci¨® muy bonito, cient¨ªfico y desde ah¨ª quise dedicarme a ese oficio¡±, dice Canales, ya con 85 a?os, y que comenzar¨¢ a estudiar ingenier¨ªa civil a partir de marzo.
Ser¨¢ el alumno m¨¢s longevo de la Universidad de Los Lagos, en el sur chileno, pero est¨¢ lejos de ser el ¨²nico mayor de 50 en incorporarse a la educaci¨®n superior en el pa¨ªs. De hecho, esta es una tendencia en Chile, una de las naciones con la mayor tasa de adultos mayores de Sudam¨¦rica. La evidencia est¨¢ en un estudio del Observatorio de Envejecimiento UC-Confuturo, un organismo nacido de una alianza de la Pontificia Universidad Cat¨®lica y una aseguradora, que muestra que el n¨²mero de personas con m¨¢s de 50 a?os matriculados en institutos profesionales o universidades pas¨® de 10.494 a 26.952 entre 2013 y 2024. Es decir, hubo un crecimiento del 157% en una d¨¦cada.
Seg¨²n este reporte, hay una correlaci¨®n entre los a?os de escolaridad promedio y factores socioecon¨®micos. La Encuesta de Caracterizaci¨®n Socioecon¨®mica Nacional (Casen) de 2022, el principal instrumento de medici¨®n del pa¨ªs sudamericano, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social y con el apoyo del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, mostr¨® que la escolaridad promedio de las personas entre 50 y 59 a?os no supera los 11,2 a?os, mientras que en el segmento 80 y m¨¢s edad alcanza solo los 6,8 a?os.
Lo que concluyen en el observatorio de envejecimiento es que ¡°la implementaci¨®n tard¨ªa de pol¨ªticas educativas inclusivas impacta especialmente a las personas mayores¡±. Fue en 2003 cuando se estableci¨® la obligatoriedad de la educaci¨®n secundaria en Chile, garantizando 12 a?os de ense?anza formal, pero esto no alcanz¨® a beneficiar plenamente a las cohortes mayores actuales, seg¨²n la investigaci¨®n dirigida por la soci¨®loga Valentina Jorquera.
Si bien Luis Canales estudiar¨¢ en lo que siempre anhel¨® a sus 85 a?os, no estuvo ausente de las aulas de clase a lo largo de su vida. Fue profesor de educaci¨®n b¨¢sica, una carrera a la que se dedic¨® m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. En su casa en Puerto Montt, una ciudad portuaria en la regi¨®n de Los Lagos, tiene una pizarra acr¨ªlica, de color blanco, donde resuelve ejercicios de f¨ªsica, qu¨ªmica y matem¨¢ticas para prepararse antes de iniciar las clases. ¡°Estoy cumpliendo un sue?o al volver a la universidad¡±, dice.
Pero la mayor¨ªa, el 42,3%, de quienes se incorporan a la educaci¨®n superior despu¨¦s de los 50 a?os se inclina por institutos t¨¦cnicos, lo que Jorquera indica se debe a que tienen menos barreras de ingresos, ofrecen carreras m¨¢s cortas, flexibilidad horaria debido a que los adultos tienen varios roles como actividad laboral o tareas de cuidado y dom¨¦sticas, aranceles m¨¢s bajos, y a diferencia de las universidades suelen tener mayor presencial regional. Le sigue una inclinaci¨®n por las universidades privadas (27,9%) y los centros de formaci¨®n t¨¦cnica (15,2%).
Un grupo heterog¨¦neo
Los adultos mayores son un segmento de la poblaci¨®n heterog¨¦neo y con diversos intereses. Por eso, las razones para entrar a las aulas son diversas. La chilena Gloria Villar, de 84 a?os, se prepara para realizar una pr¨¢ctica de seis meses en un consultorio jur¨ªdico y rendir un examen de grado despu¨¦s de haber estudiado durante cinco a?os derecho en la Universidad de San Sebasti¨¢n (USS): ¡°Despu¨¦s de la jubilaci¨®n no se acaba la vida. Yo todav¨ªa tengo sue?os y quiero dejar un legado¡±.
Cuenta que alista un proyecto alternativo para el Servicio Nacional de Protecci¨®n Especializada a la Ni?ez y Adolescencia (Sename) ¨Cuna red de hogares y residencias para proteger a menores de 18 a?os, administrada por el Estado¨C que quiere presentar a diputados. Ella trabaj¨® en la Municipalidad de Las Condes, en el sector oriente de la Regi¨®n Metropolitana de Santiago, durante 40 a?os. Se jubil¨® en la pandemia, ya con 13 nietos y viuda. Fue, entonces, cuando se sent¨® frente al computador port¨¢til y se pregunt¨®: ¡°?Qu¨¦ voy a hacer ahora?¡±. Tras buscar en Internet, opt¨® por estudiar derecho en la universidad.
Para la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ¡°el aprendizaje a lo largo de la vida¡± es un pilar clave para preservar las capacidades cognitivas y psicol¨®gicas durante la vejez.
Macarena Rojas, directora del observatorio del envejecimiento UC-Confuturo, asegura que la incorporaci¨®n de las nuevas generaciones m¨¢s de 50, que tendr¨¢n mayores niveles educativos, demanda que las pol¨ªticas p¨²blicas educativas y sociales reconozcan las capacidades y expectativas de estas generaciones, al mismo tiempo que ofrezcan nuevos espacios y oportunidades de aprendizaje permanente para reforzar su contribuci¨®n a la sociedad. ¡°El panorama de la educaci¨®n formal deber¨¢ cambiar y ajustarse a nuevos perfiles, donde estos segmentos etarios ser¨¢n centrales¡±.
Chile alcanz¨® una esperanza de vida al nacer de 81,6 a?os en 2024, seg¨²n estimaciones del Instituto Nacional de Estad¨ªsticas (INE). El indicador ha tenido un alza sostenida, pues era de 75,7 a?os en el periodo 1995-2005 y de 63,5 entre 1970 y 1975. En paralelo, el pa¨ªs ha vivido un derrumbe de su natalidad y tiene una tasa de 1,5 hijos por mujer, de acuerdo con el Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas.
Romper estereotipos negativos
Para la colombiana Luz Villalobos, que emigr¨® a Chile hace 13 a?os, las personas se autoimponen barreras: ¡°Nunca es tarde para aprender¡±. Ella, que empezar¨¢ a cursar pedagog¨ªa en la Universidad de Chile a los 56 a?os, trabaj¨® como estilista hasta 2015, cuando enferm¨® de artritis reumatoide. ¡°Para m¨ª fue fatal, porque dur¨¦ un tiempo postrada en una cama. Y pens¨¦ que si no puedo laborar con mis manos, s¨ª con mi mente, que est¨¢ bien¡±. Y, una vez graduada, espera poder ejercer como profesora.
Con una motivaci¨®n parecida, la nutricionista Mar¨ªa Cristina Arancibia, de 65 a?os, se apunt¨® en un mag¨ªster de envejecimiento y calidad de vida, el que ser¨ªa un paso para ingresar al mundo de la docencia. Pero dice que desde que se gradu¨®, en octubre de 2019 ¨Cen pleno estallido social¨C, ha encontrado un muro hasta ahora infranqueable: el edadismo, la discriminaci¨®n por edad, en el mercado laboral.
A diario revisa anuncios de trabajo y postula, pero no se abren las oportunidades remuneradas, solo voluntariados. ¡°Si el promedio de vida es de 80 a?os, no quiero pasar mi existencia tejiendo chambritas [chalequitos] para los nietos. Me interesan los desaf¨ªos intelectuales. Pens¨¦ que el tema del envejecimiento era un nicho importante de contribuci¨®n social porque esta ciudad [Santiago] no est¨¢ preparada para personas mayores¡±, plantea. Las personas con m¨¢s de 50 a?os son uno de los grupos etarios m¨¢s rezagados en recuperar los niveles de empleo prepandemia.
Arancibia considera que la edad de jubilaci¨®n, que es de 60 a?os para las mujeres ¨Cuna de las menores de la OCDE¨C y de 65 para los hombres, deber¨ªa ser subida y realizarse reformas para aprovechar la llamada econom¨ªa plateada: ¡°Chile ya envejeci¨® y no tenemos conciencia de eso. Hay mucho trabajo que hacer, empezando por romper estereotipos negativos sobre el envejecimiento¡±.
En cambio, otros solo intenta cambiar de rumbo. Gast¨®n Godoy, de 60 a?os, director de un establecimiento educacional en la ciudad de La Serena, en la regi¨®n de Coquimbo, est¨¢ form¨¢ndose en periodismo desde la pandemia y actualmente estudia en la Universidad Gabriela Mistral. ¡°Estudio por pasi¨®n y un hobby: el periodismo y la conducci¨®n de programas [televisivos]. Pero tambi¨¦n anticip¨¢ndome a la jubilaci¨®n, porque me gustar¨ªa hacer algo distinto a los 30 a?os que llevo en educaci¨®n¡±. Ya desde hace tres a?os ha conducido un matinal en un canal local, el que cuenta con m¨¢s 150 programas al aire: ¡°Tengo la experiencia, pero necesito la preparaci¨®n acad¨¦mica y es ah¨ª donde me estoy formando¡±.