?Qu¨¦ es y qu¨¦ ocurre en el Consejo Europeo de Investigaci¨®n?
El presidente del ERC ha dimitido por la p¨¦rdida de confianza del Consejo Cient¨ªfico ante una combinaci¨®n de falta de dedicaci¨®n al cargo e iniciativas incompatibles con los principios de la entidad
En estos d¨ªas sin precedentes en los que, desde el confinamiento en nuestras casas, ponemos las esperanzas en el progreso de la ciencia, ha saltado a la palestra el Consejo Europeo de Investigaci¨®n (ERC por sus siglas en ingl¨¦s) como resultado de la renuncia de su presidente [Mauro Ferrari]. La dimisi¨®n ha tenido lugar dos semanas despu¨¦s de hab¨¦rselo pedido un¨¢nimemente los 19 miembros de su Consejo Cient¨ªfico, entre los que nos encontramos los tres firmantes de este art¨ªculo.
El ERC es una instituci¨®n singular de la Uni¨®n Europea. Una gran historia de ¨¦xito que en sus 13 a?os de existencia ha contribuido decisivamente al impulso de la investigaci¨®n puntera en Europa. El ERC no es la ¨²nica herramienta europea para la financiaci¨®n p¨²blica de la investigaci¨®n; por el contrario, complementa las actividades de las agencias estatales de investigaci¨®n y el resto de iniciativas de los programas marco de la Uni¨®n Europea. Pero s¨ª es la ¨²nica que utiliza la excelencia cient¨ªfica como ¨²nico criterio para adjudicar los fondos que permiten llevar a cabo proyectos de investigaci¨®n.
La otra gran singularidad del ERC es que su ¨®rgano de gobierno, el Consejo Cient¨ªfico, est¨¢ formado exclusivamente por cient¨ªficos e investigadores que definen su estrategia de financiaci¨®n cient¨ªfica y se valen de una Agencia Ejecutiva propia para implementarla. El ERC se basa desde su fundaci¨®n en el predominio de la cultura cient¨ªfica de la confianza sobre la cultura administrativa del control. Ambos ingredientes se necesitan mutuamente, pero en el ERC, la administraci¨®n se alinea con la ciencia y no al rev¨¦s. Los miembros del Consejo Cient¨ªfico lo son por una duraci¨®n predeterminada y no tienen ninguna participaci¨®n en el nombramiento de sus sucesores, responsabilidad que recae en un comit¨¦ independiente de b¨²squeda.
Que conozcamos los problemas no quiere decir que seamos capaces de anticipar por qu¨¦ caminos seremos capaces de resolverlos o mitigarlos
Los miembros del Consejo Cient¨ªfico no establecen una lista de temas prioritarios sobre los que se deba investigar. Son los propios investigadores los que presentan sus mejores proyectos para que, a trav¨¦s de un mecanismo competitivo de abajo hacia arriba, se decida cu¨¢les son los merecedores de los recursos disponibles. ?No es esto una idea absurda sabiendo, como sabemos, cu¨¢les son muchos de los grandes problemas de nuestro tiempo? No, porque el que conozcamos los problemas no quiere decir que seamos capaces de anticipar por qu¨¦ caminos seremos capaces de resolverlos o mitigarlos. Los descubrimientos repentinos, inesperados e importantes son bienes p¨²blicos de extraordinario valor.
Asegurar que se identifican las ideas innovadoras y se les abre camino para que den sus frutos es una p¨®liza de seguro para las generaciones presentes y futuras. En todo caso, la presente emergencia refuerza la noci¨®n de que asignar recursos p¨²blicos para fomentar avances cient¨ªficos no dirigidos es un ingrediente esencial para poder enfrentarnos en las mejores condiciones a lo impredecible. En la Uni¨®n Europea, este ingrediente es la responsabilidad del ERC.
El historial de proyectos financiados muestran altos ¨ªndices de impacto en la medicina, la econom¨ªa, la sociedad y la formulaci¨®n de pol¨ªticas en el medio y largo plazo
?Quiere esto decir que la investigaci¨®n promovida por el ERC consiste en avances abstrusos de escaso valor pr¨¢ctico, o quiz¨¢ de ideas disparatadas que no van a ninguna parte? En absoluto. Las evaluaciones independientes llevadas a cabo sobre el historial de proyectos financiados muestran altos ¨ªndices de impacto en la medicina, la econom¨ªa, la sociedad y la formulaci¨®n de pol¨ªticas en el medio y largo plazo.
?Y por qu¨¦ se ha marchado entonces el presidente del ERC? No repetiremos aqu¨ª cada una de las razones, anunciadas p¨²blicamente, por las que el Consejo Cient¨ªfico pidi¨® su dimisi¨®n tras tres meses en el cargo. En definitiva, se ha tratado de la p¨¦rdida de confianza del Consejo Cient¨ªfico ante una combinaci¨®n de falta de dedicaci¨®n al cargo e iniciativas incompatibles con los principios del ERC. El profesor Ferrari en cambio ha presentado su renuncia como si fuera el resultado de una desavenencia con el Consejo Cient¨ªfico por no apoyar su propuesta de financiar una iniciativa especial centrada en el COVID-19, una estrategia que seguramente le ha proporcionado la simpat¨ªa de muchos que han visto en ¨¦l un luchador contra la burocracia y el inmovilismo.
Las diferencias han sido m¨¢s profundas y dolorosas, como el ERC ha explicado sin ninguna tibieza en un comunicado que ha sido definido como inusualmente duro y poco bruselense. Desafortunadamente, el profesor Ferrari no ha sabido, ni tal vez querido, entender su papel dentro del ERC y menos a¨²n el papel que el ERC juega en relaci¨®n con la Direcci¨®n General de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, ni mucho menos el papel que la Agencia Ejecutiva del ERC juega en apoyo al ERC.
Las diferencias han sido m¨¢s profundas y dolorosas, como el ERC ha explicado sin ninguna tibieza en un comunicado que ha sido definido como inusualmente duro y poco bruselense
Este desenlace tan poco deseado permitir¨¢ extraer las lecciones pertinentes y tal vez plantear cambios en los protocolos que llevan a la selecci¨®n del presidente de una instituci¨®n que ha impulsado con ¨¦xito la excelencia de la investigaci¨®n europea. Sin embargo, es tranquilizador saber que el ERC sigue a pleno rendimiento. Su arquitectura tiene solidez como para dar una respuesta r¨¢pida a problemas de esta y otras dimensiones. Cuenta con una direcci¨®n compuesta de cient¨ªficos que mantienen un pulso constante con la comunidad cient¨ªfica. Un Consejo Cient¨ªfico unido y dedicado a la misi¨®n para la cual se estableci¨® el ERC. Su agencia ejecutiva es excepcional. A pesar de la pandemia, est¨¢ luchando contra viento y marea para procesar las solicitudes de los j¨®venes investigadores de toda Europa que nos aportar¨¢n los descubrimientos del futuro, a la vez que siguen sosteniendo los proyectos en marcha.
Muchos investigadores financiados por el ERC han sido activos desde hace tiempo en la investigaci¨®n sobre la familia del coronavirus y otros pat¨®genos igualmente peligrosos. M¨¢s de 50 proyectos del ERC en curso o finalizados, respaldados por un valor total de aproximadamente 100 millones de euros, est¨¢n contribuyendo a la respuesta a la pandemia de COVID-19 al proporcionar informaci¨®n en campos cient¨ªficos diferentes, tales como virolog¨ªa, epidemiolog¨ªa, inmunolog¨ªa, nuevos diagn¨®sticos y tratamientos, salud p¨²blica, dispositivos m¨¦dicos, inteligencia artificial, comportamiento social, o la gesti¨®n de crisis. Adem¨¢s, como reacci¨®n a la pandemia actual, el ERC ofreci¨® a sus investigadores la flexibilidad de ajustar sus proyectos en curso d¨¢ndoles la posibilidad de abordar cuestiones relacionadas con COVID-19.
Confiamos que el apoyo a la investigaci¨®n innovadora de abajo hacia arriba, nos lleve arriba, muy arriba.
Manuel Arellano, Paola Bovolenta y Mercedes Garc¨ªa-Arenal son miembros del Consejo Cient¨ªfico del Consejo Europeo de Investigaci¨®n
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