Otra pol¨ªtica es posible
Las ocurrencias de cuatro asesores de comunicaci¨®n no deben marcar la agenda de la gobernanza de este pa¨ªs
Ayer ten¨ªa un atasco de trabajo y, como suelo hacer en esas ocasiones, me puse a ver la comparecencia del ministro Illa en la Comisi¨®n de Sanidad del Congreso. Es lo que yo llamo el efecto corrida de toros. Lo descubr¨ª de chaval. Cuando ten¨ªa un examen inminente, era capaz de cualquier cosa con tal de no prepararlo, incluso de ver una corrida de toros en la tele, que para m¨ª es el ep¨ªtome del aburrimiento nacional. Como ahora no dan corridas, ayer me conform¨¦ con ver la comisi¨®n parlamentaria de Sanidad. Y os lo confieso espont¨¢neamente, me qued¨¦ de piedra por su alto nivel de discusi¨®n pol¨ªtica. Yo hab¨ªa llegado a creer que eso no exist¨ªa en nuestros tiempos pand¨¦micos, pero debo reconocer que estaba equivocado.
¡°Mi escepticismo pol¨ªtico perdi¨® puntos ayer. Esa es la clase de debate que necesitamos¡±
En la media hora o tres cuartos que segu¨ª el acto, pude escuchar los argumentos de las portavoces del nacionalismo vasco y catal¨¢n, y tambi¨¦n de Ciudadanos y alguno m¨¢s. Sus cr¨ªticas al ministro de Sanidad eran solventes, coherentes y sensatas, y as¨ª lo reconoci¨® el propio Illa. All¨ª no se discuti¨® sobre las esencias nacionales, sino de lo que las comunidades aut¨®nomas pod¨ªan aportar a la gesti¨®n de la pandemia, desde los grandes institutos cient¨ªficos que albergan hasta la ¨²ltima mascarilla que podr¨ªan fabricar. El debate fue sobre la necesidad de test masivos, las curvas epidemiol¨®gicas y el grado de confinamiento que se deber¨ªa adoptar en cada situaci¨®n. Es verdad que luego sali¨® el portavoz de Vox a hacer su numerito, pero incluso ¨¦l parec¨ªa algo avergonzado por tener que largar la matraca habitual. Fundamentalismos aparte, el tono del debate fue francamente estimulante. Mi escepticismo pol¨ªtico perdi¨® puntos ayer. Esa es la clase de debate que necesitamos.
S¨¦ que soy un pelmazo con esto, pero es que creo sinceramente que nuestra obsesi¨®n con la facci¨®n m¨¢s abyecta de la politiquer¨ªa nos est¨¢ cegando frente al verdadero servicio que la pol¨ªtica real puede hacer a nuestra sociedad, que es enorme. Las ocurrencias de cuatro asesores de comunicaci¨®n no deben marcar la agenda de la gobernanza de este pa¨ªs. Lo que piensen Vox o la FAES de Aznar nos deber¨ªa dar exactamente igual. Eso no son m¨¢s que estrategias baratas para colarnos como principios lo que no son m¨¢s que intereses particulares inconfesables. Otra pol¨ªtica es posible, y la vimos este jueves en una humilde comisi¨®n de Sanidad que deber¨ªa convertirse en un modelo de comportamiento.
Ojal¨¢ hubiera m¨¢s pol¨ªticos como Nancy Pelosi, la presidenta dem¨®crata de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos. El martes pasado dirigi¨® un argumentario a su partido, donde denuncia que Donald Trump ha desmantelado la infraestructura antipand¨¦mica, ignorado las advertencias de la OMS y de sus propios asesores, propalado que la pandemia era un bulo y, pese a todo, ha eludido asumir responsabilidades pol¨ªticas por ello. Eso no son insultos, sino cr¨ªticas juiciosas. Aprendamos.
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