Coronavirus, un baile siniestro
Si hay una ficci¨®n que penetra con profundidad en la pandemia que estamos viviendo, esa es, sin duda, ¡®La peste¡¯ de Albert Camus
Stephen King dej¨® escrito que cuando nuestros terrores personales se relacionan con los terrores colectivos, lo hacen siguiendo los pasos de una danza macabra. Algo as¨ª nos est¨¢ sucediendo cuando cerramos los ojos e intentamos conciliar el sue?o.
Bajo los p¨¢rpados se van sucediendo los movimientos de un baile siniestro sobre una pista llena de cad¨¢veres. Son instantes en que lo familiar se convierte en siniestro y la realidad pasa a ser un logro natural de la ficci¨®n. Tal vez por eso necesitamos lecturas que ejerzan una catarsis, una purificaci¨®n en nuestro ¨¢nimo y que, m¨¢s que una evasi¨®n, sean defensa y cumplan con el objeto de protegernos ante el trauma colectivo que saca nuestros terrores a bailar.
Stephen King se anticip¨® a lo que estamos viviendo en su novela Apocalipsis, donde un fallo de seguridad en un complejo militar desata la tragedia, propagando un arma biol¨®gica que no es otra cosa que un virus que recibe el nombre de Capit¨¢n Trotamundos. La novela fue escrita a finales de los a?os setenta y luego reeditada por el propio Stephen King en 1990, mejorando y ampliando la trama. Hoy es una de sus novelas m¨¢s vendidas.
En ¡®Los ojos de la oscuridad¡¯, Dean R. Koontz sit¨²a la acci¨®n entre finales del a?o 2019 y principios del 2020 en un laboratorio de Wuhan donde un virus provoca neumon¨ªa
Con todo, la novela de Stephen King no fue la que m¨¢s se anticip¨® a la pandemia que hoy sufrimos. La aproximaci¨®n de Stephen King es menos ¡°sospechosa¡± en lo que se refiere a coincidencias que la novela escrita por Dean R. Koontz y titulada Los ojos de la oscuridad. Esta fue publicada en 1981, y Dean R. Koontz sit¨²a la acci¨®n entre finales del a?o 2019 y principios del 2020. En la citada novela, aparece un laboratorio de Wuhan y un virus que provoca neumon¨ªa bautizado como Virus Wuhan-400. En ambas obras, la cantidad de realidad que representa un laboratorio donde se manipulan virus letales ha alimentado la ficci¨®n y esta, a su vez, se ha convertido en algo tan posible que es imposible negarla. Dicho de otra manera: la ficci¨®n no se deja desmentir por la realidad.
Pero si hay una ficci¨®n que penetra con profundidad en la pandemia que estamos viviendo, esa es, sin duda, La peste del argelino Albert Camus, que fue hombre de compromiso y Premio Nobel de literatura en 1957.
Albert Camus nos cuenta en ¡®La peste¡¯ la historia de una epidemia en la ciudad de Or¨¢n desde el punto de vista de un m¨¦dico de barrio
Escrita a la manera de una cr¨®nica, Albert Camus nos cuenta en su novela la historia de una epidemia en la ciudad de Or¨¢n desde el punto de vista de un m¨¦dico de barrio. Desde que aparecen las primeras ratas muertas, el doctor Rieux manifiesta sus dudas, as¨ª como las sospechas ante una epidemia que se va haciendo cada vez m¨¢s evidente. Por los d¨ªas y las noches del doctor Rieux no s¨®lo van a desfilar personas enfermas, sino tambi¨¦n soledades y hundimientos, pasiones y afectos, dilemas morales, culpas y otros demonios que se esconden en los detalles m¨¢s insignificantes.
Porque La peste est¨¢ llena de pormenores, sucesos cotidianos que se van manifestando a medida que avanza el relato y que nos vienen a decir que apenas somos algo en el espacio y en el tiempo. Aunque aspiremos a expandirnos, un suceso cu¨¢ntico puede acabar con nuestro porvenir y, cuando esto sucede, el mundo sigue girando, a¨²n sin nosotros. Por tales asuntos, La peste es algo m¨¢s que una novela. Con una sintaxis pulcra, Albert Camus describe a unos enfermos que presentan s¨ªntomas id¨¦nticos, indicios de contagio que van desde la aparici¨®n de bubones hasta las hemorragias, pasando por fiebres y delirios. Pero tambi¨¦n nos va presentando las enfermedades del alma que se revelan durante el confinamiento.
Aparecen periodistas, curas y vividores, y se dan separaciones y encuentros entre las calles de una ciudad fea, tal y como Albert Camus la describe al principio de la novela en uno de los p¨¢rrafos m¨¢s bellos que ha dado la historia de la literatura. Durante la cuarentena, la conducta de los habitantes de la ciudad de Or¨¢n es id¨¦ntica a la nuestra. Porque una pandemia es un trauma hist¨®rico que pone a bailar nuestros terrores m¨¢s personales con los terrores colectivos. Una danza macabra al comp¨¢s de un disco que solo puede dejar de girar con ayuda de ficciones que nos cuenten lo mismo que estamos viviendo.
De esta manera, con la lectura de una ficci¨®n poderosa, no podremos evitar el virus, pero s¨ª purificarnos hasta que pase la pesadilla.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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