M¨¢s de 100 expertos alertan de fallos en el mayor estudio sobre cloroquina e hidroxicloroquina
El responsable del programa de malaria de la OMS, Pedro Alonso, asegura que el trabajo tiene ¡°inconsistencias alarmantes¡±
M¨¢s de 100 m¨¦dicos y estad¨ªsticos de varios pa¨ªses acaban de alertar de serias irregularidades en el mayor estudio sobre la efectividad de la cloroquina y la hidroxicloroquina contra la covid-19. Los responsables de la iniciativa han exigido que se revisen los datos del trabajo para que sea corregido o retirado.
El estudio en cuesti¨®n ha provocado un cataclismo mundial en torno a dos posibles tratamientos que hace apenas unos meses se consideraban como los m¨¢s prometedores contra la covid y que ahora parec¨ªan haber ca¨ªdo en desgracia. El trabajo era una revisi¨®n de datos an¨®nimos de m¨¢s de 96.000 pacientes en 600 hospitales de todo el mundo. Conclu¨ªa que la cloroquina y la hidroxicloroquina no solo no ofrecen ning¨²n beneficio para los pacientes, sino que pueden aumentar el riesgo de muerte un 30%. El trabajo se public¨® en The Lancet, una de las revistas cient¨ªficas m¨¢s prestigiosas del mundo.
A ra¨ªz de estos datos, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud suspendi¨® el uso de estos f¨¢rmacos en el ensayo cl¨ªnico Solidarity, que intenta probar la efectividad de diversos tratamientos contra la covid en hospitales de todo el mundo. Se trataba de una suspensi¨®n temporal hasta que un grupo independiente analice los datos y emita un veredicto sobre si es seguro continuar. Pero tras el anuncio de la OMS, Francia ha prohibido el uso de estos f¨¢rmacos como tratamiento compasivo y ha parado los ensayos cl¨ªnicos en marcha. Italia ha suspendido su uso como tratamiento compasivo y B¨¦lgica ha alertado sobre su uso fuera de los ensayos cl¨ªnicos, informa Reuters.
El estudio us¨® dosis m¨¢s altas que las recomendadas, denuncian los firmantes
En Espa?a, la agencia de medicamentos concluy¨® que el estudio no aportaba pruebas suficientemente s¨®lidas sobre el riesgo asociado a estos f¨¢rmacos y recomend¨® que siguiesen en marcha los ensayos cl¨ªnicos con estas dos drogas que hay en marcha en el pa¨ªs. Un portavoz de la agencia explic¨® a EL PA?S que hasta el momento no hab¨ªan recibido ninguna alerta de seguridad por parte de los responsables de estos ensayos.
El origen del boom de estos dos tratamientos es un estudio comandado por el m¨¦dico franc¨¦s Didier Raoult que encontr¨® beneficios contra la covid-19, pero se trataba de un estudio irregular, mal dise?ado, muy poco fiable. Esto no evit¨® que estos dos tratamientos fuesen ¡°revolucionarios¡± en palabras del presidente de EE UU, Donald Trump, que ha asegurado que toma hidroxicloroquina para protegerse del coronavirus. Por el momento no hay ni una sola prueba s¨®lida de que estos f¨¢rmacos funcionen contra la covid, pero s¨ª datos parciales que apuntan a que puede aumentar el riesgo de arritmias en pacientes graves.
El ¨²ltimo estudio sobre estos dos f¨¢rmacos ¡°tiene un nivel de inconsistencias alarmante¡±, alerta Pedro Alonso, director del programa de malaria de la OMS, a EL PA?S. ¡°Hay enormes dudas sobre la calidad de este trabajo y tanto sus autores como la revista que los ha publicado van a tener que rendir cuentas¡±, resalta.
La cloroquina y su derivado hidroxicloroquina se usan para combatir la malaria desde hace d¨¦cadas y tiene un perfil de seguridad muy alto, recuerda Alonso. Adem¨¢s estas drogas se usan para combatir enfermedades autoinmunes como el lupus. ¡°A fecha de hoy no sabemos si funcionan o no funcionan contra la covid, pero la soluci¨®n no es parar los ensayos con estas drogas, sino seguir adelante con ellos, pues necesitamos buenos ensayos cl¨ªnicos controlados y aleatorizados para saber si ofrecen alg¨²n beneficio, especialmente de cara a la segunda oleada de la enfermedad que probablemente vamos a sufrir en oto?o¡±, considera Alonso.
En Australia, el estudio considera un n¨²mero de pacientes fallecidos (73 a 23 de abril) que es superior al registrado para todo el pa¨ªs en esa fecha
El estudio en cuesti¨®n est¨¢ firmado por Mandeep Mehra, del Hospital Brigham de Mujeres de Boston; Frank Ruschitzka, del Hospital Universitario de Z¨²rich; Amit Patel, del departamento de bioingenier¨ªa de la Universidad de Utah, y Sapan Desai, de la empresa Surgisphere, que ha aportado los datos an¨®nimos de los 96.000 pacientes incluidos en el estudio.
Pero el trabajo tiene inconsistencias, como el tratamiento de los datos, que no han sido publicados para que el resto de la comunidad cient¨ªfica los analice, o la ausencia de un comit¨¦ de ¨¦tica que revise que el tratamiento de los datos de los pacientes se ajuste a la ley, seg¨²n la carta abierta publicada este jueves que ha sido firmada por m¨¢s de 120 m¨¦dicos, bioestad¨ªsticos e investigadores biom¨¦dicos y que tambi¨¦n ha sido enviada a la direcci¨®n de la revista The Lancet.
El estudio no da informaci¨®n detallada de los hospitales de cada pa¨ªs de los que provienen los datos, aseguran los firmantes. Utiliza adem¨¢s dosis de los f¨¢rmacos que son de media 100 miligramos m¨¢s altas de las que recomienda la agencia de medicamentos de EE UU, se?alan.
En Australia, el estudio considera un n¨²mero de pacientes fallecidos (73 a 23 de abril) que es superior al registrado para todo el pa¨ªs en esa fecha por la Universidad Johns Hopkins, seg¨²n The Guardian. En ?frica, el estudio recoge el 25% de todos los infectados que hab¨ªa en el continente y al 40% de todos los fallecidos, lo que supone que estaban en hospitales en los que la empresa de datos Surgisphere ten¨ªa acuerdos para poder acceder a los datos inform¨¢ticos detallados de los pacientes, algo que los firmantes de la carta ven ¡°poco probable¡± dado el grado de digitalizaci¨®n de muchos hospitales en el continente y que Alonso considera ¡°imposible¡±. El estudio recoge informaci¨®n de enfermos de seis continentes y, a pesar de las diferencias entre ellos, la incidencia de enfermedades previas como la diabetes o los problemas cardiovasculares son ¡°inusualmente peque?as¡±, asegura la carta.
Los firmantes exigen que la empresa Surgisphere facilite todos los datos y que una comisi¨®n independiente de la OMS u otro organismo independiente los analice. Tambi¨¦n piden a la revista que cumpla los compromisos que ha firmado sobre datos p¨²blicos y que adem¨¢s publique los detalles de la revisi¨®n de este estudio por parte de expertos independientes.
El viernes por la tarde la revista The Lancet public¨® una correcci¨®n cambiando el n¨²mero de pacientes analizados en Asia ¡ª8.101 en lugar de 4.402¡ª y Australia ¡ª63¡ª, pero sin cambiar los resultados principales del estudio.
Mandeep Mehra, cardi¨®logo del Brigham y primer autor del estudio, ha explicado a este diario que adem¨¢s de las correcciones se ha iniciado una ¡°revisi¨®n independiente de los datos¡±. ¡°Los resultados y conclusiones del trabajo siguen siendo los mismos¡±, a?ade. La empresa responsable de la base de datos Surgisphere ha defendido en un comunicado enviado a EL PA?S la validez de su sistema, que se basa en establecer colaboraciones con 1.200 hospitales de 45 pa¨ªses para que les den acceso a datos anonimizados de pacientes y aseguran que cumplen las principales normativas internacionales de protecci¨®n de datos.
El trabajo ha podido asestar un golpe de muerte a muchos de los ensayos cl¨ªnicos que estaban en marcha. Esto a su vez puede provocar que nunca se sepa si en realidad estos f¨¢rmacos pueden ayudar contra la enfermedad, posiblemente en dosis no altas y con enfermos que no presentan anomal¨ªas en el latido de su coraz¨®n. Para ello hay que hacer ensayos controlados ¡ªen los que un grupo no toma el f¨¢rmaco o toma un placebo¡ª y aleatorizados, es decir, que cada paciente es asignado a uno de los grupos al azar.
¡°Una cuesti¨®n muy importante ahora es que las personas con poder cient¨ªfico en la organizaci¨®n sanitaria han apostado por diferentes f¨¢rmacos que est¨¢n probando en estudios aleatorizados¡±, explica Juli¨¢n P¨¦rez Villacast¨ªn, presidente electo de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa. ¡°Han hecho una inversi¨®n tremenda y est¨¢n a mitad de camino y en algunos casos les est¨¢n obligando a parar. Adem¨¢s tienen el problema de que al principio hab¨ªa muchos pacientes por lo que se podr¨ªan obtener resultados fiables en un plazo relativamente breve. Pero lo que ha pasado es que el reclutamiento se ha enlentecido much¨ªsimo porque ha disminuido el n¨²mero de pacientes. Les est¨¢ costando una barbaridad acabar los estudios y muchos de ellos no podr¨¢n acabarse nunca¡±, se?ala. Alonso resalta adem¨¢s que es posible que a ra¨ªz de los datos del estudio de The Lancet los pacientes no quieran participar en ensayos por ¡°miedo¡±.
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