La rana que muestra el rastro de una Ant¨¢rtida llena de vida
Varios estudios sugieren que el continente tuvo un papel clave en la dispersi¨®n y la diversificaci¨®n de especies
Hubo una ¨¦poca en la que hab¨ªa vida terrestre y peque?os r¨ªos se deslizaban entre las monta?as de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica. La temperatura no bajaba de unos cuatro grados y alcanzaba casi los 14. Su clima se podr¨ªa comparar al de zonas de la actual Patagonia. Fue hace menos de 50 millones de a?os, durante el Eoceno, cuando todav¨ªa crec¨ªan palmeras y baobabs. Diferentes especies como ranas, ungulados, marsupiales y gusanos terminaron muriendo cuando el continente empez¨® a enfriarse hace unos 35 millones de a?os.
La rana chilena es el ¨²ltimo ejemplo que la comunidad cient¨ªfica ha sacado a la luz. En el ¨¢rea de la isla Seymour, en el norte de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica, Th?mas Mors, del departamento de paleontolog¨ªa del Museo Sueco de Historia Natural, buscaba restos de mam¨ªfero entre los escombros del hielo, pero encontr¨® un trozo de cadera diminuto. ¡°?Tengo aqu¨ª una rana!¡±, exclam¨®. La llev¨® al laboratorio con la excitaci¨®n de tener entre sus manos el primer f¨®sil de anfibio jam¨¢s encontrado en la Ant¨¢rtida. Tras varios a?os recreando el puzle del esqueleto de este animal, concluye que, en efecto, se trata de la especie Calyptocephalella, acostumbrada al clima templado y que tiene 44 millones de a?os, seg¨²n publica en Scientific Reports.
Marcelo Reguero, un paleont¨®logo del Instituto Ant¨¢rtico Argentino que lleva unos 30 a?os trabajando sobre el terreno, explica que este descubrimiento completa el panorama clim¨¢tico que est¨¢n reconstruyendo. ¡°Hasta ese momento no ten¨ªamos registro de vertebrados con indicadores sensibles al clima. Estas ranas viven en una franja clim¨¢tica de templado-c¨¢lido a c¨¢lido¡±, comenta.
¡°Nos llev¨® un cierto tiempo confirmar que es una rana que sigue viviendo hoy¡±, comenta. En Chile, se pueden encontrar unas cinco especies de este anfibio, que mide entre ocho y 20 cent¨ªmetros y comparte parentesco con algunas familias de Australia y Nueva Guinea. ¡°Este hallazgo es muy representativo porque vincula la Ant¨¢rtida con todos esos lugares¡±, a?ade el experto. M?rs est¨¢ convencido de que todav¨ªa se esconden muchas especies bajo el hielo que permitir¨¢n recrear un modelo de lo que era la Ant¨¢rtida millones de a?os atr¨¢s.
Esperma de gusano y nen¨²fares
Durante otra de sus expediciones, M?rs ya se sorprendi¨® con un hallazgo que ¨¦l considera ¡°muy especial¡±. Mientras exploraba el sitio, se top¨® con algo flexible y muy peque?o, de poco m¨¢s de un mil¨ªmetro. ¡°Pens¨¦ que era una semilla o algo de una planta¡±, cuenta. ¡°Se lo di a un compa?ero que supo directamente lo que era. ¡®Es un capullo de gusano¡¯ me dijo mientras yo alucinaba¡±, a?ade.
Los investigadores, que publicaron sus resultados en Biology Letters, detectaron en el interior restos de esperma de unos 50 millones de a?os. ¡°Fue incre¨ªble. Es muy poco com¨²n encontrar espermatozoides fosilizados¡±, cuenta M?rs. El capullo se parec¨ªa al de un gusano de tierra de la clase Clitellata y, tras analizar detalladamente la morfolog¨ªa de estos microorganismos, los expertos concluyeron que se trataba de un tipo de sanguijuelas que parasita los cangrejos de r¨ªo que viven en las aguas dulces y que solo se encuentran en el hemisferio norte.
Tenemos una reconstrucci¨®n ambiental de lo que era la Ant¨¢rtida entonces, con su gran diversidad faun¨ªstica, sus hojas, sus troncos, sus r¨ªos y sus bosquesMarcelo Reguero, del Instituto Ant¨¢rtico Argentino
Algunos a?os despu¨¦s, M?rs public¨® otro art¨ªculo en Plant Systematics and Evolution donde describe el primer f¨®sil de un nen¨²far de la misma edad que la rana, de unos 40 millones de a?os. Aunque tambi¨¦n se encuentren este tipo de especies en el hemisferio sur, las muestras obtenidas prueban que la taxonom¨ªa corresponde a las familias que se encuentra en el norte. Una evidencia m¨¢s que demuestra que en la Ant¨¢rtida hubo un clima templado y h¨²medo y que interesa particularmente a Reguero. ¡°Lo m¨¢s importante es que todo esto fue encontrado en el mismo sitio, en el mismo horizonte y cabe recordar que no fue cuesti¨®n de insularidad. Esa vida terrestre pertenec¨ªa al continente¡±, asevera el experto argentino.
Monito del monte y perezosos
Hace unos 40 a?os, un grupo de investigadores encontr¨® en la Ant¨¢rtida los primeros restos de un mam¨ªfero que sigue viviendo hoy en Australia y en Patagonia. Se trata del monito del monte que pertenec¨ªa a la familia marsupial Polydolopidae. Los f¨®siles se recuperaron de rocas de unos 40 millones de a?os en el mismo lugar que explora Thomas M?rs en la isla Seymour. Estos animales descubiertos fortalecieron la idea de que los marsupiales australianos se originaron en especies sudamericanas que se dispersaron por la Ant¨¢rtida cuando Australia todav¨ªa estaba unida a ella, hace unos 56 millones de a?os, seg¨²n cuenta el estudio publicado en Science en 1982.
Lo m¨¢s importante es que todo esto fue encontrado en el mismo sitio, en el mismo horizonte y cabe recordar que no fue cuesti¨®n de insularidad. Esa vida terrestre pertenec¨ªa al continenteMarcelo Reguero, del Instituto Ant¨¢rtico Argentino
Desde entonces se han registrado 10 especies de marsupiales en la Ant¨¢rtida relacionadas con las de Patagonia que viv¨ªan en la misma ¨¦poca, pero de un g¨¦nero distinto. El experto sueco cree que el Eoceno funcion¨® como una barrera entre la Ant¨¢rtida y Am¨¦rica del sur y en cada lugar evolucionaron especies end¨¦micas. Reguero, por su parte, asegura que esa gran cantidad de animales diversos que encontraron fueron cruciales para reconstruir esa ¨¦poca. ¡°Gracias a ello. tenemos una reconstrucci¨®n ambiental de lo que era la Ant¨¢rtida entonces, con su gran diversidad faun¨ªstica, sus hojas, sus troncos, sus r¨ªos y sus bosques¡±, enumera.
Dentro de 40 millones de a?os, debido a los cambios globales, es posible que algunas especies vuelvan a vivir en ese lugar donde un d¨ªa existieron. Reguero est¨¢ convencido de que este continente sin vida terrestre y dominado por especies invasoras, podr¨ªa ser apto de nuevo para acoger a todas estas especies. ¡°Pero para ello, tenemos que estar seguros de que todas ellas, las que viven ahora en otras zonas, sobrevivan hasta entonces¡±, concluye M?rs.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.