?De qu¨¦ hablamos cuando hablamos de paz?
Un equipo de cient¨ªficos especializado en conflictos humanos demuestra que cada grupo piensa en conceptos muy distintos cuando usa esta palabra, lo que perjudica la resoluci¨®n de conflictos
¡°Donde no hay justicia no puede haber paz segura¡±. Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, pon¨ªa el dedo en la llaga con estas palabras, en referencia a su lucha no violenta por la democracia en Myanmar frente a la junta militar. Tiempo despu¨¦s, esas mismas palabras se volvieron contra ella durante su mandato por la limpieza ¨¦tnica de la comunidad Rohingya, demostrando que la idea de paz es muy distinta en funci¨®n del lugar que se ocupe. Si miras desde arriba a tu adversario, desde una posici¨®n de poder, la palabra paz tiene un significado muy distinto que si eres la facci¨®n d¨¦bil en un conflicto. Es lo que indica un estudio reci¨¦n publicado: el concepto de paz, lejos de ser algo universal y homog¨¦neo, dibuja ideas muy distintas en cada una de nuestras cabezas.
El trabajo lo realizaron dos investigadores, Oded Adomi Leshem y Eran Halperin, especializados desde hace tiempo en estudiar la psicolog¨ªa humana para facilitar la resoluci¨®n de conflictos. Se sirven del experimento natural que les proporciona el enfrentamiento enquistado entre palestinos e israel¨ªes para estudiar el funcionamiento de la mente. En este caso, le preguntaron a ciudadanos de ambos pa¨ªses por su idea de paz, mostrando una notable diferencia entre lo que entienden unos y otros por ¡°paz¡±. Tanto unos como otros optaban mayoritariamente por una lectura de la paz ¡°negativa¡±, esto es, sencillamente lo opuesto a la muerte y al derramamiento de sangre. Pero para la ciudadan¨ªa de Israel, su idea de paz tiene m¨¢s que ver con la posibilidad de convivir en armon¨ªa unos con los otros, algo ligado a conceptos como amistad y solidaridad, lo que los investigadores denominan ¡°paz positiva¡±. Para los palestinos, como reivindicaba Aung San Suu Kyi frente a la dictadura, la interpretaci¨®n de la paz viene m¨¢s acompa?ada por conceptos como igualdad, justicia y no discriminaci¨®n, que los cient¨ªficos denominan ¡°paz estructural¡±.
¡°Mostramos que durante un conflicto asim¨¦trico, la lectura m¨¢s b¨¢sica de lo que significa la palabra paz depende de si perteneces al grupo favorecido o desfavorecido¡±Oded Adomi Leshem, Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n
Es decir, cuando israel¨ªes y palestinos se sientan a negociar la ¡°paz¡±, unos van pensando en llevarse bien y otros en reparar injusticias. ¡°Mostramos que durante un conflicto asim¨¦trico, la lectura m¨¢s b¨¢sica de las personas de lo que significa la palabra paz depende de si pertenecen al grupo favorecido o desfavorecido¡±, indica Leshem, de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n. Y pone un ejemplo de c¨®mo el uso de distintos marcos mentales para la paz perjudica a la resoluci¨®n del conflicto: ¡°Aunque los participantes de ambos lados pueden estar muy motivados para promover la paz intergrupal, los palestinos a menudo se irritan cuando los israel¨ªes no ven la conexi¨®n entre la paz y la justicia. Los israel¨ªes tambi¨¦n pueden sentirse frustrados porque su deseo de establecer una colaboraci¨®n con los miembros del grupo desfavorecido se encuentra con la desaprobaci¨®n¡±.
Estudios previos ya mostraban que los miembros del grupo m¨¢s favorecido en un conflicto, aquellos que ostentan m¨¢s poder, tienden a interpretar la paz en t¨¦rminos positivos en lugar de estructurales, en buena medida porque su motivaci¨®n es la de promover relaciones armoniosas, pero sin renunciar a su situaci¨®n privilegiada. Y es l¨®gico que los m¨¢s perjudicados, en este caso los palestinos, muestren la tendencia opuesta: ¡°Las experiencias acumuladas de marginaci¨®n pueden dificultar que los miembros del grupo desfavorecido definan la paz en t¨¦rminos positivos¡±, indica el estudio, publicado en PNAS. Sus conclusiones concuerdan con otras investigaciones que ya hab¨ªan observado que apelar a la ¡°armon¨ªa¡± entre colectivos en conflicto tiende a desmotivar al grupo m¨¢s perjudicado hist¨®ricamente, porque presupone minimizar las injusticias sufridas.
Los l¨ªderes que realmente aspiran a la paz deben comprender que el concepto de paz no es evidente; deben escuchar la interpretaci¨®n de su oponente de lo que es la paz y explicar su propia interpretaci¨®n
Esta discrepancia, explica Leshem, es una condici¨®n universal de la humanidad, no algo anecd¨®tico de Oriente Medio. ¡°Creemos que las lecciones de este estudio pueden generalizarse a otros conflictos¡±, apunta Leshem. Este estudio es la primera fase de un proyecto (el Mapa de la Esperanza) m¨¢s amplio, liderado por Leshem, que se planea implementar en otras zonas de conflicto en todo el mundo: ¡°Con suerte, tendremos m¨¢s datos de otras disputas internacionales que podr¨ªan arrojar luz sobre c¨®mo las teor¨ªas sobre la paz dan forma a las actitudes y comportamientos de las personas¡±. En ese proyecto, compara los niveles de esperanza de paz en distintas zonas y etapas de los conflictos: actualmente est¨¢n trabajando con turcochipriotas y grecochipriotas y planean llevarlo a Colombia y a la India-Pakist¨¢n.
?Este problema tambi¨¦n se da con otros conceptos, cuando l¨ªderes o colectivos mencionan ¡°di¨¢logo¡± o ¡°acuerdo¡±? ¡°Exactamente¡±, afirma Leshem, ¡°las diferencias en la forma en que la gente interpreta palabras como acuerdo o justicia pueden conducir a malentendidos y a intensificar los conflictos¡±. Por tanto, los representantes pol¨ªticos deber¨ªan gastar algunas energ¨ªas en definir previamente el marco mental en el que se van a mover, para evitar frustraciones al llegar a la mesa de di¨¢logo. ¡°Los l¨ªderes que realmente aspiran a la paz deben comprender que el concepto de paz no es evidente. Deben escuchar la interpretaci¨®n de su oponente de lo que es la paz y explicar su propia interpretaci¨®n¡±, asegura Leshem. Y a?ade: ¡°El di¨¢logo no debe centrarse solo en la pragm¨¢tica de los acuerdos de paz, sino en la esencia de la idea de paz¡±. Porque, a pesar del t¨®pico, desear la ¡°paz en el mundo¡± puede ser de lo m¨¢s conflictivo si no aclaramos antes lo queremos decir cuando decimos ¡°paz¡±.
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