¡°No podr¨¢s mirar las estrellas sin ver un sat¨¦lite¡±
Un informe firmado por medio centenar de expertos ofrece una hoja de ruta para mitigar los efectos contaminantes de los sat¨¦lites de Elon Musk y otros fabricantes, que est¨¢n ¡¯inundando¡¯ el cielo
Jos¨¦ Mar¨ªa Madiedo, astr¨®nomo del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa (IAA-CSIC), se dedica a identificar fragmentos de asteroides y cometas que colisionan contra el suelo lunar. Pero las constelaciones de sat¨¦lites de Elon Musk, Starlink, para dar acceso a internet supondr¨¢n un obst¨¢culo muy serio para su trabajo. Explica que, cuando un asteroide impacta contra la Luna se genera un destello de luz que sus telescopios pueden observar y analizar. Sin embargo, en su campo de visi¨®n tambi¨¦n aparecen los sat¨¦lites en ¨®rbita terrestre baja que reflejan la luz del Sol, como los de Musk. En sus im¨¢genes, el investigador obtiene una l¨ªnea blanca y recta que atraviesa el marco, satura la imagen y presta a confusi¨®n. ¡°Estos reflejos nos generan diversos problemas de tipo t¨¦cnico que complican la detecci¨®n de los impactos en la Luna. Nos preocupan mucho¡±, a?ade.
Cuando se lanzaron los primeros sat¨¦lites, lo que m¨¢s le sorprendi¨® a Jeff Hall, presidente del Comit¨¦ de la Sociedad Americana de Astronom¨ªa (AAS) sobre contaminaci¨®n lum¨ªnica era lo mucho que brillaban. ¡°Nadie se lo esperaba y tuvimos que empezar a encontrar soluciones¡±, cuenta. M¨¢s de 250 astr¨®nomos e ingenieros se han puesto manos a la obra durante el seminario sobre Constelaciones de Sat¨¦lites 1 (SATCON1), organizado en conjunto por NOIRLab de NSF y AAS. El resultado es un informe firmado por unos 50 autores que ofrece una hoja de ruta para mitigar los efectos contaminantes de dichos sat¨¦lites. ¡°Los ingenieros de SpaceX [empresa que lleva el proyecto Starlink] han tenido todo en cuenta y hecho todo lo posible para mejorar su tecnolog¨ªa. Ha sido un gran trabajo de colaboraci¨®n¡±, a?ade Hall, uno de los principales firmantes del trabajo.
Los sat¨¦lites pasar¨¢n a formar parte del cieloJeff Hall, principal autor del informe e investigador del AAS
Una de las propuestas es que se manden sat¨¦lites m¨¢s oscuros y m¨¢s peque?os, para que perjudiquen menos la oscuridad del cielo y haya menos superficie que pueda reflejar la luz del sol. Otra cosa esencial que destacan es la altura del dispositivo y su orientaci¨®n. La idea es lanzar el sat¨¦lite de tal manera que la menor superficie quede expuesta hacia la Tierra y mantenerlo lo m¨¢s bajo posible, es decir, a no m¨¢s de 600 kil¨®metros, pues se ver¨¢ durante menos tiempo. Una petici¨®n esencial para los astr¨®nomos es que la empresa les d¨¦ las herramientas para monitorizar estos sat¨¦lites, saber d¨®nde est¨¢n en cada momento y hacia d¨®nde est¨¢n orientados, ya que estar¨¢n por todas partes. ¡°Pero por ahora no es suficiente. Tienen que mejorar la precisi¨®n¡±, asegura Hall.
En el cielo hay unos 5.000 objetos artificiales de los cuales la mitad son basura espacial. Por ahora, David Galad¨ª, investigador del Observatorio de Calar Alto (Andaluc¨ªa) y el ¨²nico autor espa?ol del reporte, asegura que todo est¨¢ controlado. Pero no por mucho tiempo. La empresa de Musk quiere lanzar una constelaci¨®n de al menos 12.500 sat¨¦lites a unos 1.000 kil¨®metros de la Tierra. Aunque todos los expertos reconocen que es una iniciativa interesante, insisten en que los impactos pueden ser nefastos para la astronom¨ªa ¨®ptica que trabaja con campos visuales de gran escala o cerca del horizonte, donde estar¨¢ la mayor densidad de dispositivos. ¡°Ser¨¢ imposible seguir con esos trabajos¡±, remata Hall. ¡°Por eso nuestro objetivo es seguir investigando en c¨®mo mitigar esos impactos m¨¢s y m¨¢s¡±, asume. ¡°No podemos hacer que sean invisibles, pero s¨ª disminuir su destello¡±, precisa.
Un problema universal
Hay solo un proyecto en marcha, pero si se suman todos los que existen se habla de unos 100.000 dispositivos que podr¨ªan llegar a invadir el cielo. ¡°No podr¨¢s mirar las estrellas sin ver uno. Formar¨¢n parte del cielo¡±, asegura Hall. Hace 43 a?os, se lanz¨® el primero y solo hab¨ªa uno. Madiedo, cuyo trabajo est¨¢ en riesgo, asegura que el n¨²mero de objetos artificiales en ¨®rbita alrededor de la Tierra crece a un ¡°ritmo muy elevado¡± y que sus efectos negativos sobre la investigaci¨®n astron¨®mica son cada vez m¨¢s acusados. ¡°No existe a fecha de hoy ninguna legislaci¨®n o normativa que permita regular estas constelaciones y sus efectos, de forma que nos encontramos con que empresas privadas asociadas a un pa¨ªs concreto pueden, por decirlo de forma simplificada, apropiarse del cielo nocturno generando un problema global. Interfieren gravemente en proyectos de investigaci¨®n desarrollados por astr¨®nomos de todo el mundo¡±, subraya Madiedo.
Un dato inesperado es que las modalidades de observaci¨®n astron¨®micas cl¨¢sicas podr¨¢n sobrevivir. ¡°Ten¨ªamos miedo de estar ante una amenaza letal y realmente para la mayor¨ªa de estudios de tipo cl¨¢sico ser¨¢ una molestia pero podr¨¢n seguir aunque se ver¨¢n perturbados¡±, admite Galad¨ª. Sin embargo, hay campos de estudio para los que el efecto ser¨¢ letal, como es el caso para el equipo de Madiedo y el proyecto MIDAS para monitorizar la Luna. ¡°Algunas t¨¦cnicas de observaci¨®n estar¨¢n muertas si no se hacen bien las cosas¡±, concluye el astr¨®nomo espa?ol. Por su parte Hall se muestra m¨¢s positivo porque cree que algo bueno puede salir de esto. ¡°Hay que mirar m¨¢s all¨¢. Quiz¨¢s la potencia de esta empresa y su calidad nos podr¨¢n ayudar a tener mejor acceso al espacio en un futuro. Seguro que no lo hemos visto todo y que podremos tirar algo positivo¡±, reitera el experto estadounidense.
El impacto que tendr¨¢n estos sat¨¦lites sobre la radioastronom¨ªa es el pr¨®ximo punto de investigaci¨®n de la comunidad cient¨ªfica. Lo que todos se esperan es que tambi¨¦n se ver¨¢ afectada, ya que en estos dispositivos emiten y reciben ondas de radio. Y, en este caso, lo m¨¢s preocupante es que afectar¨¢n el trabajo tanto de d¨ªa como de noche. Tambi¨¦n queda por investigar el impacto de sus reflejos y destellos sobre los animales que se orientan de noche gracias al cielo. ¡°Piense en todos los insectos y los p¨¢jaros navegan con las estrellas. Ahora ven una luz en constante movimiento. Esto puede tener un efecto grave para la ecolog¨ªa. No es solo un problema de la astronom¨ªa¡±, opina Hall. Ahora la idea es extender el trabajo a escala internacional porque afecta al universo entero. ¡°Ya estamos desordenando y desequilibrando lo que ocurre aqu¨ª abajo, pero ahora tenemos que empezar a pensar en c¨®mo estamos ensuciando el mundo de ah¨ª arriba¡±, concluye.
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