Las vacunas de octubre

Vamos a o¨ªr el mes que viene tres anuncios sobre vacunas anti-covid que van funcionando bien en los ensayos cl¨ªnicos. Son las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca/Universidad de Oxford. Habr¨¢ que hilar fino para analizar esa informaci¨®n, porque hay demasiados factores pol¨ªticos y econ¨®micos que presionan para exagerar, embellecer o distorsionar los datos. Las vacunas no generan la mayor parte de los beneficios de la industria farmac¨¦utica, y ello por dos razones. Primera, que un medicamento que solo necesitas ponerte una vez es una ruina en comparaci¨®n con los ingresos constantes que proporcionan los f¨¢rmacos contra las enfermedades cr¨®nicas. Segunda, que los abogados de colmillo m¨¢s retorcido, al menos en Estados Unidos, te esperan a la salida del hospital para aprovecharse de que ninguna vacuna es eficaz al 100% y convencerte de que demandes al laboratorio por la muerte de tu abuelo. Cierto. Pero en un caso como este, donde una compa?¨ªa farmac¨¦utica puede aspirar a vender los 7.000 millones de dosis que necesita la poblaci¨®n mundial, hay que rehacer los c¨¢lculos. Es obvio que hay una pasta en juego, muchachos.

Las presiones pol¨ªticas son m¨¢s burdas y evidentes, sobre todo gracias a ese maestro de nacionalistas que se alberga en la Casa Blanca. La obsesi¨®n de Donald Trump es recuperar la actividad econ¨®mica caiga quien caiga, presentar resultados de las farmac¨¦uticas de su pa¨ªs antes de las elecciones de noviembre y dar por zanjada la pandemia en su cacareada Am¨¦rica first, Am¨¦rica first a la que tanto da?o est¨¢ haciendo. Lo bueno de Trump es que revela con transparencia narcisista lo que muchos otros gobernantes sienten y no se atreven a decir. La Uni¨®n Europea, y algunos de sus pa¨ªses miembros por cuenta propia, han financiado tambi¨¦n esas vacunas en trueque por un acceso preferencial a ellas.

Ante esta situaci¨®n, emergen incertidumbres de los cient¨ªficos independientes. Las periodistas Smiriti Mallapaty y Heidi Ledford han recopilado un buen censo de dudas para ¡®Nature¡¯. Las preocupaciones son muchas y acuciantes. Necesitamos certezas de que las vacunas han superado las pruebas de seguridad. El episodio de hace dos semanas, cuando los ensayos brit¨¢nicos de la vacuna de AstraZeneca/Oxford sufrieron un par¨®n de seis d¨ªas por la reacci¨®n adversa de una paciente, revela el filo de la navaja por el que avanzan estos f¨¢rmacos. De hecho, la agencia del medicamento de Estados Unidos (FDA) sigue sin permitir que se reanuden los ensayos en suelo estadounidense, y AstraZeneca se est¨¢ mostrando como un ejemplo de opacidad sobre el asunto. Seguimos sin saber por qu¨¦ exactamente se pararon los ensayos, ni por qu¨¦ se reanudaron.

M¨¢s dudas: ?Cu¨¢l es la eficacia? Por debajo del 50% (la mitad de los vacunados demuestran estar protegidos contra el SARS-CoV-2), es discutible que la vacuna sirva para algo, y lo ideal ser¨ªa superar el 60%. Pero probar esto lleva mucho tiempo. ?Sirve la vacuna para reducir muertes y casos graves? ?Son transparentes sus fabricantes? Bien, estas son las preguntas que nos deberemos hacer en octubre, cuando nos anuncien los tres milagros.

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