Los polos est¨¢n conectados: cuando el hemisferio norte pierde hielo, el de la Ant¨¢rtida se encoge
40.000 a?os de cambios en la capa helada en Eurasia y Am¨¦rica del Norte muestran la conexi¨®n entre los dos extremos del planeta
El hielo del ?rtico marca m¨ªnimos hist¨®ricos casi cada oto?o. El fr¨ªo de los meses siguientes es cada vez menos duradero e intenso, lo que impide recuperar la extensi¨®n de los a?os anteriores. Para muchos cient¨ªficos, la situaci¨®n no tiene vuelta atr¨¢s. Ahora, un estudio que mira al pasado encuentra que lo que pasa con la capa helada del hemisferio norte afecta a la Ant¨¢rtida, a 20.000 kil¨®metros de all¨ª.
Durante la historia geol¨®gica de la Tierra se han sucedido eras de hielo y deshielo. A¨²n estamos en los estertores del ¨²ltimo periodo de glaciaci¨®n, el de W¨¹rm, que se inici¨® hace unos 100.000 a?os y marc¨® su m¨ªnimo hace unos 12.000-10.000 a?os, lo que ayud¨® a la expansi¨®n de los humanos actuales. En el paso de un estado a otro influyen factores internos, como cambios en la atm¨®sfera terrestre o la din¨¢mica de las placas tect¨®nicas, y externos, como los ciclos astron¨®micos o la variaci¨®n de la actividad solar. Ahora, un grupo de climat¨®logos y glaci¨®logos ha repasado la evoluci¨®n del hielo durante los ¨²ltimos 40.000 a?os, comprobando la conexi¨®n que hay entre el norte y el sur.
¡°Las capas de hielo pueden influirse entre s¨ª a grandes distancias debido al agua que fluye entre ellas¡±, explica la autora principal del estudio, la investigadora de ciencias planetarias de la Universidad McGill (Canad¨¢) Natalya Gomez. ¡°Es como si estuvieran comunic¨¢ndose a trav¨¦s de los cambios en el nivel del mar¡±, a?ade.
El trabajo, publicado en la revista cient¨ªfica Nature, muestra que en los milenios previos al m¨¢ximo glacial, cuando la capa de hielo permanente lleg¨® tan al sur como Alemania, la capa helada de la Ant¨¢rtida se expandi¨®. Eso sucedi¨® hace unos 20.000 a?os. Pero, desde entonces, las masas heladas del hemisferio norte se fueron retirando hasta su situaci¨®n actual, b¨¢sicamente Groenlandia y el ?rtico, llegando a su m¨ªnimo hace unos 6.000 a?os. Todo el hielo de Am¨¦rica del Norte y Eurasia acab¨® en los oc¨¦anos en estado l¨ªquido. La elevaci¨®n del nivel del mar fue de decenas a centenares de metros. En concreto, el oc¨¦ano Ant¨¢rtico lleg¨® a elevarse 300 metros.
El vector que conecta ambos polos es el aumento del nivel del mar provocado por el deshielo en el norte
¡°En la Ant¨¢rtida, gran parte del hielo es marino, lo que significa que se asienta sobre un lecho rocoso que se encuentra debajo del nivel del mar y termina en el oc¨¦ano circundante¡±, recuerda Gomez. La din¨¢mica del hielo ant¨¢rtico que hay m¨¢s all¨¢ de la superficie terrestre depende mucho del agua, como barrera y como agente erosivo. ¡°Si hay un aumento del nivel del mar, la p¨¦rdida de hielo en el oc¨¦ano se acelera y el hielo se retira. Y, si hay una ca¨ªda del nivel del mar en el borde de la capa de hielo, ocurre lo contrario¡±, detalla la investigadora.
El hielo ant¨¢rtico no avanza o se retira solamente seg¨²n le vaya al hielo del norte. Hay otros factores, como el clima, que tienen un papel clave. El calentamiento paralelo a la deglaciaci¨®n tambi¨¦n facilita la retirada de la capa de hielo. Pero si se excluye de la ecuaci¨®n el papel del hemisferio norte no se explica la din¨¢mica ant¨¢rtica que muestran los registros geol¨®gicos.
¡°Encontramos una se?al muy variable de p¨¦rdida de masa de hielo en los ¨²ltimos 20.000 a?os, dejada por los icebergs que se desprenden de la Ant¨¢rtida y se derriten en los oc¨¦anos circundantes¡±, dice en una nota el investigador de la Universidad de Bonn (Alemania) y coautor del estudio Michael Weber. ¡°Esta evidencia dif¨ªcilmente podr¨ªa reconciliarse con los modelos existentes hasta que tomamos en cuenta c¨®mo las capas de hielo en ambos hemisferios interact¨²an entre s¨ª¡±, mantiene.
Weber ha aportado al estudio sus an¨¢lisis de rocas recuperadas del fondo marino de la Ant¨¢rtida. Muchas de ellas son lo que queda de viejos icebergs en los que quedaron atrapadas y que se desgajaron de la capa helada. Cu¨¢nto m¨¢s profundas se encuentren en el sedimento, m¨¢s antiguas son. Al extraer anillos de roca y analizarlos, los investigadores pueden saber cu¨¢ntas, cu¨¢ndo y d¨®nde se desgajaron. Con esa informaci¨®n pudieron determinar el ritmo y el grado del deshielo en el pasado.
Estos resultados muestran el grado de interconexi¨®n entre los dos extremos del mundo. Tambi¨¦n pueden dar pistas de lo que viene en el contexto del actual cambio clim¨¢tico. ¡°No est¨¢ claro si esta conexi¨®n entre los polos ser¨¢ tan significativa en el futuro¡±, aclara Gomez y lo explica: ¡°La capa de hielo de Groenlandia en el hemisferio norte tiene hoy mucho menos hielo del que hab¨ªa en las cubiertas heladas de Am¨¦rica del Norte y Eurasia en el ¨²ltimo m¨¢ximo glacial. Pero un evento de p¨¦rdida de hielo lo suficientemente r¨¢pido o grande en Groenlandia a¨²n podr¨ªa provocar o amplificar la retirada de la capa de hielo en determinadas zonas de la Ant¨¢rtida¡±. Y eso ya podr¨ªa estar sucediendo.
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